Violencia y medios de comunicación
¬ Luis Ángel García miércoles 16, Nov 2022Por la Derecha..!
Luis Ángel García
Uno de los graves problemas del fenómeno de la inseguridad son los feminicidios y la violencia, en general, hacia la mujer. En los últimos días, a través de los medios de comunicación, nos hemos enterado de casos terribles de muertes de jovencitas o las agresiones a niñas dentro del círculo familiar. La espiral de violencia parece no detenerse e incluso la prensa hace apología de esas acciones.
Nada justifica las conductas que tienen a las mujeres como sus víctimas, la más canallesca de esas acciones es la muerte, generalmente a manos del círculo más cercano a la víctima o de un depredador sexual, también en el entorno muy cercano. También la violencia intrafamiliar se ha desatado y se incrementa el número de menores de edad que son agredidos por sus parientes próximos, incluso padres o padrastros.
Sin embargo, no hay una política pública del gobierno que ataque la raíz del problema e incluso su inacción propicia la impunidad. Lejos de buscar una estrategia que combata el origen del conflicto y sancione a los presuntos responsables, utiliza esos eventos con fines de venganza política. Tal es el caso de la joven encontrada debajo de un puente en la carretera a Cuernavaca, cuyo uso político de su muerte por parte de las autoridades de la CDMX no se justifica e incluso se puede calificar de inmoral. Los peritos de la Fiscalía de Morelos determinaron como causa del deceso una broncoaspiración por congestión alcohólica, lejos de ser un feminicidio, independientemente de las conductas que se hubieran dado antes de su muerte en un departamento de la CDMX. Pero como el fiscal morelense no es del equipo del gobernador Cuauhtémoc Blanco ni simpatiza con los grupos de Morena, rápidamente encontraron un pretexto para sacarlo del camino y que el ex futbolista puede proponer un fiscal carnal.
La perversidad política lleva a cuestionar el trabajo técnico científico de los servicios periciales de Morelos, quienes sin tintes partidistas determinaron, con base a estudios y evidencias de un equipo multidisciplinario, que murió por congestión etílica.
Una fiscalía a modo, como lo es la de la CDMX, se presta a las presiones de la jefa de Gobierno para ayudar a su colega y “partner”, el “Cuau”.
Igual de reprochable es el comportamiento de los medios de comunicación, quienes por intereses o morbo dan seguimiento a la polémica entre las instituciones, sin reconocer el daño moral que provocan a los peritos, más allá de la bronca que tenga el titular de la Fiscalía con el mandatario local y ahora con la jefa de Gobierno, quien se empecina en acusarlo de corrupción.
Los medios, quienes permanentemente hacen apología del delito, también son dados a prestarse a los conflictos políticos y poco importa la opinión pública.
Igual de deleznable es la exhibición de los videos con agresiones o escenas de la muerte de niños y adolescentes. Nada justifica esas barbaries, pero presentarlas sólo por el morbo de que las conozca la gente, es igual de criminal que las cobardes actitudes de los trogloditas que atacan a menores.
Políticos y medios revictimizan a mujeres y niños, no buscan el hacer justicia, sino satisfacer vendettas partidistas o ganar auditorios o ventas. Los niños, futuro de este país, merecen un mejor trato de los servidores públicos y de los comunicadores y no ser instrumento de sus intereses personales o sectarios.