Hackers filtraron los problemas que enfrenta obra del Tren Maya
José Luis Montañez Aguilar, Nacional* viernes 7, Oct 2022Derecho de réplica
José Luis Montañez
- Retrasos, encarecimiento, cambios de ruta y conflictos de territorio
El Tren Maya ha venido arrastrando muchísimos obstáculos desde que se puso en marcha su construcción, principalmente las quejas de los ambientalistas ante la presunta devastación de la selva quintanarroense, no obstante, el gobierno federal no ha dado pasos hacia atrás y mantiene firme su promesa de entregar el proyecto funcional para diciembre del próximo año; lo cual para muchos es una locura, pues han trascendido correos electrónicos y documentos que dejan de manifiesto que acabar en el tiempo pactado es bastante difícil.
Correos electrónicos hackeados por el grupo Guacamaya, revelan que las obras del Tren fueron reportadas con múltiples retrasos en abasto de materiales, liberación de derecho de vía, inundaciones, construcción de puentes no previstos y hasta en el diseño de los trenes, eso sin mencionar los múltiples conflictos con algunos pobladores en materia de terrenos.
En cuestión de costos, descubrieron que en el Tramo 4, que corre de Izamal a Cancún, había una proyección de 30 mil millones de pesos, pero ese presupuesto ya se disparó hasta los 53 mil millones, mientras que el Tramo 5 Sur ahora costará casi 30 mil 500 millones de pesos cuando solo se habían estimado 17 mil.
Los datos contenidos en informes que subordinados le hicieron llegar el 22 de agosto a Javier May, director de Fonatur, y que terminaron siendo hackeados a la Sedena también destacan que el Tramo 1, que corre de Palenque a Escárcega, solo había recibido el 11 por ciento de los 517 mil metros cúbicos de balasto o grava necesarios para las vías. Mientras que sólo se recibió el 30 por ciento de las 457 mil piezas necesarias de durmientes de madera.
Mayor demora en obras, de la prevista
De todos los informes obtenidos por Guacamaya, el anterior es el único en el que ya aparecen diseños terminados de algunas estaciones y paraderos, pues en el resto de los tramos sólo hay avances y en todos los casos con mayor demora de la prevista.
Por ejemplo, la estación de Escárcega tiene 11 por ciento de avance; Palenque, donde inicia el tren, sólo el 0.6 por ciento. Mientras tanto, en el Tramo 2, de Escárcega a Calkiní, el avance, a decir de Fonatur era de 50.5 por ciento, pero de sólo 0.2 por ciento en las obras complementarias como la colocación de balasto, durmientes y rieles.
Asimismo, se constató que Alstom ya informó al gobierno federal que la entrega de los trenes se ha desfasado hasta septiembre de 2023.
En cuanto a las inconformidades, por parte de las comunidades, Fonatur ha instruido cambiar 24 pasos a nivel, vehiculares y peatonales, mientras que 32 subtramos no estaban liberados por el INAH ni el derecho de vía.
También reportaron problemas de inundación en algunos tramos, pues al 17 de agosto, el nivel de agua acumulada en algunas zonas ha sobrepasado los niveles de terraplén en proceso de construcción.
En los tramos 5 Norte, 6 y 7, que cubren la ruta de Cancún a Escárcega y que quedaron a cargo del Agrupamiento de Ingenieros Felipe Ángeles, se reportó que Sedatu no incluyó en un decreto expropiatorio los predios para la estación Puerto Morelos, la base de mantenimiento y el campamento de las obras.
Descubren “agenda de riesgos” para AMLO
De acuerdo con los mismos documentos filtrados por el grupo Guacamaya, la Secretaría de la Defensa Nacional elaboró una “agenda de riesgos” para cerrarle el paso a cualquier “eventualidad de tipo social-delincuencial”, en contra del presidente Andrés Manuel López Obrador durante sus visitas de supervisión del Tren Maya en Campeche, Quintana Roo y Yucatán.
