“Isabel: La historia íntima de la escritora Isabel Allende”
Espectáculos viernes 29, Jul 2022
Lifetime presenta en exclusiva
- Gran estreno, viernes 29, sábado 30 y domingo 31 de julio a las 10 pm tiempo de México*
- En un evento de tres días seguidos “Libros, cámara, y ¡acción!” llega a las pantallas para toda Latinoamérica la miniserie que narra la vida de la célebre escritora, una mujer que rompió todos los estándares sociales de su tiempo para perseguir su felicidad
Lifetime se complace en anunciar un evento de tres noches seguidas con el estreno para toda Latinoamérica de la miniserie “Isabel: La historia íntima de la escritora Isabel Allende”
“Isabel: La historia íntima de la escritora Isabel Allende”, producida por Megamedia Chile, una biografía imperdible que podrá verse a partir de este viernes 29 de julio, y que relata la vida de una de las mujeres contemporáneas más influyentes en América Latina y el mundo.
Con 25 libros traducidos en más de 42 idiomas. Más de 75 millones de copias vendidas; 15 doctorados honorarios internacionales; más de 60 premios en más de 15 países; 2 largometrajes basados en sus novelas; varios trabajos literarios adaptados en musicales, óperas, ballets, y programas radiales y creadora de la Fundación Isabel Allende para empoderar mujeres y niñas en todo el mundo, la escritora chilena se ha convertido en un referente de la mujer actual.
Protagonizada por Daniela Ramírez en la piel de Isabel Allende, “Isabel: La historia íntima de la escritora Isabel Allende” es una historia sobre el perdón y la superación, el dolor y el éxito, que narra la vida de la autora de habla hispana más leída del mundo, y que está basada en la memoria ‘Paula’ (1994), que la autora escribió luego de la muerte de su hija.
Desde muy joven, la escritora estuvo dispuesta a romper todos los estándares socialmente aceptados de su tiempo para perseguir la felicidad y abrir su propio camino. A pesar de haber vivido en un momento histórico marcado profundamente por el machismo, la escritora muchas veces fue criticada en sus inicios por su labor como editora de una importante revista femenina, levantando temas incómodos para lo que era Chile de la década de los ‘60. Sin embargo, siempre fiel a sus ideales, Isabel se mostró como una mujer liberal, dispuesta a empujar los límites y hacerse valer como la persona que es.
Basada en la historia íntima de la célebre escritora, la mujer, la madre, la esposa y activista por los derechos de humanos, quien fue perseguida tras el golpe militar en Chile en 1973 por su pensamiento político y por ser sobrina del derrocado presidente Salvador Allende. Isabel debe abandonar el país, a su esposo y sus dos pequeños hijos para exiliarse en Venezuela. Viviendo así el dolor del destierro, la lejanía de su familia y el desempleo. Su refugio ante tanto dolor fue la escritura, dando vida a una novela que daría un giro para siempre en su carrera: “La Casa de los Espíritus”. Libro que la convirtió en una renombrada autora y en una voz feminista, con nombre y tono propio.
“Yo estaba viviendo en exilio en Venezuela, después del golpe militar en Chile. Y el 8 de enero supimos que mi abuelo estaba muy enfermo, que se estaba muriendo en Chile. Mi forma de despedirme de él, ya que no podía volver a Chile, fue escribirle una carta. Pero al segundo o tercer párrafo ya me di cuenta de que no era una carta como todas y que posiblemente mi abuelo nunca la iba a leer. Se me disparó la imaginación y todas las historias que tenía adentro, las anécdotas de él, las leyendas de la familia, mis memorias del pasado, mi país perdido… Todo eso salió como como un torrente sin que tuviera que pensarlo mucho. Y al cabo de un año trabajando solamente de noche, porque tenía un trabajo de día de 12 horas diarias, tenía 560 páginas en el mesón de la cocina y ese era el primer libro, La casa de los espíritus”, comenta Isabel Allende durante una entrevista exclusiva para LIFETIME.
