La reforma va
Freddy Sánchez jueves 24, Nov 2022Precios y desprecios
Freddy Sánchez
Lo que Andrés Manuel se ha propuesto hacer en materia electoral se hará a pesar de que sus opositores se muestren intransigentes y no aprueben las adecuaciones constitucionales requeridas.
En ese contexto podría decirse que el “plan B” del que se ha hablado desde el Palacio Nacional para que funcione a la perfección depende de dos factores.
Uno de estos prácticamente “en la bolsa” del Presidente, porque Morena y sus aliados están prestos y dispuestos a aprobar las leyes secundarias que sustituyan una reforma constitucional en caso de que ésta sea rechazada por la oposición.
Así que lo segundo sería lograr que el relevo en la Suprema Corte de Justicia de la Nación sea “a modo” de los intereses presidenciales y con ello garantizar que por más que los oponentes a los cambios electorales se esmeren en “echar abajo” las reformas a leyes complementarias con los cambios que se propone realizar el jefe del Ejecutivo, las controversias constitucionales que lleguen a la corte pasen a dormir “el sueño de los justos” el mayor tiempo posible mientras se materializan los cambios que el huésped del Palacio Nacional mande hacer en torno a los procesos electorales en México.
La gran apuesta es si con leyes secundarias el gobierno de AMLO se dará el lujo de modificar las estructuras del Instituto Nacional Electoral, reducir el número de diputados y senadores, modificar los criterios para la designación de los plurinominales y proceder al nombramiento de futuros consejeros y magistrados electorales conforme a los lineamientos que el Presidente quiere. En ese sentido cabe señalar que en el sentir de críticos y actores de la oposición en el país, justamente, lo que Andrés Manuel ha venido haciendo a lo largo de su administración sexenal es eliminar toda suerte de “barreras institucionales” que puedan afectar la continuación de su proyecto de la 4T que por lo que el propio jefe del Ejecutivo ha manifestado no piensa dejar sin conclusión después de que termine su administración.
En distintos momentos, el Presidente ha dejado en claro que su intención es el retiro político al finalizar su mandato, pero al mismo tiempo en otras oportunidades no ha dejado de mencionar que mantendrá una visión permanente en el desarrollo de lo que su administración comenzó y debe continuar en ejecución. Algo que millones de simpatizantes de Andrés Manuel inequívocamente desean.
Pero, no así quienes están en contra de la reforma electoral que propone el Presidente, asegurando que lo que está a la vista es una maniobra tendenciosa y malévola para regresar a los tiempos en los que el presidente ponía y quitaba lo que le venía en gana dentro y fuera del gobierno, contando con distintos instrumentos de sumisión y entreguismo a sus deseos por más descabellados que fueran.
Bajo esa perspectiva, puede considerarse que entre los planes de modificación a las leyes electorales en el país, que postula el gobierno y la que están pensando en aprobar sus opositores hay diferencias irreconciliables.
Y habrá que ver cuál de las propuestas se impone, pudiendo ser el presidente el que gane la batalla legal con un relevo en la corte que se muestre dispuesto a manejar los asuntos legales conforme a los intereses de Palacio Nacional. Para eso, naturalmente, habría que esperar a saber quién será el sustituto o sustituta del ministro Zaldívar, que algunos considerar aliado presidencial desde que AMLO lo quiso mantener en ese cargo más tiempo del que legalmente tenía derecho a permanecer como presidente de la SCJN y él “se dejó querer” sin rechazar la propuesta presidencial apoyada con una reforma legal aprobada por Morena y sus aliados, que resultó inconstitucional.
Así las cosas, cabe suponer que los cambios electorales que se aprueben fuera de una reforma constitucional, (siendo incluso a todas luces ilegales), prosperarán o no, (poco o mucho tiempo), dependiendo de ciertas circunstancias.
Y la más importante podría ser la cercanía o lejanía del sucesor o sucesora de Zaldívar con el Presidente, pero por lo pronto es de mencionar que sin duda alguna y siendo imposible conocer en lo que terminará el diferendo electoral entre el gobierno y la oposición es claro que: La reforma va.