Una apuesta: Serán muchos más los que marchen con AMLO a fines de mes
Miguel Ángel Rivera jueves 17, Nov 2022Clase Política
Miguel Ángel Rivera
No me preocupa, dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador, acerca del abierto enfrentamiento entre su “corcholata” Claudia Sheinbaum y el también precandidato presidencial Ricardo Monreal. Claro, porque está ocupado en otras cuestiones para él más importantes, como minimizar las marchas del domingo anterior en defensa del INE y el TEPJF.
En esta línea de pensamiento (que no de razonamiento) el primer mandatario anunció en su mañanera de ayer que encabezará una marcha el próximo 27 del presente mes.
El jefe del Ejecutivo negó que su intención sea devaluar la concurrida manifestación del domingo anterior, convocada por organizaciones de la sociedad civil, pero tampoco dejó en claro cuál es la motivación de la marcha que pretende encabezar, aunque de nueva cuenta recurrió a uno de sus pretextos favoritos: “se lo pidió el pueblo bueno y sabio”:
Lo que se mantiene en secreto es la forma como ese pueblo bueno y sabio le hizo conocer su deseo de que encabece una manifestación que supere la ocurrida el domingo anterior y secundada por otras protestas en más de 60 ciudades del resto de la república.
En la referida mañanera, López Obrador negó que la movilización esté planeada para opacar la que se llevó a cabo el domingo pasado contra la reforma electoral, ni tampoco para mostrar músculo del movimiento que encabeza.
Por el contrario, mencionó que sólo es “para ver si la gente está contenta con la transformación, si vamos bien”. “Es que íbamos a hacer de todas maneras el informe, pero ayuda la marcha, además ya me estoy hamburguesando mucho”, agregó.
Según López Obrador, la decisión se tomó tras conocer la opinión de millones de simpatizantes que quieren celebrar los cuatro años del gobierno de la llamada Cuarta Transformación. “El día 1 son cuatro años, es jueves. Muchos quieren venir de todo el país a participar, este es un movimiento de millones de mujeres, hombres libres, conscientes. Es un proceso de transformación, no es un movimiento de un solo hombre o de dirigentes, ya lo dije, es un movimiento auténticamente popular”.
En su mensaje desde Palacio Nacional, el mandatario añadió que tras la caminata dará un informe sobre los avances y logros de su administración al frente del poder ejecutivo.
Desde ahora se puede asegurar que en la anunciada
marcha de AMLO sumarán más los asistentes
Tal como lo anunció el presidente López Obrador en su manifestación del 27 de noviembre le seguirán decenas o tal vez cientos de miles de simpatizantes de la llamada Cuarta Transformación ansiosos por avanzar tras los pasos de su líder y guía.
Por eso a nadie debe sorprender que en las calles y plazas de la Ciudad de México ese último domingo del presente mes aparezcan autobuses y todo tipo de transportes con placas de prácticamente toda la República, pues esos ciudadanos ansiosos de refrendar su simpatía con la llamada Cuarta Transformación no se detendrán en minucias y pagarán gustosamente cualquier sistema que les asegure estar a tiempo en la Ciudad de México, inclusive si tendrán que sacrificar el “generoso” subsdidio que les entrega bimestralmente el gobierno federal.
Ese domingo, se puede garantizar, funcionará a plenitud el ábaco con el que el Secretario General de Gobierno de la Ciudad de México, Martí Batres Guadarrama, cuenta a quienes participan en manifestaciones que no son organizadas por el partido oficial y sus satélites.
El Congreso, ni ventanilla de trámites ni oficialía de partes
Antes de que se consolidara la presencia de los partidos de oposición en las Cámaras del Congreso de la Unión, las sesiones en donde se daba trámite a los ascensos de miembros de las fuerzas armadas, fueran del Ejército o de la Armada, se consideraban un asunto anodino, de puro trámite, que se aprobaban sin la menor protesta.
La situación del país ha cambiado radicalmente y la prueba se dio ayer en la sesión de la Cámara de Senadores en donde se tramitaron más de 300 ascensos y promociones en el Ejército y la Marina.
