Cuarto informe: las cuentas alegres
¬ Luis Ángel García viernes 2, Sep 2022Por la Derecha..!
Luis Ángel García
Tradicionalmente, el 1 de septiembre era el “día del Presidente”. El informe de gobierno es el instrumento mediante el cual el Ejecutivo rinde cuenta ante el Congreso del estado que guarda la administración pública. Su mensaje a la nación servía para comunicar a la población los logros de las acciones de gobierno, el avance del plan sexenal y el reconocimiento de los problemas que impedían la consecución de los objetivos. Con visión de estadistas, los presidentes del priato reconocían las limitantes de su gestión, pero anunciaban también nuevas estrategias para la consecución de los programas.
A las cifras, acompañaban obras de infraestructura, incremento en la oferta educativa, retroceso del analfabetismo, más cobertura en los servicios de salud, creación de instituciones como el Infonavit, Fonacot, el Seguro Popular, IMSS-Coplamar, la Conasupo, entre otros organismos que permitían una mejor distribución de la riqueza nacional. Se informaba de la instrumentación de los programas sociales para disminuir la pobreza y la brecha social. Pero nadie, ni los gobiernos panistas, echaban, año con año, la culpa de los tropiezos al pasado ni a la fatalidad ideológica. Más aún, durante otro gobierno populista -inspiración del actual régimen-, el de Luis Echeverría, se editó una obra de múltiples volúmenes que se llama “México a través de los Informes Presidenciales: La Administración Pública” y contiene todos los mensajes a la nación desde Guadalupe Victoria hasta el propio Echeverría, con la acreditación bibliográfica de las acciones de gobierno e instituciones creadas por los mandatarios.
Todo ha cambiado y ante el fracaso de las inacabadas políticas públicas de la 4T, el Presidente optó, en el segundo tramo de su gestión, por echarle la culpa todavía a los anteriores sexenios, los mal llamados neoliberales, como si cuatro años no le hubieran bastado para corregir errores e imponer un verdadero programa de gobierno. La inexperiencia en la gestión pública del gabinete y la realidad social han hecho fracasar cualquier intento de cumplir con el remedo de programa de gobierno, ya que el proyecto político de la 4T solo contempla mantener la partida para las pensiones a los viejitos y las “becas” para los “ninis”; los programas sociales se usan con fines electoreros.
Por eso en este cuarto informe de gobierno, poco se pudo presumir y recurren a mantener la falacia de que el origen de todos nuestros males -resultado de sus ineficacias-, es culpa de los “gobiernos neoliberales”; ellos aparecen como responsables de la crisis económica -la peor desde 1932, provocada por factores externos pero también por la falta de un plan económico-, de la inseguridad, pero con el uso sesgado de las estadísticas dicen que en este gobierno hay menos asesinatos que con Fox, Calderón y Peña Nieto, cuando es el sexenio más sangriento del México contemporáneo y donde ha crecido, como nunca, la violencia provocada por el crimen organizado; presume que han disminuido en 30 por ciento los delitos federales, pero no dice que esos ilícitos solo representan menos del 5 por ciento de la incidencia delictiva y muchas denuncias son de las propias dependencias gubernamentales.
Defiende su capricho de militarizar al país, cuando no tiene una estrategia de seguridad que permita pacificar al país, más aún, los gringos han advertido de la pérdida de gobernabilidad en un tercio del territorio nacional, donde se impone la ley de los delincuentes. El sector salud es otro “logro”, a pesar de que no contamos, a cuatro años de la promesa, con un sistema como el de Dinamarca, pero si se mantiene el desabasto de medicinas y 15 millones de mexicanos se quedaron sin servicios de salud por la absurda desaparición del Seguro Popular. Es falso que la “central avionera” de Tecámac figure como el mejor aeropuerto de América Latina, ninguna terminal aérea mexicana está entre las cien mejores del mundo. A cuatro años, vamos requetebién.