Gobierno claudicante
Alberto Vieyra G. miércoles 30, Nov 2022De pe a pa
Alberto Vieyra G.
El régimen lopezobradorista será de triste recuerdo, no sólo por haber dividido y enfrentado a los mexicanos en dos Méxicos, sino por su infame discurso claudicante que esgrimen minuto a minuto para justificar su incapacidad para gobernar diciendo que no les alcanzó el tiempo, que era imposible cambiar al país en un sexenio, tantos rezagos y tanta humillación, producto de la era neoliberal, que México era un tiradero y que se necesitan otros 6 años más para cambiar a México hasta el modito de andar.
Obviamente que estamos ante una mentira colosal, pero ya ve usted que, en México, desde que se inventaron los pretextos, se acabaron los tontuejos y los pretextos sobran en el régimen de la Cuarta Transformación que resultó una desilusión y una traición a la esperanza de millones de compatriotas.
De entrada, se nos habló de un tiradero que dejaban los regímenes priistas y panistas; que había masacres en México y escenarios macabros porque Felipe Calderón le pegó un escobazo al avispero y se desató la guerra entre las mafias criminales, pero qué chistoso, durante el calderonato el Ejército perseguía a balazos a los criminales, pero en el régimen de los “abrazos, no balazos” son los criminales los que corretean y humillan a los militares vestidos de verde olivo y a la Guardia Nacional y hasta se justifica a un gobierno claudicante diciendo que las masacres son entre mafias contrarias, que sabemos cómo operan, quiénes son y dónde están… ¿Y? Pues no pasa nada porque el gobierno claudicó desde siempre ante un animalote que resultó más poderoso que el Estado mexicano. En fin, que falta un sexenio por lo menos para que se empiece el cambio o se pueda consolidar lo que hoy vemos los mexicanos como la destrucción histórica del país. Y esa destrucción histórica debe seguir al precio que sea.
Por ello, la marcha del pasado domingo 27 de noviembre que bajita la mano nos costó a usted y a mí unos mil 800 millones de pesos, que convirtió a la Ciudad de México en una gigantesca terminal de camiones foráneos que costaron más de 400 millones de pesos para acarrear vergonzosamente a más de un millón de compatriotas a los que se les pagó 300 pesos por piocha, más el alimento, aunque en muchos casos les hayan dado las famosas tortas guajolotas a base de bolillo y tamal; pues esta marcha significó el arranque de la campaña electoral rumbo a la presidencia de la república para 2024. Fue una marcha de Estado para arropar a “San Andrés” y decirle a México que la marcha del pasado 13 de noviembre en defensa del INE fue un remedo de marcha, aunque haya sido organizada por la sociedad civil y no nos haya costado un sólo centavo a usted y a mí, pero ahora ya se ve que AMLO va por la reelección presidencial con él o sin él, al precio que sea, así se tenga que ultrajar la dignidad del pueblo de México. Total, ese pueblo aguanta hasta un piano y con mayor razón los vergonzosos calificativos que le da su líder callejero, quien sin rubor alguno dice que “Morena obtiene sus votos de la gente más ignorante y analfabeta”.
Y como no faltan los lambiscones como una científica llamada Claudia Sheinbaum, quien ya anuncia que la marcha del pasado domingo habrá de figurar en los libros de texto gratuitos. ¡Qué regresión histórica tan brutal! En la que se ve un camino muy empedrado para los mexicanos, pero un camino hacia el comunismo sin libertades y sin oportunidad, pues para el actual Presidente, el aspiracionismo de la gente no debe existir, es decir para qué estudiar una carrera de médico, abogado, enfermería, ingeniería, etcétera, pues siendo ignorante la gente se le puede manipular a como se les venga en gana a los gobernantes. En suma, el discurso claudicante del gobierno se convierte en pieza fundamental para otro engaño electoral en México.