La militarización de la Guardia Nacional da motivo para una pasarela presidencial
Miguel Ángel Rivera jueves 6, Oct 2022Clase Política
Miguel Ángel Rivera
Aparte de sus implicaciones en relación con la inseguridad en el país, la decisión del Senado de ampliar el periodo por el cual la Guardia Nacional queda bajo control total de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), tiene notables repercusiones en el terreno político.
En primer lugar, lo más evidente: Se rompió el bloque opositor que estuvo integrado por el PAN, el PRI y el PRD, coalición a la que se le concedía la posibilidad de impedir que Morena conserve el gobierno federal por lo menos durante seis años más.
De acuerdo con tales pronósticos, en parte sustentados por varias encuestas, si los mencionados partidos compiten por separado en las venideras elecciones presidenciales de 2024, irán a una segura derrota frente al cada día más popular Morena, que no tendrá mayor dificultad para conservar a sus aliados, el PT y el PVEM.
El rompimiento de la coalición opositora pasó por el giro que dio la dirigencia del PRI, encabezada por Alejandro “Alito” Moreno Cárdenas y el coordinador de los diputados y ex gobernador de Coahuila, Rubén Moreira Valdés, cuando pasó de rechazar radicalmente la militarización del país —lo cual era compromiso dentro de la Alianza Va por México— a presentar una iniciativa de reforma constitucional que le facilitó a la llamada Cuarta Transformación darle la vuelta a los impedimentos que la misma Carta Magna contiene para limitar o de plano impedir que las fuerzas armadas cumplan labores policiacas.
El presidente Andrés Manuel López Obrador se había saltado los obstáculos mediante reformas a leyes reglamentarias aprobadas por su mayoría de diputados incondicionales, pero todos los juristas advirtieron que esas modificaciones serían descalificadas por la Suprema Corte de Justicia.
La referida iniciativa del PRI pasó la aduana de la Cámara de Diputados, pero al llegar al Senado se daba por seguro que sería rechazada, por no reunir las bancadas oficialistas el suficiente número de sufragios a favor para una votación calificada como exige una reforma constitucional.
El tema de la “no militarización” servirá a
Morena para placear a sus “corcholatas”
Este ambiente de confrontación sirvió para que el coordinador de los senadores “morenos” y presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), Ricardo Monreal Ávila desplegara sus dotes de negociador y conciliador, que le sirven para sostener su aspiración a la nominación presidencial de Morena, a pesar de la resistencia del presidente López Obrador.
En esa labor tuvo el respaldo —o supervisión— del secretario de Gobernación y ex gobernador de Tabasco, Adán Augusto López Hernández, quien también negoció largamente con la oposición y con los de casa.
El trabajo combinado de convencimiento —aunque hubo versiones de amenazas y acoso a personajes de la oposición— tuvo resultado al conseguir suficientes votos para aprobar la reforma a la Constitución.
Ese esfuerzo del “hermano” del presidente López Obrador (así lo llama) no se puede considerar totalmente desinteresado, pues él sí está considerado entre las tres “corcholatas” del primer mandatario, junto con la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo, y el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubón.
Gracias a su obligación constitucional de presentar un informe anual de labores, la mandataria capitalino ha tenido oportunidad de exhibir su condición de precandidata presencial por las 16 alcaldías de la capital del país, sin dejar de atender “invitaciones” al resto de la República con motivo de los cambios de gobernadores y otros eventos políticos.
También debido a su cargo, el titular de Relaciones Exteriores ha tenido su proyección en los medios. Aunque su labor está enfocada hacia el exterior, Ebrard ha tenido ocasión para proyectarse al interior gracias a responsabilidades como la de llevar la demanda contra fabricantes de armas de los Estados Unidos por el contrabando que las pone en manos de delincuentes mexicanos y, sobre todo, la difusión del “plan de paz” del presidente López Obrador para la invasión de Rusia a Ucrania, propuesta que no tuvo mucho impacto en foros internacionales pero que en México ha servido para exaltar la figura presidencial al grado de proyectarlo como un estadista de dimensión mundial.