Ha luchado firmemente por su libertad e independencia, convirtiéndose
en una implacable activista de los derechos de la mujer ha luchado
“Estamos muy orgullosos de poder llevar esta serie a millones de latinoamericanos porque es la historia de una mujer que pese a todos los obstáculos que ha enfrentado en su vida ha luchado firmemente por su libertad e independencia, convirtiéndose en una implacable activista de los derechos de la mujer y ejemplo de empoderamiento femenino. Y una de las cosas más importantes que unen a Isabel Allende con LIFETIME es que sus libros son una fuente permanente de inspiración para muchas películas y en este caso una miniserie con su biografía, que sabemos hará que muchísimas mujeres se identifiquen con ella y para otras sin duda será una fuente de inspiración”, comentó César Sabroso, VP Sénior de Afiliados, Marketing y Comunicaciones A+E Networks Latin America.
Si bien varias de las novelas de Isabel Allende han sido llevados a la pantalla, esta vez fue diferente porque es su propia vida la que fue convertida en una miniserie.
“Yo había pedido una sola cosa si hacían esta serie, y era que tuvieran mucho respeto por las otras personas que aparecen ahí. Mi vida está expuesta en varias memorias que he escrito y esta miniserie está basada en ‘Paula’, una memoria que escribí después que murió mi hija. Entonces no puedo alegar nada. Pero otras personas que aparecen en la serie como mi primer marido, padre de mis hijos, como el marido de Paula, como mi propio hijo, y tantas otras personas, tienen sus vidas privadas y no tienen por qué ser expuestos por culpa mía. Entonces pedí que fueran muy respetuosos con ellos y lo fueron. Me gustó mucho el trabajo que hizo Megamedia Chile, fue una producción muy cuidadosa. Vinieron a mi oficina, revisaron cientos de fotografías, videos, entrevistas, películas y copiaron los vestidos de cada época. Incluso joyas artesanales que son piezas únicas, las copiaron exactas. Los peinados, las casas. Cada período que aparece en la miniserie está tan bien hecho. Así que quedé muy impresionada”, comenta la escritora sobre la serie.
La muerte de su hija Ppaula
Además de Daniela Ramírez, integran el elenco de la miniserie Néstor Cantillana en la piel de Miguel Frías, primer esposo de Isabel y padre de sus dos hijos; Rodolfo Pulgar, como Agustín Llona, el abuelo de la escritora; y Rosario Zamora como Francisca Llona, madre de Isabel. “Daniela hizo un trabajo tan formidable que cuando yo, cuando empezó la miniserie, yo dije yo no me parezco nada a esta niña tan bonita y tan joven. Y después, a medida que fui viendo la serie, me sentí tan identificada con ella que ya no la veía como otra persona, sino que parecía que era yo”, confiesa Isabel Allende.
Esta miniserie de tres episodios hace un recorrido por los momentos que marcaron la vida personal y profesional de Isabel Allende desde finales de la década del ´60 hasta comienzos de los ´90 cuando, en la cúspide de su carrera, recibe la demoledora noticia de que su hija Paula de 28 años, quien padecía una grave enfermedad, estaba al borde de la muerte. Isabel lo abandona todo para convertirse en madre a tiempo completo, hasta que su hija muere en sus brazos más de un año después.
“Yo estaba en España presentando “El plan infinito” con Antonio Banderas al lado y un vaso de champaña en la mano. Y cruzó la pieza mi marido, y me dijo que Paula estaba en el hospital y yo tuve inmediatamente la certeza de que era una crisis de porfiria, que era una condición genética que ella tenía. Me fui de la fiesta, de Barcelona a Madrid, en el primer avión que salió y llegué al hospital a ver a Paula esa noche. Y terminó el éxito, el público, el champán, todo terminó en esos momentos y entré en otra etapa de la vida que duró un año largo hasta que Paula murió. Y luego, después de eso, yo ya no era la misma persona. Cambié profundamente después de esa experiencia y no volví a ser nunca más la misma. Se terminó mi juventud ahí. Empezó otra etapa ahí, que no es mala, pero es una etapa diferente”, agrega Isabel Allende sobre sobre ese momento de su vida plasmado en la serie.
