Una boda bien vale la Presidencia
Ramón Zurita Sahagún viernes 25, Nov 2022De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Si Enrique IV sentenció que París bien valía una misa (al convertirse del protestantismo al catolicismo para asumir como rey), en México se considera que la Presidencia de la República bien vale una boda.
En los tiempos modernos de pleno Siglo XXI, los políticos mexicanos muestran su conservadurismo al decidir pasar por el protocolo de las leyes civiles y hasta de la Iglesia para convivir con su pareja.
Sabido es que Vicente Fox Quesada convivía con Marta Sahagún y Enrique Peña Nieto con Angélica Rivera como parejas, pero decidieron protocolizar cada uno su relación.
Ahora, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum decide hacer lo propio y anuncia su unión civil con su pareja, Jesús María Tarriba, con vistas a su cada vez más cercana posibilidad de convertirse en candidata presidencial.
Los dos anteriores, Fox Quesada y Peña Nieto, alimentaron a la prensa rosa con sus coqueteos y presuntas relaciones, hasta que decidieron terminar con las historias y contrajeron nupcias. El primero lo hizo ya como Presidente de la República y como parte de los festejos del primer aniversario de su triunfo presidencial. El segundo, lo hizo un año antes de terminar su mandato de gobernador y ya encarrilado a la candidatura presidencial del PRI.
Fox inició su campaña como soltero, pero con romance son su jefa de prensa, el cual se cuidaba como secreto de Estado y se manejaban posibles parejas del guanajuatense en caso de ganar la Presidencia de la República. La actriz Lucía Méndez, la socialité Viviana Corcuera y otras más se mencionaban como posibles romances que nunca pudieron confirmarse, pero para la prensa rosa eso vendía y mucho.
Peña Nieto quedó viudo en los comienzos de su gobierno y se sabía de sus múltiples romances y hasta de hijos fuera de matrimonio que alegraban el chismorreo, pero decidió darle seriedad al tema y casó con la actriz Angélica Rivera, de la que se separó formalmente al término de su gobierno.
Ahora, Claudia Sheinbaum, a pesar de decir que no forma parte del conservadurismo, decide dar el paso formal y contraer matrimonio con Jesús María Tarriba, su pareja formal, usando la misma fórmula de la prensa rosa para anunciar su compromiso.
Y es que amplios sectores del país muestran su conservadurismo, al no considerar a la pareja como una parte formal de un dueto de personas, por eso, para evitar un voto de rechazo o murmullos y chismorreos, se deciden dar paso a la formalidad.
Se espera que el matrimonio Tarriba-Sheinbaum reciba un gran regalo por su matrimonio y que éste sea la candidatura presidencial de ella.
Para efectos de no crear crisis política con la boda, Claudia decidió hacerlo en una ceremonia privada y el presidente López Obrador decidió no asistir si es convocado, para no mandar mensajes cruzados.
Eso sí, se evitarán los pasos seguidos por dos miembros del primer círculo lopezobradorista que decidió realizar sus matrimonios de manera fastuosa y eso bastó para ser borrados de la cercanía presidencial y moverlos de sus cargos. César Yáñez y Santiago Nieto dejaron una lección ya aprendida.
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Otro político que siguió el ejemplo de casarse para acceder a la candidatura presidencial es Manuel Velasco Coello, aunque, hasta el momento, no ha conseguido la nominación. Él lo hizo como gobernador y a la espera que su partido, el Verde, lo convirtiera en candidato presidencial… El domingo será la macro marcha presidencial que pretende concentrar dos millones de asistentes. Los gobernadores, alcaldes, dirigentes sindicales y demás miembros de Morena habrán de cubrir con su cuota. Veremos qué resulta de ello.