Una pasarela especial que llegará a toda la República
Pero si las otras dos “corcholatas” tienen sus trampolines para proyectarse ante la opinión pública nacional, el secretario de Gobernación tendrá a su disposición toda una catapulta, que le permitirá llegar directamente a los más elevados niveles de la política nacional.
Ayer, en entrevista con Joaquín López-Dóriga, al comentar los pormenores de las negociaciones en el Senado, el titular de Gobernación anunció que visitará todas las entidades federativas, para explicar los alcances y las modalidades de los cambios aprobados por los senadores, pues luego de que pasen por la Cámara de Diputados —lo cual se considera que ocurrirá sin ningún contratiempo— deberán ser ratificados por la mitad más uno de los Congresos de las entidades federativas.
Parece una actividad que, más bien, debería desempeñar un miembro del Poder Legislativo, pues trataría con sus pares de los estados. Sin embargo, es también una buena oportunidad para proyectar a un aspirante presidencial.
Será, según reveló López Hernández, una gira muy rápida, pues tiene planeado visitar dos estados en un solo día. Es decir, si no hay ajustes posteriores, el recorrido total no le llevaría más de 16 días.
A cambio de la celeridad del recorrido, la ventaja para el precandidato “moreno” es que se reunirá con los miembros más prominentes de la clase política de cada entidad, los cuales seguramente acompañarán a los diputados locales, pues nadie querrá perderse saludar personalmente a uno de los favoritos en la carrera presidencial y hasta gritarle desde muy cerca: Pre-si-den-te, pre-si-den-te, pre-si-den-te.
El futurismo no está patentado ni es exclusivo del PRI.
Ex gobernador de Tamaulipas se declara víctima de persecución política
Hay un juego infantil en donde el encargado de perseguir al resto de los niños tiene que contar hasta diez (o veinte o treinta) antes de arrancar para tratar de atraparlos.
Parece que este juego es muy del agrado de la “autónoma” Fiscalía General de la República (FGR), pues da oportunidad de que los acusados de algún delito puedan poner tierra o mar de por medio respecto de los responsables de perseguirlos.
El caso más reciente es el del ex gobernador de Tamaulipas Francisco Javier García Cabeza de Vaca, quien desde hace más de un año fue acusado de diversos delitos, al grado que la Cámara de Diputados federal decidió, el 30 de abril de 2021, retirarle el fuero.
Esa decisión fue bloqueada por la Cámara de Diputados de Tamaulipas, lo cual permitió que García Cabeza de Vaca continuara en funciones hasta el último día de su mandato, el pasado 30 de septiembre, pero se mantuvo la amenaza de que sería aprehendido de inmediato.
A nadie sorprendió el hecho de que el ex mandatario no acudiera a la ceremonia de toma de protesta de su sucesor, pues ya no estaba protegido por el fuero. Lo notable fue que no aparecieran los agentes supuestamente encargados de hacer efectiva la o las órdenes de aprehensión pendientes.
Mientras los agentes del orden parecían sorprendidos, en redes sociales y en los medios de comunicación circulaba la versión de que el ex mandatario ya estaba fuera de territorio nacional, probablemente en los Estados Unidos, pues García Cabeza de Vaca, como muchos fronterizos, tiene la nacionalidad de ese país por haber nacido en su territorio. Rumores aparte, lo cierto que sus presuntos perseguidores ignoraban su paradero, a pesar de que se presumía que estaba bajo vigilancia permanente.
Apenas ayer, cinco días después de que el ex gobernador quedó sin fuero, se dio a conocer oficialmente que la FGR giró al Instituto Nacional de Migración (INM) una alerta para impedir que el “perseguido” cruce la frontera.
García Cabeza de Vaca respondió en redes sociales: “Me entero por un comunicado de Segob de supuesta orden de aprehensión y alerta migratoria en mi contra.
“No me extraña esta nueva andanada en la persecución política. Al gobierno le urgen distractores. Mi defensa aportará la información pertinente. Basta de perseguir opositores”.