Morena, píldoras de democracia
¬ Francisco Reynoso jueves 28, Jul 2022Triple Erre
Francisco Reynoso
Este fin de semana, Morena elige en las urnas, con la supervisión del INE, de Lorenzo Córdova, a sus 3,000 consejeros estatales -10 por distrito federal-. Y de este ejército de demócratas saldrán posteriormente los 300 integrantes del Consejo Político Nacional, máximo órgano de gobierno del partido.
Sólo los muy lelos se tragan esta píldora de democracia.
No hay línea, no habrá señales divinas, grita López Obrador y públicamente denostó a Marcelo Ebrard por exigir piso parejo en el proceso para elegir al candidato presidencial.
En su mañanera del martes, el caudillo calificó de ofensiva la petición del canciller.
Pedir piso parejo es menospreciar a la gente, según él. Porque la gente, el pueblo sabio, el pueblo jodido, ya no se deja manipular ni permite que lo engañen.
Y será el pueblo quien decida, mediante encuesta, quién será el candidato presidencial de Morena.
Sólo los muy lelos se tragan esa patraña.
Todo mundo sabe que en el Movimiento de Regeneración Nacional la única voluntad que cuenta es la de Andrés Manuel López Obrador.
El descendiente de los putunes chontales decide quién sí y quién no; quién vive y quién muere políticamente.
Y será él quien escoja a su sucesor o sucesora en la presidencia, más no en el trono.
La elección, entre acusaciones
La elección de consejeros de este fin de semana se hará entre acusaciones de trampa que la militancia hace a los integrantes de las comisiones de Elecciones y de Honor y Justicia.
Y es que las listas con los nombres de los aspirantes aprobados para participar en las elecciones -según denuncias- fueron manipuladas a gusto y disgusto de Mario Delgado y Citlali Hernández, presidente y secretaria general del comité directivo nacional de Morena.
Las elecciones serán sábado 30 y domingo 31 de julio.
El primer día será en los 20 estados con gobierno de Morena.
Y el domingo en las 12 entidades con gobernador de oposición.
Se elegirán 10 consejeros estatales en cada uno de los 300 distritos federales. Serán cinco hombres y cinco mujeres. En total 3,000.
Posteriormente, los consejos estatales se encargarán de elegir, de entre ellos, al presidente del comité estatal.
Serán 16 presidentes y 16 presidentas.
El reclamo de muchos militantes de Morena es que las listas de los postulantes a consejeros estatales se manipularon descaradamente. Muchos nombres se tacharon y otros se agregaron.
“Fue un verdadero estercolero”, refiere un militante fundador de Morena.
A Delgado no lo mueve ni Dios
De los 3,000 consejeros estatales que se elijan este fin de semana, saldrán los 300 consejeros nacionales. Uno de cada distrito electoral.
Y esos 300 consejeros nacionales, electos muy a modo, se encargarán de renovar a la dirigencia nacional, excepto al presidente. Porque de ese cargo a Mario Delgado no lo mueve ni Dios.
Sólo López Obrador sería capaz de echarlo fuera. Pero no lo hace porque Delgado es uno de sus peones más disciplinados y obedientes.
Esa es la democracia en Morena. La democracia que presume el caudillo López Obrador.
No somos iguales, dice una y otra vez refiriéndose a priistas y panistas.
Y efectivamente, no son iguales. Porque los morenos han superado a los maestros. Son capaces de hacer lo que ningún priista se hubiera atrevido por vergüenza.
Necesario una limpia de superdelegados
El secretario de Gobernación, Adán Augusto López, empezó a armar la estructura nacional que le ayudará en caso de que el dedo divino del caudillo López lo señale como sucesor del trono. En Zacatecas, su coordinador y representante será Enrique Bernaldez Rayas, quien fue uno de los principales operadores de campaña de David Monreal. Según “Kike Rayas”, Adán Augusto tiene planeado, de ser el “bueno”, sustituir a los 31 superdelegados para los programas sociales del presidente López. Y es que manejan 299 mil millones de pesos y tienen a sus órdenes ejércitos muy numerosos de los llamados servidores de la nación. A juicio de Adán Augusto, todo ese ejército, al que Morena le debe las 20 gubernaturas que tiene, debe integrarse con gente de confianza, del equipo de quien sea candidato a la Presidencia de la República. Y la verdad, el paisano, compadre, notario y en muchos asuntos administrador del caudillo, tiene toda la razón.
El problema es que los superdelegados y sus servidores son incondicionales de López Obrador. Él los puso y sólo él los quitará, si le da la gana.
La verdad es la verdad
y no admite otros datos