Profeco protege intereses de la transnacional L’Oréal
Nacional jueves 22, Sep 2022
Contrario, a la campaña contra la corrupción
- Le allana el camino a la empresa francesa en contra de una pequeña compañía española
Hay funcionarios de la 4T que todavía no han entendido la relevancia de la cruzada que emprende el presidente Andrés Manuel López Obrador contra la corrupción, tal es el caso de Ricardo Sheffield Padilla, titular la de Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), quien, de acuerdo a expedientes, le limpia el camino a los intereses comerciales de L’Oréal en contra de una pequeña compañía española, en detrimento de los consumidores mexicanos.
Tras las denuncias realizadas contra Profeco por parte de industriales petroleros que resultó en la remoción de tres servidores públicos de esa dependencia, anunciada por la Segob en mayo 2022, sale a luz una investigación de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) contra el procurador Sheffield por la creación de negocios turísticos e inmobiliarios con dos de sus subordinados en Guanajuato y Veracruz.
A la par, surge otra pesquisa que da cuenta de irregularidades, por decirlo de manera elegante, pero esta vez con acento francés.
Tal es el caso del “Goliat” mundial del lujo y de la cosmética, la empresa francesa L’Oréal, que ha recibido el apoyo incondicional de la Profeco a efecto de perseguir a sus competidores directos con la intervención de su titular Ricardo Sheffield Padilla, y de los dos últimos ex subprocuradores de Verificación y Defensa de la Confianza entre 2019 y 2022, Talía Vázquez Alatorre y Cuauhtémoc Villarreal Martínez, quienes emprendieron en 2020 una campaña en contra de ISDIN, una pequeña, pero conocida compañía española que destaca en el ramo de la dermocosmética y de los bloqueadores solares. ¿El objetivo?, hacer desaparecer del mercado, sin sustento ni justificación alguna, a la compañía española, así como sus bloqueadores solares vendidos en farmacia.
A solicitud de la transnacional francesa, la Profeco ha utilizado, hasta hoy, todo su aparato operativo interno con el fin de buscar a toda costa “justificantes” para sacar del mercado al bloqueador solar de la mencionada compañía española ISDIN. El objetivo real de la transnacional francesa es que el producto se declare ilegal y con ello ahuyentar a los consumidores, haciéndoles creer que dicho bloqueador representa un riesgo para la salud pública.
Sheffield Padilla, dicen los afectados, tuvo un rol clave en toda la operación para sacar del mercado a este bloqueador español, ya que presentó ante la Dirección General de Normalización de la Secretaría de Economía una propuesta de reforma a la Norma Oficial aplicable a dichos productos.
Es de llamar la atención la predisposición de la Profeco, en atender de forma expedita las peticiones de L’Oréal.
Tanto es el empeño que uno podría imaginar la existencia de un “teléfono rojo” entre ambos para anunciar en directo los logros de la esa dependencia federal contra la compañía española. Asimismo, se intentaron boletinar los supuestos resultados negativos del producto, pero dos elementos interfirieron el plan orquestado; la inexistencia de ilegalidad alguna, ya que el producto cumple con las normas sanitarias federales y ante la pandemia mundial de Covid.
Efectivamente, existen las constancias correspondientes que evidencian que la Profeco, a través del Laboratorio Nacional de Protección al Consumidor, llevó a cabo el estudio de cala correspondiente para analizar el bloqueador solar de la compañía española. Pese a que no fue posible encontrar anomalía alguna en el mismo, se insistió claramente en seguir investigando exhaustivamente el producto hasta encontrar alguna causa que justifique su desplazamiento del mercado.
L’Oréal México no se dio por satisfecho; ni los resultados del laboratorio ni la Covid iban a detener un plan iniciado con la colaboración de políticos de la Ciudad de México y de las altas esferas de la Profeco. El objetivo es sacar del mercado el mencionado bloqueador solar y, a través del Ministerio Público, sancionar a los comercializadores de la marca española.
Cuando se supone que la Profeco es una instancia que defiende a los consumidores, promueve la connivencia con empresas que buscan a toda costa deshacerse de sus competidores, que ofrecen mejores productos que la empresa francesa en cuestión y a precios más económicos.
Bastante trabajo tiene la Profeco para sancionar a los comerciantes abusivos que en un entorno inflacionario, incrementan los precios de sus productos sin justificación alguna; en lugar de abrirle paso a empresas que hacen su agosto en tierras mexicanas con la venta de productos “milagro” y ahora con tener como brazo represor a la Profeco para quitarle competidores.