Con un marcado sentido de la justicia que se hace visible en cada cosa que Isabel Allende emprende, una de sus grandes banderas de lucha ha sido defender a las mujeres y sacar adelante el movimiento de liberación femenina.
“Estoy tan feliz de ser mujer. No me cambiaría por ningún hombre. Una de las cosas que me ha dado más felicidad en esto de ser mujer es la compañía y la solidaridad de otras mujeres. No somos rivales. Ese es un cuento que inventaron los hombres. Somos compañeras, somos hermanas. Y lo que yo les diría es que tratemos de estar juntas y conectadas. Una mujer sola es muy vulnerable. Una mujer acompañada es invencible. Podemos estar juntas y eso es lo que quisiera pedirles”.
La miniserie “Isabel” es una producción de Megamedia Chile, distribuida por MGE, que contó con la producción ejecutiva de Isabel Miquel, la dirección de Rodrigo Bazaes, y la pluma de Jonathan Cuchacovich como guionista.
—¿Qué es el amor para Isabel Aallende?
Hay tantas clases de amor. El amor de pareja, que a mí nunca me ha faltado. Por suerte he tenido siempre ese amor que para mí es importante porque soy súper romántica y sentimental. El amor a los hijos, que es para mí lo que me marcó. Una vez que nacieron mis hijos, todo cambió para mí. Y ahora, en mi edad de la vejez, el pilar de mi vida es mi hijo Nicolás, que vive a 12 minutos de distancia y maneja mi vida y maneja la fundación con su mujer, con Lori. Pero he tenido también otros amores. Los amores de esas mujeres que mencionamos al comienzo que me ayudaron tanto. El amor incondicional de mi madre. Yo me escribí con mi madre todos los días desde los 15 años. Le escribía yo a ella y ella me escribía a mí de vuelta todos los días. Tengo 24 mil cartas en un garaje, separadas por año en cajas de plástico. Te digo que son 24 mil porque hubo que digitalizarlas y ahí la pudieron contar. Entonces es más o menos el número aproximado que hay. Imagínate la relación que eso significa. Y bueno, no, no me ha faltado amor, pero también he tenido, no sé si se puede llamar amor u obsesión por ciertas causas, por ciertas cosas que han sido súper importantes para mí en la vida. Un marcado sentido de la justicia; por supuesto, lo que se nota en todo lo que hago, una obsesión por defender a las mujeres y por sacar adelante el movimiento de liberación femenina y tantas otras causas que de las cuales me he enamorado y sigo enamorada. En eso trabaja mi fundación.
—¿Qué es la mujer para Isabel Allende?
Es muy difícil generalizar porque hay una parte por supuesto que es de género, pero ahora los géneros están bastante borrosos. Tú puedes ser tantas cosas, puedes incluso elegir. Hay tantos niños ahora que dicen que no son binarios, chiquitos de nueve años que dicen ‘un día soy hombre y al otro día soy mujer, soy niña, ¿por qué no?’, eso no existía cuando yo era joven. Por supuesto, los géneros estaban muy marcados hasta el punto que uno iba a colegio de niñas, colegio de niños. Se vestía uno diferente, hasta las bicicletas eran diferentes, todo era diferente. Pero ahora eso ya no es así. Me fascina ver a los jóvenes de ahora con esa fluidez que permite a los varones asimilar y entender muchas cosas de las mujeres. Y a las mujeres también entender y asimilar mucho de los hombres. Las mujeres ya lo han estado haciendo desde el movimiento de liberación femenina. Hemos salido a la calle a competir con los hombres en el trabajo y en tantas otras cosas. En todos los campos de acción humana, las mujeres han compartido con los hombres y han ganado muchas veces, pero no ha sido al revés. Recién ahora los hombres jóvenes empiezan a entrar en las labores que se llamaban femeninas, como por ejemplo criar a los hijos. Antes no se veía nunca a un papá con dos niñitos, uno en brazos y el otro colgando de una pierna. Eso no se veía. Ahora lo ves en todas partes. Ahora en los baños de hombres hay mesones para cambiar los pañales de los niños. Mi marido, mi primer marido, cuando tuvimos los niños, jamás preparó un biberón. No tenía idea como se hacía eso. Ni le tocó cambiar pañales. Ahora eso ha cambiado. Así que yo voy viendo esa fluidez con mucho optimismo y con mucha esperanza de que sea el principio de un cambio mucho más profundo.
