Hambre y ganas de comer
Alberto Vieyra G. jueves 4, Ago 2022De pe a pa
Alberto Vieyra G.
¡Qué vergonzoso y nauseabundo cochinero protagonizado por los morenos el pasado fin de semana, cuando eligieron con prácticas detestables a sus consejeros en toda la República como si se tratara de viles hordas!
Pero, ¿qué son las hordas? El tumbaburros define que hordas es una comunidad nómada que se distingue de la tribu por el carácter rudimentario de los vínculos sociales y espirituales que unen a los que la integran.
Sí, Movimiento de Regeneración Nacional, que aún no está clasificado como partido político, sino como un movimiento que se ha integrado con lo peor del PRI, lo peor del PAN, lo peor del PRD, lo peor del PT y lo peor de las tribus de la chiquillada.
Morena es un movimiento político no apto para ejercer el gran poder político en México. Es un partido sin principios ideológicos y si acaso se rigen por un liderazgo llamado Andrés Manuel López Obrador que es de una ideología socialista o comunista que le está dando a México muchos dolores de cabeza en el plano internacional, principalmente por su tendencia a rendir culto a lo extralegal y a la ausencia del Estado de Derecho, en materia de tratados internacionales firmados por México como el T-MEC.
El pasado domingo vimos en varias plazas del país a unos morenistas con mucha hambre y hartas ganas de comer. Si comer, aunque sea un mendrugo político dentro de la dirigencia nacional de Morena, pues los que queden se embolsarán mensualmente unos 20 mil pesos que de muy poco les servirán porque la maldita inflación ha desatado una infernal carestía de la vida que se está comiendo cualquier salario y no se diga los apoyos clientelares privilegiados por AMLO para favorecer a ese Movimiento de Regeneración Nacional amante de las prácticas sucias como el acarreo, el embarazo de urnas, la compra de votos, la línea descarada para votar por equis candidatos y la amenaza de retirar apoyos a personas de la tercera edad y discapacitados que no atendieran al llamado de sus disque líderes sociales.
Prácticas tan deplorables y grotescas que se vieron en la era priista, aunque también las aprendieron y muy bien panistas, perredistas y el cochinero ese que se llama Partido Verde y los super corruptos del Partido del Trabajo, que jamás han defendido a los trabajadores.
A todo el cochinero, AMLO y su dizque dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, no dudarían en afirmar que fue una elección democrática, aunque el tabasqueño reconocería que se dieron prácticas que se creían ya desterradas en una clase política que cada 3 y 6 años se disputan rabiosamente nuestros dineros públicos, una clase política que ha reducido a los ciudadanos mexicanos a una simple escenografía electoral, es decir que han reducido a los mexicanos a ser potenciales pagadores de impuestos y viles objetos de uso electoral, pues los usan cada que se les viene en gana, pues para eso hay alrededor de 23 millones de compatriotas que reciben los apoyos clientelares del gobierno en turno que le permitirán perpetuarse en el poder por lo menos otros 6 años más.
Ante semejante chiquero que vimos, la lectura que dieron los morenistas es que estamos dizque gobernados por una clase política inepta, que sólo supieron ganarse con engaños a un pueblo, pero que jamás aprendieron a cómo gobernarlo. Decenas de ellos no saben ni leer ni escribir. En los mensajes amenazantes que recibe este átomo de la comunicación, encuentro que más de 3 deberían irse a la nocturna para ver si les enseñan a escribir, aunque sea un mensaje de 4 líneas, sin errores gramaticales, por cierto, imperdonables.
La cuestión es que esa inepta e ignorante clase política tiene hambre y hartas ganas de comer.