La vulgarización de la política
Alberto Vieyra G. lunes 14, Nov 2022De pe a pa
Alberto Vieyra G.
Con AMLO, la política azteca entró en una peligrosa fase de vulgarización. Lo prueban los sistemáticos y odiadores ataques a sus adversarios políticos y críticos a los que no baja de “cretinos”, “corruptazos”, “racistas”, “clasistas” e hijos de su o “tengan para que se entretengan”.
¿Tendrá esta vulgarización de la política un fundamento en la degradación social que vive la nación azteca y a la cual ha contribuido decididamente una corrupta e ignorante clase política que no sabe distinguir el uso del singular masculino y según ellos para estar a tono con la igualdad de género, se han dado a la tarea de prostituir el idioma español con el uso indiscriminado de “las y los”, “las diputadas y los diputados”, “las niñas y los niños” y de “todas y todos”, cuando que la Real Academia de la Lengua Española ha condenado dicha prostitución porque cuando se habla de todos los mexicanos, se está generalizando porque se habla de ambos géneros, es decir hombres y mujeres y cuando se refiere a la clase política se utiliza el género masculino de los diputados y punto?
Sociólogos, antropólogos, politólogos, estudiosos del carácter y juristas coindicen que en México impera la vulgarización de la política, a razón de la carencia en materia de ciencia política e insensibilidad humana. Para el jurista José Antonio Lozano Díez, AMLO ha profundizado en esa degradación y vulgaridad del lenguaje político. Añade:
“La pérdida del lenguaje, su pobreza, reduce la capacidad de reflexión y de pensamiento, debilita el diálogo y, por ende, afecta la libertad, promueve la decadencia social y su vulgarización. Por eso, ante la pobreza innegable de lenguaje, ha reducido su capacidad de reflexión y pensamiento, debilitando el diálogo y, por ende, los sistemas democráticos, afectando la libertad, lo que reviste como revolución de conciencias”.
La cuestión es que AMLO pareciera haber enloquecido, pues durante 4 días de esta semana se dedicó a destilar odios contra los organizadores de la marcha en defensa del INE y el jueves, les tocó el turno de recibir lodo político a los conservadores e intelectuales orgánicos que, según él, validaron el fraude electoral de 2006, pero hasta hoy AMLO no ha presentado y seguramente jamás la presentará ninguna prueba de que le hayan robado la Presidencia de la República, pero él utiliza facciosamente ese discurso de odios para seguir dividiendo a los mexicanos, pues el Presidente sigue en campaña electoral y no faltan ya los anuncios panorámicos que piden que la gente refrende su voto para que AMLO gobierne hasta 2030.
Ni Dios lo mande. Acabaría con este México macabro en el que ya van más de 14 mil 500 mujeres asesinadas en lo que va de este aberrante sexenio, para ser un total de más de 130 mil víctimas de la imparable barbarie que campea en México, sin que se vea para qué sirve el Ejército y la pomposa Guardia Nacional.
En la mañanera se dan explicaciones de lo más absurdo que pareciera ir dirigidas a retrasados mentales, como las que ayer dieron los responsables de la seguridad nacional, argumentado que la espiral de violencia que vivió Guanajuato en las últimas horas se debió a que en Tijuana fue detenido Juan Rodolfo Yépez “el Rudy”, hermano de “El Marro”, atorado desde hace 2 años. ¡Vaya descubrimiento tan genial! Pero eso sí, “la situación ya está bajo control”, diría Ricardo Mejía Berdeja, subsecretario de Seguridad Ciudadana, un ineptazo que busca ser gobernador de Coahuila.
De manera imprudente, AMLO vulgariza el quehacer político y lo peor es que para agredir a los mexicanos que no piensan igual que él, utiliza todo el poder del Estado a través de los medios de comunicación del gobierno y podríamos estar ante la configuración de delitos como el abuso de autoridad y la calumnia.