La Arena Ciudad de México se vistió de gala con Roberto Carlos y su “millón de amigos”
Espectáculos jueves 1, Sep 2022
A la espera de los mágicos “Detalles”
- “Amada amante”, “Cama y mesa” y “Amigo” no pudieron faltar en su repertorio
Que placer envejecer pleno de amor y pasión, ante un auditorio lleno de seguidores de todas las edades, cuatro generaciones llenas de optimismo, algunos bisabuelos, con sus hijos ya abuelos, los hijos de éstos y hasta los más pequeños de la familia coreaban, aplaudían, gritaban con alegría “ROBERTO, ROBERTO”.
Cita de corazones con recuerdos y añoranzas aplaudían al AMIGO, que, al paso de sus interpretaciones, con cada una despertaba diferentes EMOCIONES, como aquel hombre que acompañado esta noche por su hija, recordaba el concierto que vivió con su fiel AMADA AMANTE, nunca ausente porque la música es esencia, es presencia, de esa MUJER que habita su corazón.
La Arena Ciudad de México se vistió de gala con UN MILLÓN DE AMIGOS, que esperaban los DETALLES para vivir la noche del sábado 27 de agosto. Los músicos, maestros en diferentes instrumentos, lucían su talento en los solos y el recinto vibraba con armonía a los acordes del piano, la guitarra o la sensibilidad del Sax. MUJER PEQUEÑA, escuchaba enamorada, hasta el punto que brotaban lágrimas de sus ojos, al escuchar el canto de UN TIPO COMO YO, en la voz de su amado
Sentir la presencia de tu hija o hijo a tu lado, como disfruta verte contento, en el concierto, de un Roberto Carlos que ama la vida y que ha tenido la fe en JESUSCRISTO, para que en cada prueba que a LA VERA DEL CAMINO ha tenido, tiene la fuerza para vencer y salir avante ante cualquier adversidad, LA PAZ DE SU SONRISA, la calidez de su voz transporta a LA MONTAÑA y a encontrar esa LUZ DIVINA
Llamó la atención de Elba Esther Gordillo, acompañada por su joven esposo, es verdad la música hace milagros, vence adversidades.
Es tan corto el tiempo y tan larga la espera, Roberto Carlos eres de MIS AMORES el primero y el único
Gracias SIEMPRE Gloria LIZBETH por hacerme REÍR…LLORAR…SENTIR…
Gloria Herrera Carpio
El escenario de la Arena CDMX, ubicado al norte de la ciudad, estaba completamente lleno; mientras que los asistentes comenzaron a gritar todos en una sola voz: “Roberto, Roberto”, para que 20 minutos después de las nueve, éste apareciera en el escenario ante una orda de aplausos para interpretar una larga lista de éxitos musicales.
Un popurrí de todos los éxitos del brasileño fueron el banderazo de salida para esta mágica noche, mientras una serie de fotografías fueron proyectadas en las pantallas del recinto, donde se veía al cantante desde su niñez y todos los lugares y premios que ha recibido durante su carrera.
Roberto Carlos entonces cantó “Detalles”, una de sus canciones más entrañables y luego comentó “Que gusto, que placer de verlos aquí en Ciudad de México”.
Más tarde reconoció lo que muchos ya sabíamos, él cambió la forma de escribir canciones románticas en Latinoamérica “Yo siempre he cantado canciones de amor, pero no se puede hablar de todo el amor que existe y llegue a la conclusión que en mis canciones faltaba hablar de sexo”, expresó.
Así fue avanzando entre éxito y éxito, refrendando su enorme talento y el amor que la gente siente por su música, pues no hubo canción que el público no pudiera entonar verso a verso, sin embargo, el momento cumbre del concierto fue cuando el cantante interpretó “Un gato en la oscuridad”, cuando la gente no solo cantó, sino que encendieron las linternas de sus celulares y acompañaron al cantante con luz y aplausos.
El concierto fue éxito total al obtener un “sold-out”, es decir, que no cabía un alma en el lugar, razón por la que Roberto Carlos no se cansaba de agradecer a la gente, haciendo breves pausas entre sus canciones para observar cada rincón del lugar, esperando conectar hasta con la última persona en la butaca más alejada del escenario.
Entre otras canciones, el astro interpretó “¿Qué será de ti?”, “Amada amante”, “No te apartes de mí”, “Amigo”, “La paz de tu sonrisa”, “Cama y mesa”, entre muchas otras. Haciendo de esta noche una velada inolvidable, de la cual se despidió diciendo “Gracias por este honor, por estás cosas lindas que siempre me dieron ustedes”, a lo cual la gente respondió con una ovación interminable.