Primero el programa
Ramón Zurita Sahagún lunes 13, Jun 2011De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Por alguna razón, Manlio Fabio Beltrones no consigue pintar en las encuestas y se mantiene por debajo de los dígitos en los distintos sondeos que son levantados cotidianamente.
Eso sí, el sonorense se presenta como una de las dos o tres opciones que ven los ciudadanos como prospectos presidenciales del PRI.
Intercambia posiciones, en ocasiones, con Beatriz Paredes Rangel y Fidel Herrera Beltrán, en el segundo o tercer lugar en las preferencias electorales, pero él y Enrique Peña Nieto son siempre mencionados.
Y aunque se mantiene sumamente retrasado de quien encabeza las encuestas (Peña Nieto), Manlio Fabio es mencionado con mayor frecuencia entre los distintos círculos.
Son cada vez más los que establecen que de los diferentes prospectos, el presidente del Senado es quien reúne mayor experiencia y podría enfrentar con crecientes posibilidades de éxito el problema de la inseguridad y de la excesiva violencia que azota al país.
Las bases para ello se cifran en una supuesta mano dura de Beltrones, quien se formó, políticamente, al lado de Fernando Gutiérrez Barrios, catalogado como un ícono en el combate a la delincuencia organizada.
Dentro del servicio público, Manlio Fabio fungió como secretario particular del entonces subsecretario de Gobernación, de donde salió para convertirse en diputado federal.
Más tarde fungió como subsecretario de Gobernación, en los tiempos en que el propio Gutiérrez Barrios actuó como secretario del ramo, posición que asumió después de ser electo senador por primera ocasión.
El hoy presidente del Senado de la República dejó el cargo para desempeñarse como gobernador de Sonora, uno de los estados, donde hoy se mueve a sus anchas el narcotráfico y que padece ráfagas de violencia.
Por supuesto que el sexenio de Beltrones se desarrolló en otro contexto, distinto del que vivimos en la actualidad, en materia de violencia, pero los problemas no fueron mayores en ese terreno.
Durante la época de gobernador de Beltrones, se produjeron una serie de desencuentros entre el mandatario y el entonces jefe del Departamento del Distrito Federal, Manuel Camacho Solís.
Camacho era el principal adversario de Luis Donaldo Colosio en la búsqueda de la candidatura presidencial del PRI y Beltrones respaldaba a su paisano, por lo que se convirtió en el contestatario de Camacho, con quien sostuvo épicos escarceos verbales.
Luego, al término de su sexenio (1991-97), Beltrones fue ignorado por el entonces Presidente de la República, Ernesto Zedillo Ponce de León y se fue al olvido político por casi un sexenio, hasta que reapareció como dirigente de uno de los tres sectores del PRI.
Desde ese momento, Manlio se hizo del control del sector popular y hoy en día, solamente gente cercana a él logran la secretaria general de la CNOP.
Manlio ha venido construyendo una serie de alianzas dentro del PRI, en las estructuras, de las que no son tan visibles, por lo que, tal vez, no le preocupan las encuestas.
Es por eso que mantiene su tónica de que primero es el programa y después el nombre del candidato, aunque ya deja ver su interés en participar en la contienda interna de su partido, donde se presenta como uno de los aspirantes.
Los de la propuesta de que primero sea el programa y después el hombre, fue una propuesta de la década de los 70, donde Jesús Reyes Heroles, el entonces presidente del PRI resultó rebasado por la cargada que destapó sin más a José López Portillo como su candidato presidencial, después de que Luis Echeverría Álvarez señaló con su índice el nombre de su sucesor.
Hoy los tiempos parecen similares y poco serán los que atiendan al llamado de Beltrones, toda vez que los destapes y cargadas están a la orden del día.
Ernesto Cordero se encuentra en plena efervescencia, viviendo su mejor momento, mostrándose por todo el país y recalcando que sí quiere ser candidato y hasta baladroneando de que será el próximo Presidente de la República.
La timidez parece haberla dejado en el pasado y un secretario de Hacienda echado para delante visita territorios a los que antes no se atrevería a ir y participan en mítines de respaldo a los candidatos de su partido en distintos estados.
Cordero está irreconocible, avienta puyas, lanza retos, ofrece entrevistas y se muestra como todo un prospecto presidencial, trazando una línea que siguen algunos de sus partidarios y hasta los que no lo son, pero que guardan simpatías con su partido.
Con esta arremetida de los panistas, donde su principal objetivo se centra en el candidato mejor posicionado (Enrique Peña Nieto), poco resultado puede tener el llamado de Beltrones para que se esperen mejores tiempos y sea hasta después que se conozca el programa de gobierno del PRI, cuando se defina el nombre de su candidato.
Por lo pronto, los retos lanzados por los opositores de Peña Nieto para que debata, son puntos a favor del mexiquense a los que hasta ahora no responde, sin importar si el reto lo lanzó el secretario de Hacienda, el del Trabajo, el de Educación Pública o la coordinadora de los diputados federales del blanquiazul.
Entre los priístas no hay prisa para responder a esos retos y menos aún cuando el candidato de su partido en el Estado de México se mantiene a años luz de sus contrincantes.
MANLIO Y ERUVIEL
Faltaba la presencia del senador Beltrones en la campaña del candidato Eruviel Ávila y ésta se produjo ayer, en una población histórica como lo es Teoloyucan, con lo que termina con rumores y dudas.
La asistencia de Manlio Fabio a uno de los mítines de Eruviel se tradujo en muestras de respaldo para el sonorense por la labor que viene desempeñando.