Otro trancazo contra la Constitución
Alberto Vieyra G. viernes 12, Ago 2022De pe a pa
Alberto Vieyra G.
Por enésima vez, AMLO se exhibe como un vil odiador de la Constitución General de la República y como un ferviente adorador de lo extralegal o el estado de derechueco, práctica común entre los autócratas dictadorzuelos. AMLO siente un desprecio absoluto por la Constitución.
Ante la parálisis legislativa debido a que sus opositores juraron y perjuraron que no le aprobarían ninguna reforma más a la Constitución para una reforma electoral regresiva y para que la ineficiente Guardia Nacional pase a formar parte de la Secretaría de la Defensa Nacional, AMLO anunció que lo hará por decreto o acuerdo presidencial siguiendo a tono con aquello de que “yo soy la encarnación del pueblo”, “soy la patria y soy la ley” y que “no me salgan con que la ley es la ley”.
AMLO no puede hacer esa transferencia de la Guardia Nacional a la Sedena porque viola la Constitución y el caso sería declarado inconstitucional por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, como ocurrió con el decreto de la reforma eléctrica. En ello coinciden todos los estudiosos del Derecho, analistas y observadores políticos quienes no dudan en afirmar que estamos ante otro trancazo presidencial contra la Constitución, quien juró cumplir y hacer cumplir cuando rindió protesta ante el Congreso de la Unión el 1 de diciembre de 2018.
¿Cuál fue la razón por la que AMLO se convirtió en un gobernante incongruente que en campaña electoral decía una cosa y ya en el ejercicio del poder hacía otra? ¿Recibió acaso un manotazo del llamado sindicato que es el mueve atoles en el Ejército mexicano? ¿Por qué y para qué darle tanto poder al Ejército? ¿Acaso le dijeron que el pecado original del presidencialismo mexicano radica en que para gobernar los presidentes de la República requieren necesariamente del apoyo de 3 poderosas facciones como son el Ejército, la Iglesia y el poder capitalista, integrado por poderosos grupos empresariales? ¿Es el Ejército el que realmente gobierna en México y AMLO sólo está de parapeto acatando órdenes, aunque estas rayen en lo extralegal?
Todavía el 30 de junio de 2019, al conceder una entrevista exclusiva a su periódico consentido, La Jornada, AMLO declararía que:
“Si por mí fuera, yo desaparecería al Ejército y lo convertiría en Guardia Nacional, declararía que México es un país pacifista que no necesita Ejército y que la defensa de la nación, en el caso de que fuese necesaria, la haríamos todos los mexicanos”.
Desde entonces, comenzaría a darle sospechosamente supremos poderes de facto al Ejército mexicano que hoy está metido en puertos, aeropuertos, aduanas, en cuestiones de seguridad nacional, empresas constructoras al servicio del Estado y muchos otros rubros. AMLO militarizó todo, una militarización que no ha servido de nada porque los principales grupos delincuenciales en México tiene una patente de corso para hacer barbaridades desde el momento mismo en que el Presidente definió que su estrategia de seguridad nacional sería de “abrazos, no balazos” y 3 años después agregaría que “hay que proteger a los criminales porque también son seres humanos”. La cuestión es que AMLO quiere pasarse al Poder Legislativo por los bolsillos y por sus pistolas hacer que más de 107 mil elementos de la Guardia Nacional formen parte del Ejército mexicano, así tenga que pasar a la historia como el Presidente con más violaciones a la Carta Magna.
Así, México avanza agigantadamente hacia una dictadura en la cual AMLO y quien lo suceda en la silla presidencial nos salga con el cuento de que la ley de leyes ya no sirve porque fue promulgada desde 1917, aunque contenga los principios de la Constitución de Apatzingán 1814 y la de 1857, en las cuales están plasmados los derechos y los deberes de quienes habitamos esta patria mexicana.
¿Será una Constitución a contentillo y a modo para que no se diga que los gobernantes la violan, como hoy ocurre?