Traiciones
Alberto Vieyra G. jueves 8, Sep 2022De pe a pa
Alberto Vieyra G.
En política, las traiciones se pagan hasta con la vida. La vida política nacional está llena de traiciones.
En 1988, el PRI contaba con 258 diputados federales, la llamada mayoría raquítica que le permitía aprobar solamente leyes secundarias, pero para reformar la Carta Magna requería de 335 votos y solamente tenía 2 opciones para conformar alianzas que le permitieran a Carlos Salinas de Gortari poder gobernar después de las fraudulentas elecciones presidenciales de ese año:
El PAN y el Frente Democrático Nacional, partido que daría lugar al PRD, había hecho alianza ya con el PAN y su coordinador parlamentario Ignacio Castillo Mena defendía a capa y espada su alianza con el partido albiazul y hasta se aventuró a decir que “metería las manos al fuego” por los panistas que jamás traicionarían a su partido. ¿Y sabe qué? Castillo Mena se quemó las manos porque Carlos Salinas trabó alianza con el PAN, la Iglesia católica, el Ejército y los oligarcas de la empresa nacional. Sólo así pudo gobernar y el PRIAN se mantuvo durante 3 décadas. Se daría paso a la era neoliberal.
Los “novios” se distanciaron durante casi un sexenio, pero en 2018, volverían al recalentado y ante la adversidad que les hacía cara de hereje, decidieron conformar una alianza legislativa y electoral para elecciones de gobernador en los estados y en el Poder Legislativo y para evitar que el presidente Andrés Manuel López Obrador siguiera desmantelando instituciones y destruyendo al país; convinieron y firmaron una moratoria legislativa, es decir que no aprobarían ninguna reforma constitucional. Pero, sorpresiva y sospechosamente, el pasado fin de semana, el PRI mandó a la diputada Yolanda de la Torre a que empujara una iniciativa para reformar la Constitución para que el ejército se mantenga en las calles hasta 2028 y no que regrese a sus cuarteles para 2024, como lo mandata la Carta Magna. Con ese sólo hecho se reventaba la alianza PRI, PAN, PRD y ahora los priistas se exhiben ante todo México como viles traidores haciendo alianza con Morena.
De lo que se trata es de parar la militarización en México, pero el PRI optó por esa vía que podría llevar a México a seguir los pasos de Venezuela y Bolivia. Ahora sólo falta que AMLO secunde a Evo Morales quien, para lograr la reelección en Bolivia, pretextó que la Constitución de su país le violaba sus derechos políticos y humanos lo cual bastó para reformar la Carta Magna para que Evo Morales se convirtiera en dictador.
Pero usted y yo sabemos que amor con amor se paga y la traición del PRI al PAN y PRD sería definida por AMLO como “que le irá muy bien al PRI” sacudirse la alianza de los conservadores. Como por arte de magia, la gobernadora de Campeche, Layda Sansores anunciaría que no perseguiría al jerarca nacional del PRI, Alejandro Moreno por consejo de su abogado.
Sí, la política aquí y en China es sucia por naturaleza está hecha por hombres que sirven al diablo y son capaces de traicionar hasta por un plato de lentejas. Todos tienen un precio. ¿Qué precio puso el PRI a AMLO para que deje de perseguir políticamente a Alito Moreno? ¿En ese toma y daca está también el gobierno del Estado de México, “la joya de la corona” para el PRI, y Coahuila, también para el tricolor para evitar que la tragedia de los mineros en Coahuila destape la cloaca que hay en Morena sobre los propietarios muy encumbrados de las minas en las cuales se practica un vil esclavismo?
Ahora, Rubén Moreira, el coordinador de los diputados del PRI, sale con la mafufada mafufa de que la iniciativa priista no es para echarle la mano a AMLO, ni para aliarse a Morena, sino que ese basurero del tricolor y de otros partidos se unirán al PRI. Mejor que nos cuente una de vaqueros.
¿Rota la alianza PRI, PAN, PRD el tricolor irá en alianza con Morena para las presidenciales de 2024? ¡Qué cochinero político!