Rosario, justicia o venganza
¬ Arturo Ríos Ruiz lunes 22, Ago 2022Centro..!
Arturo Ríos Ruiz
- Con AMLO, de la amistad al odio
- Tres años por la “estafa maestra”
Rosario Robles, ex titular de la Sedesol en el sexenio de Enrique Peña Nieto, salió de la cárcel, tras tres años de prisión acusada por el caso de la “estafa maestra”, confirmaron medios nacionales. Heraldo televisión ganó la nota. Pareció canje, pues ese mismo día fue detenido Jesús Murillo Karam, ex procurador en la misma gestión.
La “estafa maestra” fue conocida por la investigación periodística del portal Animal Político con Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, publicada el 5 de septiembre de 2017, desenredó un sistema de 128 empresas fantasma por las cuales el gobierno federal desvió más de 400 millones de dólares.
La trama fue una red de desvíos de dinero con 11 dependencias del Estado, ocho universidades públicas, diversas empresas privadas y más de 50 servidores públicos de distintos niveles de gobierno.
Estos son los antecedentes: Rosario y AMLO estaban unidos en torno a Cuauhtémoc Cárdenas, incluso participaron en la campaña del michoacano en busca de la de la jefatura del antiguo DDF, que cambió a Gobierno de la Ciudad de México en 1997. El hijo del “Tata” renunció a su tercer intento por la presidencial y dejó a Rosario a cargo de los trastos de la capital.
Conoció a Carlos Ahumada, con el que se embrolló en un idilio cómplice, el gaucho apoyaba económicamente a campañas y ella otorgaba concesiones de obras que incrementaron sus millones.
Más tarde, cuando ella era dirigente del PRD, y AMLO, titular del Gobierno de la ciudad, se conoció que ella propuso a su jefe que Ahumada apoyara al partido para campañas y que el tabasqueño dijo la frase: “Tu resuélvelo, yo no sé nada”, un talante peculiar en política para no comprometerse.
Vinieron las ligas de Bejarano y explotó el escándalo, donde se le vio guardando billetes en bolsas de plástico y hasta en las bolsas de su traje y se ganó el famoso mote “señor de las ligas”, epíteto que llevará toda su vida.
Con esa deplorable exhibición de Bejarano, recolector de apoyos para el hoy presidente, Rosario se fue al sótano del sentimiento del tabasqueño que se transfiguró en odio e inició su persecución como titular del gobierno capitalino. Pero nada pudo hacerle.
Ella se ganó a Enrique Pena Nieto, al grado se figurar en su gabinete y desde la Sedesol, orquestó en apariencia la famosa “estafa maestra”, aunque trascendió que obedecía la directriz de Luis Videgaray; “el presidente operador”, ante la nulidad de elegido en las urnas. El punto es que ella fue el hilo delgado y le tocaron tres años de “sombra” y ahora firmará cada 15 días, pero seguirá su proceso en casita.
Robles tiene prohibido salir del país sin autorización, entregó su pasaporte a la FGR y se presentará periódicamente al juzgado para cumplir la orden de la autoridad jurisdiccional”.
En la “estafa maestra” participaron decenas de funcionarios, pero la única que paga es Rosario, pues no está en plena libertad aún, de ahí que queda en el imaginario colectivo, que fue más venganza que el ejercicio de la aplicación de la ley.