El doctor fifí
Alberto Vieyra G. lunes 22, Ago 2022De pe a pa
Alberto Vieyra G.
“Pobre del pobre que al cielo no va, porque o lo joden aquí o lo joden allá”. La máxima del refranero popular le queda como anillo al dedo al doctor fifí de la Cuarta Transformación que cobra como subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, quien ha vuelto a utilizar los medios de comunicación para ultrajar al pobre pueblo de México y poco le faltó para llamarle la indiada que se atiende en los consultorios médicos populares donde los de abajo sólo tienen menos de 100 pesos para pagar una consulta y no como él que puede atenderse en hospitales fifís a los que el pueblo, ni volviendo a nacer podrían tener acceso. ¡Qué poca manera de ultrajar la dignidad de los mexicanos!
Mire usted con la batea de babas y barbaridades con la que nos salió el doctor fifí contra los consultorios populares:
“Cuando se analiza esto de manera puntual se puede ver que en realidad es un gran engaño. Los consultorios adyacentes a la farmacias no resuelven los problemas de salud de mayor importancia. Quizá resuelven una pequeña gripe, un dolor de cabeza, una diarrea, un problema de salud de corta duración que afecta a la población principalmente sana, pero alguien que tiene diabetes, hipertensión o una enfermedad pulmonar o una enfermedad cardiaca crónica, como una gran cantidad de la población mexicana, estos consultorios no le van a resolver e incluso podrían poner en peligro su salud y su vida…”.
Qué ignorancia tan monumental la del doctor fifí y de pilón repartió culpas contra esos consultorios populares afirmando que muchos compatriotas murieron durante el coronavirus por haber acudido a las farmacias patito o “consultorios adyacentes”. López-Gatell adolece de una infinita ignorancia. Le recordare que cuando Víctor González Torres, el Doctor Simi creó la red de Farmacias de Similares con sus respectivos consultorios le solucionó al Estado mexicano un mayúsculo problema de infraestructura hospitalaria.
El Doctor Simi se echó de enemiga a toda la industria farmacéutica que lo combatió rabiosamente aduciendo que sus medicamentos no servían para nada, sin embargo, las grandes cadenas farmacéuticas terminaron por vender medicamentos genéricos y de patente, con lo cual le solucionaron al gobierno otro mayúsculo problema, pues en este momento dar 10 millones de consultas al mes sería tanto como dar una cobertura única en el mundo.
No hay duda que a López-Gatell le espera la cárcel principalmente por su negligencia criminal y testarudez al decir que “no era necesario el cubrebocas”. Murieron más de 700 mil mexicanos víctimas de la Covid-19 que pasarán a la historia como los muertos de AMLO y en este caso del doctor muerte, como también le llaman a López-Gatell. Ese capítulo de la historia no está cerrado y seguramente que López-Gatell podría ser juzgado por genocidio, ya que sobre él pesan más de una docena de demandas interpuestas ante la Fiscalía General de la República y casi todas ellas empujadas por el ilustre abogado Javier Coello Trejo, quien tiene la particularidad de no perder una sola causa.
Sí, el doctor fifí no sabe ni lo que dice, no sabe ni siquiera donde está parado porque si esos consultorios adyacentes a las farmacias no atendieran mensualmente a 10 millones de compatriotas, la infraestructura del sistema de salud pública federal estaría colapsada y sería incapaz de atender esa demanda y entonces, la catástrofe de salud pública seria todavía más mayúscula. Agradecido debe estar el gobierno de esa infraestructura popular. ¿Esos 10 millones de compatriotas que han sido ultrajados por la ignorancia o por soberbia del médico fifí volverían a votar por una fuerza política que detesta a los pobres?