Divisionismo amenaza a Morena
¬ Augusto Corro lunes 1, Ago 2022Punto por punto
Augusto Corro
Violencia y un sinnúmero de irregularidades se registraron en el proceso interno para elegir consejeros y congresistas nacionales en asambleas distritales, en Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
Los hechos ocurridos en el partido guinda fueron anunciados con muchos días de anticipación. ¿Qué se podía esperar de una organización política dormida en sus laureles?
A partir de su triunfo en 2018, los morenistas dejaron que su instituto político se desarrollara con las arengas de su líder moral, el presidente López Obrador, en intensa actividad política.
Aunque en Morena sobran los aspirantes a la Presidencia de la República, su formación política viene de atrás. Sus liderazgos se hicieron en otros partidos que están en vías de desaparecer por un sinnúmero de errores que no quieren erradicar.
En estas elecciones se repitieron aquellos actos ilegales que practicaban los partidos poderosos, sin recato alguno, como trifulcas, quema y relleno de urnas, con los viejos trucos de acarreos, compra de votos y la indirecta de militantes de otros institutos políticos.
Son múltiples los orígenes de los problemas que se enfrentan en las filas morenistas. Uno de ellos, la falta de una dirigencia plenamente identificada con la militancia.
Su líder, Mario Delgado, le quedó muy pequeño para enfrentar los problemas que amenazan con el divisionismo a Morena. El citado dirigente no ha podido fortalecer a su partido. El mismo no tuvo la aceptación total de las bases como su dirigente.
Basta con recordar el enfrentamiento entre Delgado y el controvertido adversario Porfirio Muñoz Ledo, quien representaba una de las partes negativas de Moreno.
La historia de Muñoz es parecida a la de otros políticos que emigraron de partidos en conflicto con el propósito de eternizarse en la organización guinda, en la que participan experredistas, ex panistas, ex priistas, etc.
Denuncias de irregularidades
Varios días antes de la elección de consejeros para el Congreso de Morena, el académico John Ackerman, denunció presuntas irregularidades en el citado proceso interno morenista.
Ya en el sábado informó que en la alcaldía Coyoacán se efectuaba el denominado acarreo y presión contra votantes. También, en tuit, Ackerman responsabilizó de esa legalidad a Bertha Luján, presidenta del Consejo Nacional de Morena.
Informó el académico que docenas de escritos fueron recibidos y admitidos por las autoridades electorales “para invocar una excitativa de justicia para que se subsanen las presuntas violaciones estatutarias y a la ley en el proceso interno de Morena.
Dijo Ackerman que es un honor para él que lo hayan considerado un enemigo las viejas mafias que están incrustadas en el partido Morena.
Total, las elecciones de congresistas y consejeros de Morena reflejaron una lucha interna en ese instituto político que el próximo año tendrá intensa actividad política en Coahuila y en el Estado de México (Edomex).
Se votará para gobernador en las dos entidades mencionadas que están en manos priistas. El Edomex, La Joya de la Corona” es un bastión que los priistas tratarán de defenderlo.
Monreal no participa
En medio del ajetreo político de morenistas también se encuentra la lucha por la sucesión presidencial.
Uno de los principales aspirantes a la competencia electoral de 2024 es el senador zacatecano, Ricardo Monreal, quien en sus últimas declaraciones se interpretan como un alejamiento de su partido Morena.
El legislador no participó en las elecciones internas de Morena, por respeto y solidaridad a los fundados y a los militantes que fueron excluidos del proceso interno de Morena.
“No vamos a participar” y vamos a mantener la prudencia y la ecuanimidad, declaró el senador. “Soy de los que piensan que necesitamos reconciliación”, recalcó Monreal.
Desde el ángulo que quiera verse y por los acontecimientos políticos en el interior de Morena, la conclusión es que en esta organización podría caer en el divisionismo.
¿Usted qué opina amable lector?