Educación hitleriana
Alberto Vieyra G. viernes 19, Ago 2022De pe a pa
Alberto Vieyra G.
El nazista Adolfo Hitler solía quitarle páginas a la historia, exactamente como hoy lo hace el presidente Andrés Manuel López Obrador que de un plumazo ha borrado del Sistema Educativo Nacional todo lo referente a cuestiones patriarcales, eurocéntricas y colonialistas.
El Presidente y sus corifeos cometerán un imperdonable error histórico porque desaparecer épicas páginas de la historia mexicana huele a dictadura. El México actual no puede entenderse sin las luchas sociales que los mexicanos han librado en contra de sus opresores.
El nuevo modelo educativo que se echará a andar en octubre en 30 escuelas en cada entidad de la República es a todas luces impregnado de una ideología comunista que busca borrar todo el pasado como si la historia de la patria mexicana comenzará con AMLO y, por si fuera poco, está entregando el nuevo modelo educativo a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) a la que lo menos que le interesa es que en México haya una educación de calidad.
Por lo anterior, México seguirá siendo un desastre educativo que en el plano internacional nos exhibe como una nación de reprobados y con tamañas orejas de burro, con todo respeto a esos animalitos que hoy están en vías de extinción y que fueron vitales en el desarrollo de México.
La historia de México no comienza con AMLO, con Fox ni con Salinas y compañía en la era del ponzoñoso presidencialismo mexicano, sino que no se debe olvidar la sabiduría de los antiguos mayas que por cierto practicaban una democracia participativa en la que seguramente AMLO no tendría cabida, pues es un gobernante que no tiene la virtud de saber escuchar a su pueblo, pasando por la conformación del Imperio Azteca, la Conquista española, la Guerra de Independencia, la era juarista y la Revolución Mexicana, ésta última daría origen al actual México, de las instituciones y las libertades.
¿Cómo justifica AMLO el borrarle páginas a la historia de México? Ahí le va lo que dice su proyecto educativo:
“En la medida en que se impone y legitima un modelo patriarcal, colonial, científico, eurocéntrico, homofóbico y racista en la educación se está imponiendo en los cuerpos y mentes un modelo hegemónico de ciudadano, lo cual contradice una vida saludable y el sentido democrático”.
“Este plan de estudios promueve una estación para la democracia, compuesta por el respeto a la legalidad, la autodeterminación, el ejercicio de sus derechos civiles, políticos y sociales, reconoce que las y los profesores son profesionales”.
Y como AMLO supone que los profesores son muy profesionales que a veces no saben escribir ni siquiera sencillos correos electrónicos, pues entonces en el nuevo plan educativo no servirán de nada las faltas de los alumnos a clases, los retardos, no habrá tareas ni tampoco reprobados, sino que serán los muy doctos profes los encargados de evaluar, seguramente con ojo clínico, a los alumnos y si ellos dicen que los estudiantes son unos sabios para que no los obliguen a reprobarlos y someterlos a exámenes extraordinarios, pues entonces “que se haga la voluntad en los bueyes de mi compadre”, porque el Estado mexicano no evaluará a los jóvenes estudiantes que se supone deben ser el futuro de México.
¿Cómo saber entonces el aprovechamiento de los alumnos? ¿Cómo saber si les entró la historia a partir de AMLO? ¿Cómo evaluar si aprendieron, cuánto son 2 más 2 y la más sencilla aritmética? ¿Cómo saber su bagaje de cultura general y sobre tantos y tantos temas para que México no se exhiba más en el plano internacional como una nación de reprobados?
Ya veremos cómo nos va con una educación hitleriana y comunista.