Presidenciables del PRI, ¿candidatos de la sociedad civil?
¬ Luis Ángel García viernes 21, Oct 2022Por la Derecha..!
Luis Ángel García
Hecha pedazos la alianza de la oposición rumbo al 2024, gracias a las torpezas políticas de Alito, sus fundados miedos de ir a la cárcel y el entreguismo a los caprichos presidenciales en materia legislativa han contribuido al fortalecimiento de las corcholatas morenistas. Como dicen los clásicos, si hoy fueran las elecciones, por supuesto que ganaría cualquiera de los serviles empleados del inquilino de Palacio Nacional. No porque tengan cualidades personales para ganar, sino por la inercia de la popularidad del tabasqueño.
Sin embargo, las elecciones intermedias parecían abrir las puertas, de nueva cuenta, a la alternancia. Más allá de posiciones partidistas, la elección de candidatos comunes permitió romper la hegemonía de la 4T y se acabó con su sueño del carro completo. La mitad de la Ciudad de México expresó su rechazo al fracaso de un proyecto político que fomenta la pobreza, excluye a la clase media y es incapaz de manejar la economía para resolver las necesidades nacionales. Dejaron escapar dos entidades federativas y perdieron la mayoría calificada en el Congreso.
Entonces vino el apretón de tuercas y el chantaje con procesos judiciales; lamentablemente, la enorme cola de corrupción de personajes de la oposición quebró esa quimera coalición. Para evitar ir a prisión, el dirigente tricolor entregó a sus legisladores a la voluntad presidencial y rompieron la abstinencia en el Congreso y aprobaron las iniciativas que convienen a la 4T.
Pero no todo es miel sobre hojuelas para las corcholatas morenas. La delfina en el Edomex no despega y ya la “enferman”. Por más que se placean los suspirantes presidenciales, no mueven más que a su base electoral, además de las patadas por debajo de la mesa entre ellos. Por eso el tabasqueño no se confía y provoca a la oposición a destapar a su candidato. Quiere ubicarlo para un golpeteo que lo desgaste mediáticamente o amenazarlo con acciones ministeriales.
Ante ello, es importante la estrategia que utilice el PRI cuando proponga a su abanderado, independientemente de si es el representante común de otros partidos. Una buena opción es la experimentada política tlaxcalteca, Beatriz Paredes Rangel, quien, durante una pasarela partidista, independientemente de su propuesta de gobierno, urgió en la necesidad de sumar a la sociedad civil.
La ex dirigente del PRI y actual legisladora reconoce el desgaste no sólo de su instituto político, sino de todo el sistema pluripartidista mexicano. El ciudadano ya no confía en las opciones políticas tradicionales, quienes lo han engañado desde todos los colores, sólo lo buscan cuando requieren de su voto, ya con el sufragio en la mano, se olvidan del elector.
Sacar un candidato apoyado por las asociaciones civiles, sin tintes partidistas, es una estrategia que puede hacer frente a la 4T, quien sólo cuenta con la popularidad del presidente y los beneficiarios de los programas sociales, que son muchos. Con la desventaja, para el mandatario, que él no aparecerá en las boletas de los próximos comicios.
Beatriz Paredes es una buena opción, con una larga carrera política nacional y estatal, tanto en la administración pública, como en el campo legislativo, con cargos en el extranjero, y como socióloga conoce el pulso del país y sabe de la importancia de la sociedad civil. Ya no la pueden engañar, ni recurrir a ella sólo cada tres años; ahora el mexicano demanda participación en la elaboración de las políticas públicas y en la toma de decisiones.
Más allá de los programas sociales que sólo administran la pobreza, una candidata empoderada por la sociedad civil puede ser la fórmula para derrotar a la 4T.