Un Presidente imitador
Alberto Vieyra G. viernes 29, Jul 2022De pe a pa
Alberto Vieyra G.
La austeridad republicana de Benito Juárez era real, no de chunga. La República Mexicana había salido de la guerra de los 3 años y Benito Juárez había echado de México al ejército de Napoleón III, apodado Napito. Juárez y los mexicanos de aquella época vivían una etapa de vacas flacas, pues solamente 8 Estados tributaban a la Federación y por ello, el Benemérito tuvo que apretarse el cinturón, emitiendo el decreto 5296 el 6 de abril de 1861 reduciendo su salario a 30 mil pesos anuales, es decir unos 2 mil 500 pesos mensuales porque las arcas de la nación no daban para más.
Cuando Andrés Manuel López Obrador llega en un accidente político-electoral a la Presidencia de la República en el 2018, México vive ya en una época de vacas gordas, pero con tintes populistas y demagógicos, AMLO se autoasignó públicamente un sueldo de 108 mil pesos mensuales, pero de acuerdo con las partidas presupuestales a las que tiene derecho, de acuerdo a la Ley de Ingresos, el Presidente gana en términos reales más de 1 millón 200 mil pesos mensuales. Así que su “austeridad republicana” no es tal, pero nos salió con el cuento de la imitación juarista.
AMLO, ahora nos sale con otro cuento de la “pobreza franciscana” cuando en la mañanera del pasado miércoles 27 de julio nos hizo el pomposo y demagógico anuncio: “Vamos a pasar de la fase de austeridad republicana a una fase superior de pobreza franciscana, tengo reunión con gabinete y vamos a llevar a cabo medidas de austeridad adicionales”.
¿Un Estado franciscano en la vil jodidez? ¿Es real la austeridad amlista? No. Pero, ¿quién fue Francisco de Asís, aquél que pregonaba la pobreza en su honor?
Francisco de Asís, quien vivió en los años mil 182, había nacido en Italia en pañales de seda. Su padre era un próspero comerciante y su madre era de bajos recursos. Él decidió renunciar a la opulencia económica y los bienes heredados por el papá y decidió abrazar las cosas espirituales con la famosa pobreza franciscana y según sus biógrafos con poca lana hacía milagros y hasta se volvió santo.
¿En México un Estado laico en la mendicidad? ¿Un gobierno mendicante que vive de limosnas? ¿Es creíble o estamos ante un gobierno socialista o comunista que mediante el populismo endulza los oídos del “pueblo pobre, bueno y sabio” para perpetuarse en el poder como también lo intentó hacerlo el general Lázaro Cárdenas del Río o como lo llevó a cabo el ex presidente de Ecuador, Rafael Correa, cuya pobreza franciscana no era tan real porque hasta tenía su vochito viejo, pero vivía decentemente?
En el caso de AMLO estamos ante un nuevo embuste electoral con miras a las elecciones presidenciales de 2024 y las de gobernador en el Edomex y Coahuila para 2023. La gente vomita a los gobiernos derrochadores y lógicamente que el anuncio populista y demagógico de AMLO les cae como anillo al dedo a sus seguidores y busca cuando menos 23 millones de votos para que alguna de sus corcholatas gastalonas de nuestros dineros públicos se quede en la silla presidencial.
Sólo que hay un pequeño pero, en 1929, la CIA norteamericana llevó a cabo en México un siniestro trabajo que evitó por todos los medios que el general Lázaro Cárdenas apuntara con su dedo sagrado a una “corcholata” que era su compadre Francisco J. Mujica para que continuara la era socialista en México. Niguas, los norteamericanos pusieron un alto, la CIA norteamericana impidió que siguiera el continuismo socialista en México, que vomitaban los Halcones de Washington, como hoy vomitan el socialismo ramplón de AMLO. El socialismo y el comunismo es veneno puro contra el capitalismo.
Por ello me pregunto: ¿Cuál será el siniestro papel de la CIA en las próximas elecciones presidenciales? ¿Permitirán los gringos los continuismo socialista o comunista en México al que históricamente han considerado el patio trasero de la Casa Blanca?