Pecado original
Alberto Vieyra G. lunes 10, Oct 2022De pe a pa
Alberto Vieyra G.
Para gobernar a México se requiere invariablemente del apoyo de 3 poderosas oligarquías: La Iglesia, el poder de los empresarios capitalistas y el Ejército. Esa era la tesis concebida, como el pecado original del primer emperador de México Agustín de Iturbide y Arámburu, quien no fue capaz de atar a su gobierno el cabo suelto de las bayonetas y sería fusilado en Padilla, Tamaulipas el 19 de julio de 1824.
Después de aquél histórico episodio y ya en la era del ponzoñoso presidencialismo, la lucha por la silla presidencial sería cruenta, sucia, tenebrosa y macabra. Asonadas, intentos de golpe de Estado, golpes de Estado y la fiesta de las balas para hacerse del poder distinguiría a muchos militares que llegarían al poder con las manos manchadas de sangre.
Durante la Revolución Mexicana y después de ella, proliferarían las oligarquías gobernantes sanguinarias y tomaría auge el México de los caudillos. Francisco I. Madero confiaba ciegamente en aquél feo soldado llamado Victoriano Huerta Márquez, a quien nombró secretario de guerra -hoy Sedena- y sería quien le propinó golpes de Estado en 1913 y lo asesinaría junto con el vicepresidente José María Pino Suárez.
El presidente Venustiano Carranza moriría a manos de la oligarquía más sanguinaria del siglo XX. El llamado Grupo Sonora integrado por Plutarco Elías Calles, Álvaro Obregón Salido, Benjamín Hill y Adolfo de la Huerta.
Además de Carranza, el Grupo Sonora se despachó al otro patio a Francisco Villa, cuando éste declaró que “tenía mucho pueblo” para ganar las elecciones presidenciales, pero la realidad es que al general Villa no le interesaba la silla presidencial, pues a los gringos les había dicho “yo, no estoy preparado para ser Presidente de México”, pero por el sólo hecho de la declaración, que hizo al periodista de El Universal, Regino Hernández Llergo, fue suficiente para que Álvaro Obregón lo mandará a asesinar en Parral, Chihuahua.
Aquella sanguinaria oligarquía mató a 820 personas, entre ellas al mismísimo compadre de Álvaro Obregón, el general Francisco R. Serrano y todavía la fiesta de las balas siguió en 1935 cuando el general Lázaro Cárdenas mandó a sus esbirros podar el árbol callista con más de media docena de muertos en la Cámara de Diputados y el exilio del llamado Jefe máximo de la Revolución Mexicana, Plutarco Elías Calles, a quien no se le reconoció ningún hecho heroico de armas, pero encabezó el llamado Maximato, es decir que el que mandaba en México era Calles y no el Presidente de la República en turno.
¿Por qué hago historia? Mire usted.
El Presidente de la República Mexicana, Andrés Manuel López Obrador acaba de cometer y acaba de cometer uno de los errores históricos más garrafales el de militarizar a México, haciendo que las bayonetas estén ya gobernando de facto en México, lo que sin duda reeditará episodios, que jamás queremos los mexicanos bien nacidos que se repitan. Además del fuero militar del que ya gozan los efectivos del Ejército, ahora AMLO les pone a sus pies las aduanas, los aeropuertos, el Tren Maya, los puertos y ahora, hasta una línea aérea comercial ¿Mexicana… y con todo el poder económico y político, se imagina usted? ¿Los mexicanos estaremos viviendo ya una dictadura militar?
AMLO jura y perjura que ningún militar se convertirá en Presidente de la República, que el Ejército es disciplinado y leal, pero usted y yo nos preguntamos: ¿Y los apetitos del poder los controlará AMLO desde su rancho?
Recordaré, que en nuestros días la Fiscalía General de la Republica canceló 22 órdenes de aprehensión en contra de militares. AMLO se topó con el fuero militar, que quiere decir que son intocables por el fuero común. Para cualquier castigo tienen los tribunales federales y eso cuando a un general le interesa quitar de en medio a alguno de sus enemigos, pero cuando se trata de enfrentar a la justicia civil, ahí manda el Ejército.
¿Estamos los mexicanos en vías de vivir en una nueva era de caudillos, de pistolas y de fiestas de las balas, como las que hoy protagonizan las malvadas mafias criminales? ¿O será que AMLO baila al son que le toque el Ejército?