Qué refresh acabo de tener…
Salud miércoles 19, Oct 2022
Durante el proceso de quimioterapias escribí mi sentir, mismo que quiero transmitir, principalmente a todas las mujeres y sepan que la fortaleza, valentía y seguridad, me ayudaron a salir victoriosa del cáncer de mama.
Desde un inicio supe que NO me iba a morir, ya que tenía cosas por hacer en este plano y me prometí ser el ejemplo e inspiración para las mujeres que pasan por este diagnóstico y vean que sí hay esperanza.
En lo personal, funcionó, que inconscientemente, preparé a mi cuerpo para estar fuerte física y emocionalmente, comer sano, hacer ejercicio y asistir a terapia psicológica, para tener una mente sana, facilitó recibir la noticia, aceptarla, tomar el tratamiento, que por naturaleza es muy agresivo, sin dejar atrás la recuperación de varias cirugías, la cual, siempre fue bondadosa.
Claro que al principio te sientes devastada, te aterran los cambios físicos, pero nada es para siempre, ni la propia vida, puedes perder el cabello, pero crecerá, te quedas sin sentido del gusto, pero volverá, tendrás nauseas, pero hay muchas opciones para aminorar la sensación etc. en cuanto vas organizando tus pensamientos y pones como prioridad tu vida, todo va tomando forma, el pensamiento positivo es la clave, empiezas a agradecer la tremenda transformación que estás viviendo ya que, valoras desde el alma, desde que abres tus ojos, tu cama, bañarte con agua caliente, tu casa, tu familia y amigos que se están convirtiendo en tu red de apoyo y te demuestran cuanto te aman. Algunos se van, pero también agradeces el tiempo que, en su momento, te compartieron y deseas que siempre les vaya bien, pues a la par, están abriendo paso a que nuevas personas lleguen a tu vida y aprenderás también de ellas.
Y justo, en el hospital, te encuentras con ciertos ángeles que te cuidan, te escuchan, te acompañan y te sacan una sonrisa, el equipo médico, de enfermería, laboratoristas, radiólogos y todos en general, hacen tu estancia lo más amena posible.
Doblemente afortunadas, las que hacemos amistad sincera, con compañeras de vida, que al igual que tú, no se rinden y hacen lo que se tiene que hacer para ganar la batalla y un día una levanta a la otra y es un acto de verdadero amor, ya que tu amiga, aun pasando por el mismo dolor, incertidumbre y angustia, está pendiente de ti y da seguimiento a tu estado de ánimo.
Aprendes a respetar, tener empatía y respeto porque te das cuenta que cada persona es diferente, física y emocionalmente y aunque tomen el mismo tratamiento, las reacciones serán totalmente distintas, apoyas y das ánimo, en la medida de lo posible.
Aunque siempre supe que era más que un seno y no me importaba que me lo quitaran, ya que mi objetivo era estar viva, el día que perdí mi colgajo (reconstrucción que me hicieron, con grasa abdominal, el mismo día que retiraron mi seno) lloré mucho, pero los cirujanos plásticos, me dieron esperanza al darme diferentes opciones de reconstrucción, que tendría más adelante y hoy en día, me encuentro en espera de concluir, a lo que llamo “la cirugía de la cerecita del pastel” Vivo en total gratitud por esta oportunidad de vida, por la nueva versión de mí.
Porqué me pasó? Por dejar pasar 3 años sin asistir al ginecólogo y sin auto explorarme, por lo que, de corazón te digo, no tengas miedo, siempre hay esperanza, la ciencia está muy avanzada y si te detectan a tiempo, lo vas a lograr, no te derrumbes, la fe es muy poderosa y lo cambia todo, por favor, tócate, para que no te toque.