Intromisiones
Ramón Zurita Sahagún viernes 17, Jun 2011De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Qué es lo que sucede con el presidente Calderón que de pronto irrumpe en el escenario político y actúa más como jefe de partido que como jefe de Estado. Es cierto que las cosas no le han salido bien a últimas fechas y que varios de los asuntos importantes se le entramparon y se encuentra atrapado en encrucijadas, pero actuando como lo está haciendo no le favorece.
Son varios los asuntos que mantiene abiertos como frentes de batalla y conforme pasan los días surgen otros más.
El gobierno de México está depositado en tres poderes (Ejecutivo, Legislativo y Judicial), cada uno de ellos guarda independencia del otro, según lo consagra la Constitución.
Por eso resulta llamativo que el Presidente de la República, convoque, o demande al Legislativo para que convoque a un período extraordinario de sesiones, para aprobar un paquete de ocho reformas que se encuentran en la congeladora.
Entre las reformas pendientes se encuentran la laboral, la política, la de seguridad, la elección de tres consejeros del IFE, entre otros asuntos rezagados.
No es la primera ocasión en que una de las cámaras del Congreso de la Unión aprueba una reforma y la colegisladora la frena o la manda a dormir el sueño de los justos.
Pero tampoco que reformas aprobadas por el Legislativo no hayan sido publicadas o, incluso, hasta vetadas por el Ejecutivo, sin que los legisladores hagan suya la urgencia para que el Presidentes las destrabe.
Sin embargo, en esta ocasión, el Ejecutivo federal envió un oficio a la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, para que convoque a un período extraordinario de sesiones y aborde la discusión de estas reformas.
Y es que faltan dos meses y medio para que se inicie el período ordinario de sesiones, donde, supuestamente, tendrán que debatirse todos esos temas pendientes, aunque hay algunos que son de urgente resolución.
La razón de ello es que, en el caso de la reforma política, existen tiempos fatales y esperar hasta septiembre haría imposible que la aprobación de la misma permitiera la ejecución de los preceptos durante el proceso electoral federal del año próximo.
Sin embargo, esa prisa que le corre hoy al Ejecutivo no era igual en períodos anteriores, ni siquiera para que el Congreso defina los nombres de los tres consejeros del IFE, posiciones a las que la bancada del partido en que milita el propio Presidente de la República –al igual que las otras- se ha negado sistemáticamente a designar.
Como era de esperarse el Congreso de la Unión se le fue a la yugular al Ejecutivo y desestimó su convocatoria, tanto para la convocatoria al período de sesiones, como para la discusión de los temas y consideró como una intromisión presidencial dicha convocatoria.
Es cierto que varios presidentes de la República (los priístas) convocaron al Congreso de la Unión para la celebración de períodos extraordinarios, pero eso sucedió en tiempos del pasado y se supone -cuando menos eso pregonan- que la democracia nació en México con el cambio de estafeta en la Presidencia de la República.
Pero no es el único asunto con que el Ejecutivo federal se encuentra entrampado, ya que los asuntos se van amontonando.
El manejo de la candidatura presidencia de su partido se le está haciendo engrudo y el batidillo amenaza con salpicar hacia todos lados.
Es más que evidente que el secretario de Hacienda, Ernesto Cordero Arroyo, va en busca de la nominación con todo el respaldo de la investidura presidencial y que al mismo tiempo se le tolera que proponga el Presupuesto de la Federación para el año próximo, donde, supuestamente, el contenderá con la candidatura presidencial del PAN.
Por eso motivo, hay muestran de inconformidad hacia el propio Presidente de la República, al que consideran como entrometido en los asuntos del partido, al pretender sembrar al candidato.
Y como si ello fuese poco, la acción emprendida en contra del empresario y político, Jorge Hank Rhon, se le atribuye al mismo presidente Calderón, al que además de todo califican como ineficaz, al no lograr su propósito, con todo y el respaldo de las fuerzas federales y del mismo Ejército.
El asunto Hank Rhon es una piedra más en el zapato presidencial, donde queda evidenciada la fuerza bruta y la transgresión de leyes, para cumplir con un propósito que no se pudo concretar, ni siquiera con el respaldo que se buscó.
Pero además de ello, la batalla contra la delincuencia organizada sigue sin dar los resultados esperados, con todo y que se lanzan loas al gobierno por las acciones emprendidas en este aspecto.
RESPUESTAS
Jorge Carlos Ramírez Marín, presidente de la Cámara de Diputados, rechazó la solicitud de Felipe Calderón Hinojosa para celebrar un periodo extraordinario de sesiones porque, “los periodos no se hacen a modo y a corte y confección de lo que necesita un solo actor político en México”.
El priista demandó al Ejecutivo federal que su pedido sea sincero y no corresponda a una estrategia política para desviar la atención de los temas de justicia que le corresponden resolver.
También, Francisco Rojas, coordinador de los priistas, rechazó la posibilidad de un periodo extraordinario si no existen dictámenes que votar, y al referirse a la demanda de Calderón expuso que se trata de una campaña estrictamente mediática.
El coordinador de los diputados perredistas, Armando Ríos Piter, calificó la postura del Ejecutivo como una cortina de humo que pretende desviar la atención del caso Hank Rhon y de la procuración de justicia.
OTRO DEBATE
Tedioso, sin grandes propuestas y con un comportamiento similar al tenido con anterioridad, se celebró un nuevo debate entre Luis Felipe Bravo Mena, Eruviel Ávila Villegas Y Alejandro Encinas Rodríguez.
Ninguno de los tres ha logrado enganchar con el electorado, aunque en el caso del panista es el más monótono.