Lección chilena
Alberto Vieyra G. miércoles 7, Sep 2022De pe a pa
Alberto Vieyra G.
No hay ninguna democracia a perpetuidad. La lección la debemos aprender los mexicanos de un pueblo chileno que apenas en noviembre pasado votó mayoritariamente eligiendo a Gabriel Boric con casi el 56% de los sufragios y 10 meses después, los chilenos dicen que dijo mi amá que siempre no, que no vamos a enterrar la Constitución de la República heredada por el gorilón Augusto Pinochet.
¿Qué fue lo que apagó tan rápido el entusiasmo democrático en favor de la izquierda comunista? ¿Se dieron cuenta los chilenos que no es lo mismo que lo mesmo o de que estaban mejor, cuando estaban pior? ¿Tuvieron miedo al experimento político-electoral y a desaparecer instituciones, como el Senado que son fundamentales en toda democracia donde impera el sistema presidencialista?
Muchas, pero muchas interrogantes deja el 61.86% de los electores que votaron en el plebiscito registrado el pasado 4 de septiembre para que los chilenos estrenarán una nueva Constitución de la República, a la que se había comprometido Gabriel Boric, pero a éste se le hizo bolas el engrudo, igual que a los genios que redactaron la nueva Carta Magna que entre otras cosas, planteaba eliminar el Senado, reconocer los derechos de los indígenas y declarar Chile como un Estado plurinacional. Eso no gustó, pero nadita a los chilenos, pues el centro-derecha y centro-izquierda se impusieron abrumadoramente a la izquierda fundamentalista de Gabriel Boric y no hubo la menor posibilidad de contener a un electorado que salió a votar en un 85%, lo que también prueba que cuando los pueblos votan de manera masiva, siempre les echan a perder sus esquemas políticos a los candidatos y gobernantes en turno.
¿Boric se confió pensando que los indecisos y abstencionistas se quedarían dormidos en sus laureles? Al joven presidente chileno le faltó haber consultado al retorcido y mentiroso colmillo de AMLO en México, experto en cuestiones de simulación política y de manejo de las fuerzas vivas del pueblo. Ante el descalabro político-electoral, ahora Gabriel Boric tiene dos caminos: Dialogar y acordar con diputados, senadores, partidos políticos y las principales oligarquías políticas y del dinero la nueva gobernabilidad en Chile, o bien optar por el autoritarismo que le traería una total ingobernabilidad y más temprano que tarde se tendría que ir a su casa con más pena que gloria acabando con su carrera política tan joven. Gabriel Boric tendrá que usar la prudencia y la ciencia política como lo hacen los hombres de Estado para evitar que Chile regrese al autoritarismo.
Los periodistas españoles Federico Rivas y Rocío Montes definieron muy bien lo ocurrido en Chile este domingo que debe ser una gran lección para las derechas, pero sobre todo para las izquierdas, dicen:
“Con el triunfo del rechazo ha ganado la moderación. La campaña de oposición al proyecto de nueva Constitución elaborado por la constituyente ha contado con el trabajo de grupos de centroizquierda que se han organizado al margen de estructuras partidarias, de los partidos de la derecha tradicional que han cedido protagonismo a la sociedad civil, pero, sobre todo, de grandes masas de votantes que no se identifican con los sectores políticos. En cualquier caso, el plebiscito del domingo ha sido más el comienzo que el final de un largo camino para Chile”.