El nuevo circo mediático de la 4T
¬ Luis Ángel García lunes 22, Ago 2022Por la Derecha..!
Luis Ángel García
Es un desastre la 4T. Perdone usted la expresión, amigo lector, pero la vesania con la que actúa el gobierno y el uso faccioso de la justicia no merece otro calificativo. Y no me refiero al encarcelamiento a todas luces ilegal de Rosario Robles, ni el show que armaron para detener al ex procurador Jesús Murillo Karam, a quien ahora quieren responsabilizar de la tortura y desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, a pesar de que fue el hidalguense quien, desde hace siete años, determinó la muerte de los secuestrados y cuya “verdad histórica” es refrendada por el informe del subsecretario de Gobernación.
Lo que es reprobable es el uso político de la tragedia de Iguala, la burla y manipulación que se ha hecho de los padres de los desaparecidos, a quienes se les vendió la peregrina idea de que los encontrarían vivos. Fueron utilizados como bandera para desacreditar al gobierno de Enrique Pena Nieto y luego para ganar adeptos a la 4T con la promesa de, ahora sí, los encontrarían vivos. Desde el principio sabían que policías y sicarios habían dado cuenta de ellos y que hicieron todo lo posible por matarlos hasta el exterminio.
Pero en política todo se vale, y jugaron con el dolor de unos padres que creyeron en la falsa promesa de que la 4T sí daría con el paradero de sus hijos, “vivos se los llevaron, vivos los queremos”.
Con ese cuento los trajeron casi cuatro años, a la vuelta y vuelta, con encuentros presidenciales cada vez más espaciados y sin muchas actividades forenses en el extranjero. Pero el uso mediático de las investigaciones mantuvo la esperanza. Mientras tanto, las acciones ministeriales se encaminaban más a dejar en libertad a los presuntos responsables con el brete del debido proceso y las supuestas torturas y se centraron las pesquisas en atrapar a los investigadores. La fuga de Tomás Zerón y la resistencia de Israel a enviarlo a México ha servido como excelente distractor frente a un escenario nacional cada vez más complicado en temas como economía, seguridad y salud. Pero, la farsa gubernamental ya no daba para más. A los graves problemas nacionales se sumaba la inminente salida de Rosario Robles del reclusorio para seguir en libertad, como era su derecho desde su detención, su proceso.
Por eso recurrieron al expediente de Ayotzinapa, al tramo final en la utilización del sufrimiento de los padres de los desaparecidos. Los convocaron a una reunión, seguramente la última con el Ejecutivo, donde les leyeron el resumen del informe final. Las conclusiones eran las mismas que las de la verdad histórica, están muertos y no han indicios de recuperar sus restos. De forma espectacular se hizo el anuncio de calificar la agresión como un crimen de Estado. Se salpicaron culpas hacia las instancias gubernamentales de los tres niveles de gobierno, pero nada sobre quienes los mataron y desaparecieron.
Así concluyó su labor el gobierno federal -al menos eso creen-, y echan a andar la maquinaria de la procuración de justicia.
A la lavada de manos de la 4T siguió la aprehensión del ex procurador, quien en un acto de hombría y serenidad enfrentó a sus ex colaboradores y aceptó su detención con la confianza -esperemos no haya sido tan iluso como Rosario Robles-, de que tendrá un proceso justo e imparcial y no será su aprehensión por vendetta, consigna política o deseo presidencial. Lo curioso es que en el informe concluyente del gobierno no se dice nada de los verdaderos asesinos.
La realidad sigue siendo la misma, están muertos y desaparecidos los 43 integrantes. La 4T no pudo contravenir la versión de Murillo Karam, pero ahora sacrifican al mensajero. Pero, ante el revés de Rosario, rápidamente encontraron otro distractor. ¿Y los asesinos? Es un desastre la 4T.