Marcha, narcisismo y “grilla”
¬ Arturo Ríos Ruiz lunes 28, Nov 2022Centro..!
Arturo Ríos Ruiz
- En torno a un sólo hombre
- Las tres corcholatas felices
Después de la marcha ciudadana del 13 del mes que ya se va, demostrando su desilusión por su gobierno en contra de sus propios gobernados, que en aras de la libertad de manifestación tomaron la vía pública. El presidente convocó a su propia celebración.
Su reacción fue inmediata, mostró contrariedad, ya que durante 18 años fue el amo de la protesta pública de muchas maneras; incluso atropellar el derecho a la circulación al cerrar Paseo de la Reforma con Felipe Calderón que ocupó Los Pinos. Anunció su evento apresurado.
Se le ocurrió festejar sus cuatro años que llegó a la Presidencia con dos actos: Anunció que encabezaría una marcha el domingo 27 de noviembre de la columna a la Independencia al zócalo, aparte del día uno del próximo el uno de diciembre. Doble festejo que rayan en narcisismo.
“El trastorno de personalidad narcisista es una perturbación mental en el cual las personas tienen un sentido desmesurado de su propia importancia, una necesidad profunda de atención excesiva y admiración, relaciones conflictivas y una carencia de empatía por los demás.
Némesis se enfadó y decidió engañar a Narciso y vengarse. Hizo que Narciso que acercara a un arroyo y viera allí su hermoso rostro reflejado en el agua y siendo así, Narciso no pudo dejar de mirar a sí mismo y se enamoró de su propio reflejo. Sin poder resistir a su propia belleza, finalmente se tiró al agua y murió.
La maquinaria gubernamental se entregó oficiosa a la venganza, por lo que, usuarios del transporte público denunciaron propaganda con el rostro del Presidente en el que se invitó a marchar. Las críticas y burlas no dejaron de llover, por parte de analistas y políticos de oposición.
El alquiler de camiones, circuló en las redes, que el presupuesto fue para 30 mil, cuyo costo promedio fue de 25,000 pesos cada uno … 750 millones. Más 50 lonches y 50 refrescos por camión … nos da otros, 100 millones, más gasolina de apoyo.
Más de mil millones en sólo acarreo; aparte 300 por asistente “para sus gastos” y su lunch, playeras y banderas y otros 1,000 millones, derroche de dinero solo para satisfacer el ego de una persona.
En las cinco horas que se prolongó la marcha de ayer, sus seguidores corearon su reelección, pero el mandatario regocijado dijo que no, seguramente como medida para que le insistieran en la petición y que se replique, en lo sucesivo, en cada evento de los que tanto es proclive.
Fue una marcha planeada por el mismo mandatario, los gastos nada tuvieron que ver con repiqueteada “austeridad”, todo el gobierno echó la casa por la ventana para alimentar un ego enfermizo del que el mandamás es víctima y su equipo no escatimó el derroche oficioso para halagarlo. Es verdad, no son iguales. Son peores.