Oposición débil
¬ Augusto Corro viernes 9, Sep 2022Punto por punto
Augusto Corro
¿Traición de “Alito” o decisión correcta? El dirigente nacional priista, Alejandro Moreno Cárdenas (a) “Alito” optó por sembrar el divisionismo en la oposición con tal de evitar la cárcel.
Así quedó demostrado con la conducta del ex gobernador de Campeche, diputado y líder del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
La alianza de Va por México integrada por PAN, PRI y PRD fue suspendida porque “Alito” y su partido optaron por apoyar la iniciativa de mantener al Ejército en las calles cuatro años más, es decir, hasta el 2028.
Esa idea no le gustó a los dirigentes panistas ni perredistas, quienes decidieron hacer una pausa en la coalición. Lo ocurrido en la oposición sólo es un reflejo de la debilidad de las organizaciones políticas en México.
Y es precisamente en meses previos a elecciones importantes cuando se presenta este ajuste de intereses.
El próximo año se efectuarán contiendas electorales en Coahuila y en el Estado de México (Edomex) y en 2024, se llevarán a cabo las presidenciales.
Y el panorama que refleja la oposición política es de desolación. Mientras en Morena sobran las “corcholatas” con aspiraciones a las elecciones del 2024, en los partidos la “caballada” está flaca o no existe.
Tras el triunfo de Morena en 2018, las organizaciones políticas cayeron en una especie de letargo del que no pueden salir. Están a la espera de ser socorridos por la buena suerte.
La alianza que es indispensable para enfrentar al gobierno y su partido está en riesgo permanente de fracturarse, pues como ya se vio, sus líderes optan, primero, por la solución de sus intereses personales.
Así, ninguna alianza funcionará; las coaliciones servirán, únicamente, para engañar a la militancia.
El tiempo avanza
Ya van cuatro años del gobierno lopezobradorista y la oposición no aparece por ningún lado. De no ser por una negación permanente a lo que plantee el gobierno, los partidos opositores no ofrecen proyectos políticos interesantes. Se encuentran alejados de los electores.
Ante ese panorama, los morenistas saben que todo lo tienen bajo control y que las pugnas internas de su partido serán las que los dividirán.
El gobierno lopezobradorista está por entrar a la recta final del sexenio y los problemas importantes siguen sin solución. Ahí está la espiral de violencia que incrementa la inseguridad. Esto lleva a las autoridades a mantener el Ejército en las calles. No hay de otra sopa.
Claro, para que esto suceda, el gobierno se pronunció por apoyar a una parte del priismo que se pronunció por la ampliación de la permanencia de los militares para mantener la seguridad. Algo que, como señalamos, parece imposible.
Es muy frágil la unidad tan indispensable en la oposición; pero sus líderes no lo entienden. Si los dirigentes no reúnen las características mínimas de personas honorables, la unidad nunca podrá ser una idea que se materialice. “Alito”, el presidente del PRI, nunca fue una garantía para la unidad de la oposición. Así se vio en el último escándalo. Presionado por su pasado turbulento, el líder priista cambió de opinión y decidió apoyar la idea de que el Ejército siga en las calles. A los otros dos integrantes de la alianza Va por México, no les pareció buena la idea y suspendieron el acuerdo de unidad, hasta nuevo aviso. “Alito” una vez superado el mal momento, que amenazaba con la cárcel, ya desaforado, volverá a la lucha verbal entre los dirigentes de los partidos, es decir a la demagogia. Morena seguirá cosechando triunfos, sola, sin el contrapeso de los opositores y el dirigente priista continuará disfrutando riqueza ilícita, para eso es el hombre fuerte del priismo.
¿Usted qué opina amable lector?