Expertos prevén riesgo por cobertura incompleta en cuadro básico de vacunas
Salud lunes 29, Ago 2022
Escasez de biológicos en clínicas del país, desde 2018
- En 2021, la inmunización fue de sólo 31.1%; la recomendada por OMS es de 95%

Miles de niños en México aún no tienen el esquema completo de vacunación básica contra diversas enfermedades, ante el desabasto de biológicos.
Aunque la emergencia sanitaria por Covid-19 se ha controlado, niñas y niños de 5 a 11 años de edad regresan a clases presenciales con esquemas incompletos de vacunación, ya que sólo 40% ha recibido una dosis anti-Covid; la mitad de quienes tienen entre 5 y 6 años no cuenta con el refuerzo de sarampión y 24% no se vacunó contra la difteria, según datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2021.
Fernando Ruiz, director de investigación de la organización Mexicanos Primero, consideró que la campaña de vacunación contra Covid para los menores de edad va lenta.
“No se está teniendo el mismo vigor que se tuvo para las campañas de vacunación anteriores. Me parece que no está abonando a la construcción de confianza entre las familias, donde sigue habiendo mucha preocupación sobre los contagios”, sostuvo.
Esto, señaló, puede afectar nuevamente el inicio de clases, por lo que urgió a acelerar la aplicación de dosis Covid en los infantes de todo el país.
Aunque en el ciclo escolar pasado se comprobó que las escuelas no son un foco importante de contagios de Covid-19, la falta de vacunas contra otras enfermedades sí representa un riesgo para los infantes, aseguró Nancy Ramírez, directora de Incidencia Política de la organización civil Save The Children. “El hecho de que las niñas y niños vayan a la escuela no representa mayor riesgo que estar en otros espacios; pero el riesgo sigue latente y entonces es importante que las familias se comprometan a llevar a sus hijos a recibir la vacuna contra Covid”, indicó.
La primera vez que esta organización, dedicada a defender los derechos de las infancias, detectó una caída drástica en la aplicación de vacunas fue en 2018.
De acuerdo con los resultados de la Ensanut, ese año sólo 19.9% de las niñas y niños de un año de edad contó con un esquema de cuatro vacunas aplicadas. Para 2021 la proporción subió únicamente a 31.1%. Esto significa, expuso la especialista, que los menores que en 2018 tenían un año, hoy tienen cinco años, estudian preescolar y pronto ingresarán a la primaria sin tener diversas vacunas, lo que podría ponerles en riesgo ante un brote de enfermedades contagiosas.
“Sí hay un riesgo porque son niños y niñas que no tienen vacunas, como la del sarampión o la de paperas, la de rubéola; vacunas contra tétanos, influenza, difteria, tosferina. Es decir, son enfermedades contagiosas y, si en las escuelas llega a presentarse algún caso de enfermedad y de niñas y niños que no están vacunados, entonces es fácil que proliferen los contagios y se generen brotes de enfermedades”, advirtió.
Para que no haya brotes de enfermedades se debe tener una cobertura de vacunación del 95% por cada biológico, de acuerdo con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Ante esta situación, Save The Children urgió al gobierno mexicano a establecer un plan emergente que abata los rezagos en vacunación y a lanzar campañas intensivas de información sobre la importancia de las vacunas, como las que se promovieron en los años 80 y 90.
También recomendó a las autoridades educativas revisar las cartillas de vacunación en el regreso a clases, para identificar a los infantes sin alguna dosis y canalizarlos al sector salud.
“La revisión de las cartillas de vacunación no es para excluir. No se trata de que las niñas y niños no vacunados no entren a la escuela, se trata de que el sector educativo haga un vínculo inmediato con el sector salud y entonces se les puedan aplicar las vacunas”, explicó.
Desabasto de vacunas prevalece desde 2018
La especialista Nancy Ramírez dijo que la principal causa de la caída en la cobertura de vacunación es el abasto irregular de vacunas que prevalece en el país desde, al menos, 2018.
Cuando las familias llevan a sus hijos e hijas a vacunar, en las unidades médicas suelen pedirles que regresen en otro momento que sí esté disponible la vacuna que buscan.
Y, muchas veces, a las familias les cuesta regresar a las clínicas por diversos motivos: pierden días laborales; en comunidades vulnerables el transporte les resulta caro, o se les olvida regresar, explica la experta de Save The Children.
“Entonces, es una enorme debilidad el hecho de que no estén disponibles las vacunas en el momento. Ahí el sector salud está perdiendo la oportunidad de vacunar a la niña o niño oportunamente”, indicó.
Esto lo padeció Viridiana Herrera, una mujer de 28 años, madre de una niña de un año 8 meses. Cuando nació su hija, en octubre de 2020, no le aplicaron la vacuna BCG, indicada en los recién nacidos para prevenir la tuberculosis.
“Cuando nació la niña, yo busqué la vacuna de recién nacido en centros de salud del gobierno. Fui a tres o cuatro centros de salud y nos dijeron que no había vacuna y que no se sabía cuándo iba a llegar”, comparte.
Viridiana quiso conseguir la dosis en un hospital particular, pero tampoco contaban con estas vacunas en el sector privado. “Me dijeron que en ningún lado la había, o sea, ni en los hospitales del IMSS ni en los centros de salud, porque estaba escasa”, comentó.
Siete meses después, su hija recibió la vacuna BCG en una clínica de salud pública. Ahí, una enfermera le mencionó otra posible causa del desabasto. “Lo que me dijo una enfermera fue que se estaban enfocando en trabajar sobre las vacunas del covid, según, y que por eso no le daban prioridad a esto”, agregó.
La hipótesis de la enfermera podría ser cierta. Aunque en 2020 y en 2022 se registraron aumentos significativos en los presupuestos anuales del Programa Nacional de Vacunación –que incluye vacunas de todo tipo y para todas las edades–, el incremento estaba enfocado en la compra de vacunas contra Covid-19, explicó Judith Méndez, experta en salud y finanzas del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
“Los aumentos tenían mucho que ver con la compra de vacunas de covid, pero no con la atención del resto de las enfermedades y, por supuesto, también de prevención, como son las vacunas”, detalló.
Incluso, en 2021 el presupuesto aprobado para el programa de vacunación fue de 2,233 millones de pesos, 16% menos, en términos reales, que lo ejercido en 2016, cuando fue de 2,678 millones de pesos, agregó la experta.
“El riesgo es que, para los siguientes años, podría ser más probable que viniera un recorte y, la verdad, es lo que estamos temiendo. Si en la pandemia los aumentos fueron sólo asociados a Covid, no veo ahorita de dónde podrían aumentar el presupuesto”, señaló.