—¿Qué es escribir para Isabel Allende?
Casi todo lo que hago, lo que pienso, lo que sueño, termina en la página. Escribir. Tal vez porque me entrené en escribirle a mi madre todos los días, que en el fondo era como llevar casi un diario de vida porque era al final del día, yo le contaba a mi mamá al día que no era sólo lo que hacía, sino que todo, lo que estaba pensando para la próxima novela, la pelea que había tenido con alguien. Todos estaban en esas cartas. Entonces, ese entrenamiento de poner todo por escrito ha definido mi vida. Después fui periodista y ahora escritora. De manera que la escritura ha sido como la sangre para mí, tan personal y tan necesaria y tan difícil de definir. Porque, ¿qué es la escritura? Para mí básicamente ahora es como contar algo, contar una historia, contar una vida, contar algo que me importa, pero no lo puedo contar de palabra, no lo puedo grabar, no lo puedo dictar. Tiene que ser por escrito. Tengo que poner las manos en las teclas de la computadora y ahí empieza a salir todo. Esa es la escritura. Es mágico.
—¿Qué es la muerte para Isabel Allende?
Un umbral. Cuando Paula murió en mis brazos, sentí que algo se iba a otra parte. Que no era el fin. Era una transición. El inicio de un viaje. Y ese momento de la muerte de Paula, esa noche de la muerte de Paula en la casa, fue como una noche sagrada, de algo misterioso, silencioso. Algo que requería esfuerzo. Pero sin duda sentí que era un umbral. Poco después nació mi nieta Nicole y me tocó a mí recibirla de su madre, cortar el cordón umbilical. Fui la primera persona que la tuvo en los brazos. Y también ese momento, ese largo momento del nacimiento, del esfuerzo, ese momento misterioso y sagrado de que ella venía de otra parte, de que estaba cruzando el umbral de la vida. Unas ganas de preguntarle: “¡Dime cómo era al otro lado antes de que se te olvide!” Y así sentí con Paula, unas ganas de decirle: “Paula, cuéntame que está sintiendo. ¿Qué hay al otro lado?” En ambos casos, un umbral.
—¿Qué es el éxito para Isabel Allende?
El éxito es tan relativo. Uno tiene éxito en cosas chiquitas y tiene grandes fracasos en cosas grandes. La gente me pregunta cómo se vive la celebridad por los millones de libros que he vendido. Por qué se yo, por todo lo que hay, mi público. La vida de uno, la vida interior no cambia. Uno sigue estando en la misma piel. Envejece. Tienen los mismos amigos, los mismos amores. Nada cambia fundamentalmente por el hecho de que haya tanta bulla afuera. Sucede en círculos externos. Yo noto la celebridad solamente cuando viajo y cuando me encuentro con el público. Cuando voy a un teatro y hay mil personas y me reciben muy bien, ahí lo noto. Pero en el resto del tiempo yo estoy en esta buhardilla sola y aquí nada cambia. Yo tengo una casa muy pequeña, tengo un auto viejo, no necesito más. Entonces la celebridad no la vivo como tal vez la vive otra gente, con ostentación, ni con vanidad, porque no me alcanza, no me llega.