El Sol de México publicó que el Ejército teme un levantamiento social por parte del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) para sabotear las obras del gobierno federal, empezando por el Tren Maya, lo que habría encendido las alertas internas, a un grado tal, de que pensaron en una estrategia para evitar eventualidades.
Mientras tanto, la Sedena reconoce acciones de “inteligencia”, pero niega que sea contra activistas o periodistas, sino para salvaguardar la seguridad del proyecto y de quienes trabajan en él.
El documento, calificado como confidencial, pero revelado por “Guacamaya”, se presume que fue enviado por la Sedena a Fonatur y que forma parte de los miles de correos electrónicos que fueron sustraídos al Ejército en el ataque cibernético, donde se confirma que López Obrador tiene un blindaje especial en estas giras de supervisión en el sureste mexicano.
En agosto y septiembre, el Ejército implementó distintas “líneas de acción” en los puntos donde tuvo actividades el jefe del Ejecutivo federal que comprendieron “seguimiento al activismo político y social de la región” y la “identificación de líderes de manifestaciones sociales, capacidades y poder de convocatoria con el propósito de detectar posibles bloqueos”, según el documento.
En las “agendas de riesgo” que presenta la información revelada, la institución castrense que encabeza el general Luis Cresencio Sandoval instruye a las zonas militares de los estados de Campeche, Quintana Roo y Yucatán que “establezcan comunicación con las diferentes dependencias de los gobiernos estatales durante los recorridos del presidente, con el propósito de coordinar y prevenir cualquier eventualidad de tipo social-delincuencial que se pudiera presentar en el área donde el Presidente de los Estados Unidos Mexicanos desarrollará sus actividades”, cita el documento.
Se indica, que en la gira que realizó AMLO entre el 2 y el 3 de septiembre por Quintana Roo el Ejército señaló como “punto crítico de riesgo” el “arribo de integrantes de diversas organizaciones sociales (en Cancún) como volqueteros, redes feministas y colectivos de búsqueda de personas desaparecidas, así como de habitantes, con el fin de expresar sus demandas, principalmente de seguridad”, por lo que desplegaron una estrategia que habría impedido que llegaran al Presidente.
Tres cárteles operan en la ruta del tren
El Tren Maya, megaproyecto insignia de la Cuarta Transformación (4T), busca impulsar el desarrollo en el sureste de la República, según indican, no obstante, se ubica en una zona que se ha convertido en un punto estratégico para las operaciones de algunos de los cárteles criminales más grandes del territorio mexicano.
De acuerdo con los informes de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) que salieron a la luz tras el hackeo del grupo Guacamaya, el trazado del proyecto contempla que las vías del Tren Maya atraviesen Quintana Roo, Yucatán, Campeche, Tabasco y Chiapas, que hoy son puntos estratégicos para el tráfico de drogas y migrantes que los cárteles trasladan a Estados Unidos cruzando por México.
Los documentos detallan que en las entidades en las que se construirá la vía del Tren Maya operan algunos de los cárteles con mayor impacto en el país, así como más de una decena de células y grupos delincuenciales independientes.
Los tres principales cárteles con operaciones en el trazado del Tren Maya son el Cártel del Pacífico, Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel del Golfo, a quienes se suman otros grupos de la delincuencia organizada locales como “Los Pelones”, “Pura Gente Nueva”, “La Familia Epitacio”, “La Familia Valencia” y otros.
Entre las principales actividades delictivas a las que se dedican estas organizaciones criminales están el trasiego de drogas, el robo de hidrocarburos y el tráfico de migrantes.
En el caso del “Cártel del Pacífico” tiene presencia en los cinco estados por los que pasará el Tren Maya (Quintana Roo, Yucatán, Campeche, Tabasco y Chiapas); pero comparte la “plaza” con otros carteles en diferentes puntos, según la información filtrada.
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