Paja en el ojo…
¬ Augusto Corro martes 14, Jun 2011Punto por punto
Augusto Corro
- Critica FCH a régimen priísta
- El PAN perdonó a Echeverría
- Carstens y sus promociones
Sábado y domingo, el mandatario mexicano, Felipe Calderón Hinojosa (FCH), estuvo en Estados Unidos ante migrantes mexicanos y después en la Universidad de Stanford. Con los primeros, su discurso acusó a la industria armamentista norteamericana de miles de muertos que están ocurriendo en México.
Dijimos, en su oportunidad, que se trataba de un reclamo tardío y pasivo que no han tenido interés en escuchar ni las autoridades ni los legisladores estadunidenses. Sordos y ciegos de lo que ocurre en México, los discursos de FCH se les resbalan.
El domingo, el presidente mexicano también pronunció un discurso en la mencionada universidad, donde criticó al viejo régimen priísta de autocrático, donde un solo partido controlaba los medios de comunicación, enseñanza en las escuelas y “hasta qué conciertos de rock se permitían”.
Sin señalar al tricolor por su nombre, el mandatario mexicano le atribuyó asesinatos políticos, represión y fraudes al gobierno del partido único y al que pertenecían. También dijo que cuando los estudiantes protestaban eran masacrados; muchos oponentes simplemente fueron desaparecidos.
No es necesario ser un historiador para saber que FCH se refirió al problema del 68 con las masacres del 2 de octubre y 10 de junio, cuando el Revolucionario Institucional se desempeñaba como una dictadura perfecta (Vargas Llosa dixit).
Efectivamente, los intereses políticos presidenciales, en aquellos años, desembocaron en una lucha que terminó en matanzas de jóvenes y de líderes estudiantiles rebeldes. Los asesinos tenían cara y se sabía de quienes se trataba: encabezaban la lista Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría Álvarez.
En las hemerotecas se encuentran los diarios de aquellas fechas, en los que se lee la participación entreguista de los blanquiazules a la política diazordacista en su lucha contra los “comunistas”. Basta con echarle una ojeada a las crónicas parlamentarias en las que se trataban los temas de las masacres.
Díaz Ordaz se fue a la tumba sin ser molestado por la justicia. No ocurrió lo mismo con su socio LEA, este político con imagen de nazi, que logró evadir la justicia, gracias a la tibieza de los panistas que lo perdonaron.
A partir del sexenio de Vicente Fox, se dio por hecho que LEA sería juzgado por sus crímenes y exhibido como lo que fue: un genocida. Pero, se movieron los hilos de la política y el ex mandatario estuvo encerrado en su mansión, dizque pagando sus culpas.
¿Qué hicieron Fox y FCH para castigar a los culpables de las masacres? Nada. Ambos perdieron la oportunidad de aplicar la justicia anhelada por miles de familias mexicanas, cuyos hijos murieron en esos años de represión y persecución políticas brutales.
Por cierto, al presidente FCH le fue muy mal en su discurso, como orador principal, en la ceremonia de graduación en la Universidad de Stanford, a la que asistieron 4 mil alumnos. Cuando empezó a hablar, una avioneta sobrevolaba el lugar con una manta en la que se leía lo siguiente en inglés: “40,000 dead. How many more? (40 mil muertos. ¿Cuántos más? Fue el recordatorio de la campaña “No más sangre” (la tela llevaba el símbolo).
Curiosa condición de los políticos que siempre ven la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio.
CARSTENS Y SUS GASTOS
Agustín Carstens recorre el mundo (en sentido estricto) para promover su imagen y conseguir votos para alcanzar la dirección del Fondo Monetario Internacional, este organismo que se encarga de apretar las clavijas para que los países pobres se vuelvan más pobres.
Carstens, gobernador del Banco de México, tiene derecho a soñar como lo hace cualquier persona, salvo que es importante saber si el dinero que gasta en sus viajes promocionales es de su propio bolsillo o se trata de recursos derivados de nuestros impuestos. Porque se le ve en Brasil, China, Japón, etc. Y los viajes cuestan. ¿O no?
¿A quién le interesa que Carstens busque la dirección del FMI si de antemano se sabe que ya se decidió que ocupe el cargo Cristine Lagarde, la ministra de Economía francesa? ¿Quién ilusionó al mexicano. Se nota, a leguas, que lo mandaron a la guerra sin fusil.
Quizá la trayectoria del aspirante mexicano sea excelente a nivel mundial y que en su cargamento de conocimientos se encuentre el tejemaneje de las economías de los países emergentes; sin embargo, en México, no se olvida su diagnóstico sobre la crisis que anunció como un simple “catarro” y terminó en “pulmonía”.
Su papel como secretario de Hacienda fue mediocre. La tasa impositiva cada día se hizo más onerosa para millones de mexicanos, que no tienen trabajo y aquellos que están empleados sus salarios son miserables.
Sin embargo, la carta de presentación de Carstens se apoya en los resultados de la macroeconomía mexicana. Esto es algo parecido a una ficción, pues los beneficios de esa política sólo ayudan a unos cuantos. ¿Sirve de algo tener las reservas de dólares hasta el tope si el gobierno en turno no es capaz de crear fuentes de trabajo? ¿O que los precios de la gasolina sigan su espiral ascendente sin esperanzas de que alguien la frene?
Así pues, el ahora famoso Carstens busca la dirección del FMI. Ojalá lo haga con su dinero, porque se trata de una inversión que no le producirá beneficio alguno.
MACRO-OPERATIVO
En las 32 entidades federativas de México se inició un macro-operativo policial contra la delincuencia. Un solo comando “una sola operación en todo el país, todos los estados en la misma línea” para enfrentar al crimen organizado.
Se trata de combatir tanto los delitos federales como del fuero común. En esas acciones están de acuerdo los gobernadores (Conago). No nos queda otra que felicitar a los mandatarios estatales que, por lo menos, empezaron a preocuparse por la seguridad en México.
Pero, ¿dónde están los policías que participan en esa gigantesca operación anticrimen? Siempre se dijo que los cuerpos policiacos tienen una vinculación con los criminales, que la mayoría son elementos no que llenan los requisitos de confianza que exige su trabajo. ¿Con quién efectuan el macrooperativo?
Ojalá que la multicitada campaña no se trate de fuegos fatuos políticos que vengan a enrarecer, aun más, el de por si deteriorado ambiente de violencia que priva en México.