Muerte del INE
Freddy Sánchez jueves 3, Nov 2022Precios y desprecios
Freddy Sánchez
“Una alfombra roja” para que Morena la pise en los próximos cien años de permanencia en el poder, superando con creces los setenta del priismo.
En eso quieren convertir una nueva instancia electoral en sustitución del INE, (calculan algunas voces críticas), los artífices morenistas al servicio de lo que “su gran jefe”, el aposentado “dueño y señor” del Palacio Nacional desea que se haga con su propuesta de reforma electoral.
El más claro indicio de que tal cosa es cierta se nota con la propuesta presidencial de que los futuros consejeros electorales surjan de una elección popular, que a juicio de distintos opositores suspicaces e inconformes tendría un vicio de origen.
Y es que a su decir “lo mañoso” del asunto está en que para llegar a una elección abierta de los consejeros, en primer lugar los proponentes de candidatos a estos nombramientos serían los tres poderes de la unión.
El Ejecutivo, Legislativo y Judicial, que en buena medida controla el propio Presidente, según la opinión de ciertos fustigadores del proyecto de reforma legislativa constitucional enviada al congreso para que se modifiquen distintas normas legales en materia electoral, incluyendo la fórmula que daría lugar a nombrar nuevos consejeros electorales.
En ese sentido, parece inamovible su creencia de que Andrés Manuel nombraría no solamente a los aspirantes que provengan del Ejecutivo a su cargo, sino que lo más probable es que pasaría otra lista de sus preferidos a elegir por los legisladores de Morena y sus aliados, y finalmente lo mismo haría en el Poder Judicial donde es notoria su influencia entre ciertos ministros de la Suprema Corte.
Aquello que dijo el ministro presidente Zaldívar en el sentido de que ellos no son gobierno ni oposición y por lo mismo no se han dejado ni se dejarán intimidar por ningún otro poder , recibió un amplio beneplácito al considerar su dicho como un buen discurso, pero nada más que eso, ya que distintas personas no complacidas con el desempeño de la SCJN durante el actual sexenio, se empeñan en mencionar que en distintos momentos se aprecia que del Palacio Nacional les llegan sugerencias e inclusive tácitas órdenes que parecieran ser obedecidas al “pie de la letra”.
Lo que sucedió con el ex ministro de la Corte, Medina Mora que de la noche a la mañana, sin explicación alguna renunció al cargo y desapareció de la escena como el que sale corriendo temeroso de que lo pillen por alguna tropelía cometida, dio lugar a muchas especulaciones.
En especial, al saberse que en sus cuentas bancarias supuestamente se detectaron depósitos irregulares.
Y como dice un dicho: “más vale aquí corrió que aquí murió”.
Así que en el ánimo de algunos observadores del acontecer político, esa situación creó la percepción de que cualquiera que tenga algún temor a ser objeto de persecuciones judiciales por supuestas conductas deshonestas en su desempeño institucional, político o social podría ser candidato a una manipulación para obligarlo a acatar órdenes de los que tienen la posibilidad de “arruinarles la vida” si se niegan a “seguir instrucciones” de la naturaleza que sea con respecto a sus decisiones públicas.
Cuántos, pues, de los legisladores y funcionarios electorales y judiciales, habida cuenta de sus manejos administrativos irregulares se deben considerar como sujetos de intimidación para que se sometan a la voluntad del gobierno en turno con respecto a lo que se proponga hacer en relación con las normas electorales y la continuación o no del Instituto Nacional Electoral.
Algo como eso podría quedar al descubierto en cuanto se vote la reforma a discusión en el Congreso. Y obviamente los diputados y senadores que han manifestado una posición y adquieran otra serán los que su voluble postura legislativa en torno a una reforma electoral los exhiba por no tener convicciones firmes o querer eludir represalias legales por sus corruptelas. De ahí entonces su nula defensa ante la muerte del INE.