Separatismo
Alberto Vieyra G. lunes 24, Oct 2022De pe a pa
Alberto Vieyra G.
En 1821, los mexicanos separatistas consiguieron que Chiapas se convirtiera en territorio guatemalteco. Sin embargo, una vez constituida la República en 1824, Chiapas volvió al redil mediante un histórico plebiscito de 12 votos contra 13. El voto de diferencia lo haría Simojovel. Lo chistoso de esta re-anexión de Chiapas a México fue que el recién conformado Congreso de la Unión aprobó la anexión chiapaneca a la nación azteca, cuando en Chiapas todavía no concluía el plebiscito.
Los malnacidos separatistas volverían a hacer de las suyas en mayo de 1841, logrando que Yucatán se convirtiese en la hermana República de Yucatán cuya reanexión ocurriría en 1848, después de que Estados Unidos descuartizó a México arrebatándonos 2 millones 547 mil 242 kilómetros cuadrados.
¿Por qué hago historia? Mire usted.
Casi dos siglos después, siguen brotado como hongos los malnacidos separatistas que directa o indirectamente desearían que México se partiera en dos: El México del norte y el México del sur, que, al decir del peleonero secretario de Gobernación, Adán Augusto López, que no ha entendido que su función es la de cohesionar a la República para que impere la gobernabilidad y civilidad política, hoy está dedicado en cuerpo y alma, igual que su jefe, el Presidente de la República en esa demencial idea de dividir a México para que algún día sea tutelado por el país de las barras y las estrellas.
El rijoso secretario de Gobernación que descaradamente está en campaña electoral rumbo a 2024, que junto con el presidente AMLO se han agarrado de una perorata divisionista y separatista de la República. Adán Augusto López tuvo la demencial idea de afirmar que el sur de México, especialmente Tabasco o “los tabasqueños son más inteligentes que los norteños”. Obviamente que al tabasqueño le llovieron mentadas por millones de mis compatriotas norteños que lo menos que han dicho es que si en la Presidencia de México y en Gobernación, hubiesen dos politicastros inteligentes, doctos en ciencia política y con sensibilidad humana, el país no viviría el “baño de sangre” que impera en territorio azteca. De ineptos no los bajan en Durango, Chihuahua, las Baja California, Coahuila y Nuevo León.
Si los López de Tabasco quieren lanzarse descaradamente a la campaña electoral para 2024, deberían renunciar, en el caso de Adán Augusto López, y en el caso de AMLO, dejar de estarles haciendo la campaña a sus ineptas “corcholatas” que, desde hoy, se están gastando nuestros dineros públicos no sólo en promocionar su rijosa imagen, a través de las mañaneras que son recursos del Estado haciéndolo cínicamente y sin ninguna ética política, a través de discursos de amarranavajas como si estuvieran en plena campaña electoral denostando a sus opositores, a los que no bajan de “hipócritas conservadores”, sólo porque los gobernadores de oposición no han trabajado en sus Congresos para que les aprueben la reforma constitucional para que el Ejército y la Guardia Nacional estorben en tareas de seguridad hasta 2028.
Ya va casi una decena de Congresos locales que han dado el sí a la militarización del país, la mayoría morenista y no es nada remoto adelantar que en la próxima semana quedará aprobada por cuando menos 17 Congresos estatales. Ya veremos entonces qué gestos hace AMLO, su inepto secretario de Gobernación y los arrogantes titulares de la Sedena y Marina. Para entonces, no tendrán ningún pretexto para culpar a los conservadores, a los medios de comunicación, a los periodistas críticos por su evidente torpeza e ineptitud.
¿Con qué cara volverán AMLO y Morena a pedir el voto de los mexicanos, cuando el país se desangra y se les deshace entre las manos y a toda costa buscan hacer dos Méxicos: El México fifí y el México conservador?