AMLO, ungidor madrugador
Eleazar Flores viernes 21, Oct 2022Espacio Electoral
Eleazar Flores
¿Y LAS ELECCIONES?-. Sabedor de que todo lo que dice le hace lo que el viento a Juárez, el presidente Andrés Manuel López Obrador anticipó sentirse “muy contento” porque ya tiene a quién entregar la estafeta presidencial para continuar con la Cuarta Transformación.
En estricto apego a su imprudente dicho, el mandatario invalida de un plumazo el próximo proceso electoral de 2024 o cuando menos lo debilita y considera inútil, negando la mínima oportunidad de triunfo a otros partidos y candidatos ajenos al comando guinda.
Los pronunciamientos triunfalistas del Presidente y su divisa morena se dieron en la mañanera de ayer, seguramente ante el jolgorio de sus seguidores, quienes hasta la fecha lo mantienen en la cima de las simpatías, lo que no es menor cosa.
En otros tiempos y otro el presidente, éste sería drásticamente atacado por todos los demás dirigentes de partidos opositores a su gobierno, haciendo nugatorios los esfuerzos democratizadores de otras corrientes, pero en este caso y con una sonrisa de por medio, el tabasqueño se ufana y en su retórica triunfalista, solo le faltó dar nombre y apellido del sucesor-a.
Menosprecio y desdén a toda la oposición en su conjunto e incluso a la sociedad civil que se ha interesado y reunido para participar en trabajos previos al proceso electoral, es lo que demuestra el presidente de la república, carente de la mínima urbanidad política cuando dice:
“Estoy seguro que voy a entregar la estafeta a quienes van a continuar la transformación, estoy seguro porque hay relevo a la vista”, presume el mandatario.
¿Y LA LEGALIDAD?-. Desde otro ángulo estrictamente jurídico, se supone que como jefe de Estado, López Obrador cae en falta pues en este momento debería estar promoviendo unidad e interés de toda la sociedad, para participar en los trabajos internos de sus respectivos partidos, previos a los tiempos estrictamente electorales.
En este campo de la legalidad se requieren pronunciamientos claros, precisos e inmediatos, tanto del Instituto Nacional Electoral como del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, así sus integrantes sepan que sus recomendaciones podrían ser ignoradas por el infractor, en caso de que haya caído en ese terreno, el Presidente de la República.
No hacerlo y guardar silencio equivaldría a un aval al pronunciamiento de quien públicamente no debería tomar partido por nadie, por todo el efecto negativo de desalentar la participación de otras corrientes opositoras a Movimiento de Regeneración Nacional en la próxima elección presidencial.
Deberían emitir pronunciamientos a sabiendas de que tanto el INE como el Tribunal Electoral Federal son las instituciones favoritas de los blancos de ataque del Presidente de la República.
Tiempo sobra para cumplir con el deber.