Dinamarca y México
Alberto Vieyra G. viernes 26, Ago 2022De pe a pa
Alberto Vieyra G.
Dinamarca, con una población de casi 6 millones de habitantes, es una pequeña nación europea que es líder mundial en materia de salud pública. Todos sus habitantes tienen acceso a la salud que garantiza el estado danés.
Y de origen danés son las 3 principales compañías productoras y distribuidoras de medicamentos para enfermedades crónico-degenerativas, entre ellas la diabetes y todos los tratamientos hospitalarios, psiquiátricos y parte de la atención primaria.
Sospechosamente a esas empresas farmacéuticas, el gobierno mexicano de Andrés Manuel López Obrador no les compra absolutamente nada y es que esas empresas farmacéuticas están ubicadas y manejadas desde España y con esa nación, AMLO está peleado y nada quiere saber.
¿Por qué le hablo del sistema de salud de Dinamarca que compete no sólo al gobierno central sino a los 98 municipios que hay en Dinamarca?
Mire usted, una de las diez principales promesas de campaña electoral de AMLO fue que el sistema de salud pública en México sería en los primeros 2 años de su administración idéntico al de Dinamarca. Nada de eso ha ocurrido y tampoco ocurrirá, porque lo primero que AMLO hizo fue llevar a cabo una política gatopardista: Hacer que todo cambiará para que todo siguiera igual o peor, pues de entrada “mató” al Seguro Popular que contaba ya con una cobertura que se extendía a más de 30 millones de mexicanos y creó un engendro llamado Insabi que de nada sirvió. Entonces, daría otro palo de ciego con el intento de federalizar el sistema de salud en México montando al Insabi en el Instituto Mexicano del Seguro Social. Todo ha quedado en un pomposo y populista anuncio, pues de lo que se trata es de desmantelar el sistema de salud pública en México para convertirlo en un sistema de salud al más puro estilo de los países comunistas como Cuba, Venezuela, China, Corea y otros.
Lo más absurdo es que ha metido al Ejército mexicano en la distribución de medicamentos a los hospitales de México, pero los militares no le hayan la cuadratura al círculo y mientras el país carece de medicamentos para enfermedades como el cáncer, la diabetes y otros en los que son expertas las empresas farmacéuticas europeas, han surgido los primeros cárteles fabricantes de medicamentos patito que se venden en el mercado negro.
AMLO desmanteló la red de distribución de medicamentos que operaba en el país en sexenios pasados y designó a Birmex para realizar esas tareas, pero la paraestatal admitió la semana pasada, que no ha logrado establecer el programa de distribución por la complejidad que implica, la falta de estructura administrativa y por falta de recursos. No hay lana para un fin estratégico con el fin de que el Estado mexicano cumpla con lo que consagra el artículo 4° constitucional de garantizar la salud para todos los mexicanos.
Birmex tiene como propósito, además, garantizar la producción de vacunas, productos biológicos, químicos farmacéuticos, reactivos, medicamentos e insumos.
Hasta la llegada de AMLO al poder, México tenía fama de ser una de las principales naciones productoras de vacunas y la cobertura era de un 93% a la población y esa cobertura ha caído a un 35%, afectando primordialmente a la niñez que empieza a sufrir brotes de sarampión, viruela y otras enfermedades que se creían erradicadas de la faz de la tierra o por lo menos en México. La paraestatal remataría con un infame pronóstico que revela la crisis que viene en el sistema de salud en México:
“Tener la infraestructura que se tenía llevó décadas. Sabíamos que no se lograría construir esos almacenes ni tener los medios de transporte especializados en un año, ni en dos ni en cuatro”.
Ahora sabemos por qué México está enfermo.