Odio contra odio
Freddy Sánchez martes 22, Nov 2022Precios y desprecios
Freddy Sánchez
—De qué se trata.
—Obvio, seño: A ver quién le gana a “mi presi”.
En ese micro diálogo entre una señora y un comerciante se refleja el sentir de no pocos que ponen en la balanza la justificación y trascendencia de la movilización ciudadana en dos grandes marchas en las calles de México.
La primera que organizaron los interesados en salir en defensa del INE y con ese afán sorprendieron a propios y extraños por la cuantía de participantes en la Ciudad de México y otras capitales importantes del país.
Con varios “protagonistas”, naturalmente prestos a hacerse notar como “cercanos al pueblo” que demandó al gobierno de Andrés Manuel que recule en su aparente intento de querer “borrar” al Instituto Nacional Electoral creando un sustituto que sirva a la Cuarta Transformación para prolongar su dominio presidencial varios sexenios. Y es que la demanda principal de los manifestantes fue justamente que se respete la permanencia del INE como árbitro de las futuras contiendas electorales sin el más mínimo intento gubernamental de “meter las manos” para crear condiciones electorales a su favor con cambios legales que signifiquen restarle poder a la oposición e incrementar el que tiene el gobierno en el tratamiento de distintos asuntos relacionados con los procesos electorales.
Porque para ser francos hay que decir que con respecto a los consejeros electorales del instituto, ciertamente los partidos políticos con Morena como un actor más, cuentan con aparentes aliados que ejercen su influencia para que las resoluciones de las responsables electorales de éste país en buena medida les favorezcan y en poca les afecten. De ahí la evidente confrontación de pareceres entre los pro y anti gobiernistas acerca de lo que se debe o no hacer en relación con el gasto electoral, la cantidad futura de diputados y senadores, la disminución o no de las prerrogativas para los partidos políticos, qué trato dar de ahora en adelante a los legisladores que no surjan de elecciones directas, desaparecer o mantener como están los cargos plurinominales y en particular cuáles deben ser los criterios para nombrar a los futuros consejeros y magistrados electorales.
Temas, los anteriores, que han dividido las opiniones entre Morena y sus aliados y los opositores al gobierno en turno.
Sobre todo por lo que se perfila como una consigna institucional emanada del Palacio Nacional (exactamente igual a lo sucedido con la aprobación de otras iniciativas del presidente), dándose por hecho que después de las discusiones con opositores y escuchar propuestas de cambio a lo que se pretende reformar a fin de cuentas lo que el presidente quiere que se apruebe sin cambiarle ni un punto ni una coma lo harán los legisladores del partido en el poder si su mayoría legislativa se los permite debiendo en éste caso convencer a una parte de los opositores a sumarse a ellos.
Pero, todo eso que podría relacionarse con la necesidad de haber tomado las calles para demostrarle al régimen que la población en un alto número no está de acuerdo con los cambios electorales en proceso desde el gobierno, y la respuesta a esa marcha que se dará el día 27 con una gran movilización de partidarios institucionales, en realidad sólo parece algo ajeno a la voluntad de ceder o no ceder con respecto a lo que las partes en conflicto de opiniones piensan que debe o no aprobarse en materia electoral.
En ese contexto, han surgido precisamente las afirmaciones de los que ven en la marcha organizada por la 4T un propósito de menospreciar la participación de los defensores del INE poniendo en la calle a muchos más que apoyen lo que Andrés Manuel está empeñado en que se haga.
Para eso, entonces se cree que los morenistas echarán mano de todas sus capacidades de acarreo popular el 27, lo que algunos han querido demostrar exhibiendo a funcionarios en aparente disposición de pagar por trasporte y alimentación para los llamados a participar en “la marcha del desquite”, lo que hay quienes quieren ver como una expresión más de: Odio contra odio.