Consumir grasas saturadas aumenta el colesterol
Salud viernes 4, Nov 2022Cápsulas de la salud
Elsa Rodríguez Osorio
- Estudio Beyond Intervention, sobre salud cardiovascular
La mayoría de los alimentos que consumimos contienen diferentes tipos de grasas, entre ellas, las saturadas y son los productos ultraprocesados los que, a diferencia de los de origen natural, exceden este tipo de nutriente, que puede derivar en un aumento del colesterol en la sangre e impactar negativamente en la salud. En México, según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2021 sobre Covid-19 (Ensanut), el 32.8% de las personas mayores de 20 años que refirió haberse realizado una prueba de colesterol y triglicéridos reportó haber tenido un resultado elevado, siendo la población de 40 a 59 años de edad (40.6%) la que presentó mayores índices de colesterol alto. Al estratificar por sexo, los mayores porcentajes en el grupo de 40 a 59 años en los hombres (40.6%) y en el de 60 años o más en las mujeres (43.4%).De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud y consultada por el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO) se advierte que entre los principales alimentos empacados con un alto contenido de grasas saturadas destacan: el queso, leche en polvo para el café, margarina, cubitos y polvo para hacer caldo, helados, bombones, papas fritas, palomitas, nachos, aderezos, barritas para el desayuno, comidas enlatadas, pasteles envasados y sopas instantáneas. Las principales marcas de productos lácteos en México son Lala, seguida de Nutri y Alpura. En 2021, las ventas netas totales de Grupo Lala aumentaron 1.4%, comparado con 2020. La American Heart Association recomienda un patrón dietético que mantenga entre el 5% y 6% de calorías provenientes de grasas saturadas. Por ejemplo, si necesitas alrededor de 2 mil calorías al día, no más de 120 de ellas deben provenir de grasas saturadas. Eso es alrededor de 13 gramos de grasa saturada por día. Los especialistas recomiendan: elegir cereales integrales, proteínas magras y de origen vegetal, así como una variedad de frutas y verduras; limitar la sal, el azúcar, la grasa animal, los alimentos ultraprocesados, el alcohol, la mantequilla, el queso, la carne roja y otros alimentos de origen animal, así como aceites tropicales. Los expertos aseguran que mejorar la dieta y el estilo de vida reduce significativamente el riesgo de enfermedades cardiovasculares y se puede aspirar a un peso corporal saludable y con ello mantener el nivel de colesterol y triglicéridos.
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En el estudio Beyond Intervention, sobre salud cardiovascular desarrollado por Abbott, la mayoría de los médicos y líderes de atención médica encuestados afirmaron que las decisiones tempranas y precisas tienen un mayor impacto en el diagnóstico de un paciente con algún padecimiento cardiovascular. Después de analizar los resultados de más de 1,800 pacientes, médicos y líderes de 13 países, que sufrieron enfermedad arterial coronaria o enfermedad arterial periférica o trataron alguna de estas enfermedades, Abbott descubrió que la experiencia del paciente no es tan satisfactoria como creen los médicos. El estudio muestra que aproximadamente la mitad de los pacientes encuestados mencionaron “que fue difícil reconocer los síntomas o no pudieron darse cuenta del problema antes de que se convirtiera en una emergencia”. La encuesta muestra que aproximadamente 1 de cada 5 pacientes con enfermedades cardiovasculares dicen que fueron diagnosticados erróneamente en promedio tres veces antes de recibir un diagnóstico correcto para sus síntomas. Mientras que 1 de cada 4 médicos siente que “la falta de tecnología o equipo para diagnosticar enfermedades cardiovasculares” es un obstáculo clave para un diagnóstico preciso. La encuesta identificó tres áreas en las que los pacientes, los médicos y los líderes de atención médica coinciden: falta de conocimiento sobre las enfermedades cardiovasculares y las opciones de tratamiento. Falta de procesos y tecnologías estandarizados para el diagnóstico: Los diagnósticos precisos se ven desafiados por variables como la falta de enfoque y equipo/tecnología estandarizados. Falta de coordinación y comunicación entre el médico general y el especialista. Los pacientes muestran insatisfacción con la cantidad de tiempo que les brindan sus médicos y también mencionan poca coordinación entre los proveedores de atención primaria y los especialistas. Hay evidencia clínica de que la detección y diagnóstico temprano de pacientes en riesgo de desarrollar enfermedad vascular, impacta en una reducción significativa de eventos coronarios.