Esta vez, probablemente por primera ocasión en la vida legislativa de México, los senadores pidieron conocer los méritos de los ascendidos y reclamaron respeto a la equidad de género. Para resumirlo en una sola expresión, los legisladores ajenos al oficialismo advirtieron que el Congreso, en particular su Cámara, la de senadores, no es “ventanilla de trámites ni oficialía de partes”.
La revisión y eventual ratificación de los ascensos y promociones se inició como era costumbre: La presidenta de la Comisión de Marina, la senadora del PRI Verónica Martínez García, dio lectura al dictamen, aprobado por unanimidad en ese grupo de trabajo, por el cual se recomendaba al pleno ratificar las relaciones remitidas por la secretaría del ramo.
De paso, la legisladora priista, aprovechó para quedar bien con las fuerzas armadas: “Quiero hacer un reconocimiento al almirante secretario José Rafael Ojeda Durán; debe sentirse usted muy honrado de encabezar esta distinguida institución de la que las y los mexicanos nos sentimos muy orgullosos”, dijo la legisladora del tricolor.
Otra vez, parecía un asunto de aburrido trámite, pero no ocurrió así, los senadores independientes y de oposición reclamaron su derecho de conocer los expedientes de los jefes militares ascendidos y las razones por las cuales eran propuestos para alcanzar grados superiores.
En primer término, el senador del PAN Damián Zepeda recordó que el país vive un proceso de militarización, en el cual las fuerzas armadas no sólo cumplen con sus responsabilidades, sino que además han asumido tareas que tradicionalmente eran responsabilidad de civiles y, en seguida, destacó que los legisladores encargados de ratificar los ascensos no tienen información para conocer por qué se conceden.
“Hoy vienen aquí al Senado de la República a que, sin ningún tipo de valoración, sin conocer siquiera las fichas curriculares, se aprueben, fíjense nada más, 302 nombramientos, ascensos de generales, de rangos altos de las Fuerzas Armadas y 87 ascensos de la Marina.
“Quiero que sepan que hasta este momento no es público el expediente de cada una de estas personas que van a tener estos altos cargos de las fuerzas armadas. Con todo el respeto que me merecen el Ejército y la Marina, eso simplemente no es correcto.
“Por eso la Constitución nos otorga, a nosotros, al Senado de la República, la facultad para ratificar o no los nombramientos que se hagan de los altos cargos de las Fuerzas Armadas y de la Marina, no para ser oficialía de partes.
“El día de ayer, fíjense la falta de respeto, publicaron la lista, apenas, de los nombres, mas no hicieron públicas sus fichas curriculares y el día de hoy está publicado el dictamen, y yo reto ahorita a que me enseñe alguien que esté publicado en la Gaceta y que sea de escrutinio público para organizaciones defensoras de derechos humanos, para organizaciones de víctimas, para especialistas en seguridad, para la sociedad, el expediente de cada uno de los nombramientos que van a hacer”.
El legislador independiente Emilio Álvarez Icaza dio la razón al senador panista al exponer una decena de expedientes de los mandos del Ejército y la Marina recomendados para obtener un ascenso que están sujetos a denuncias judiciales o que desempeñan otros cargos en dependencias federales o de gobiernos estatales y municipales.
“Sólo menciono estos ejemplos del tipo de información que deberíamos estar discutiendo y deliberando y estos candidatos a ascenso nos tendrían que estar aclarando y que tendríamos que estar como órgano de Estado revisando. No lo estamos haciendo en el proceso debido, no es un ataque particular a persona alguna, el procedimiento no es correcto y no debe entenderse que la revisión y la rendición de cuentas a las Fuerzas Armadas es falta de respeto.
“No debe entenderse que no considerar, en automático los ascensos, es un agravio, para eso es la normalidad democrática, las fuerzas armadas son parte de las instituciones de la democracia”, remató el senador independiente.
Por su parte, la senadora de Morena, presidenta de la Comisión de Igualdad de Género, Lucía Micher Camarena, anunció que se abstendría porque no se trata por igual a las mujeres integrantes de las fuerzas armadas, pero a final de cuentas, votó a favor como la gran mayoría de los senadores, con los consabidos reconocimientos a las fuerzas armadas.