Los morenistas y su guerra interna
¬ Augusto Corro jueves 28, Jul 2022Punto por punto
Augusto Corro
Nadie duda que la guerra por las candidaturas presidenciales tendrá un costo importante que podría afectar la disciplina y la unidad de los partidos políticos.
Los conflictos desembocarían en el divisionismo. Así, conforme avance el tiempo veremos de que tamaño serán los conflictos.
En el partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) ya empezaron las quejas porque no hay piso parejo.
El propio líder guinda, Mario Delgado, dijo que en el próximo Congreso del partido se planteará un acuerdo entre los precandidatos para evitar conflictos.
Concretamente, el dirigente propuso que la mencionada reunión sea el marco para definir condiciones de “certidumbre y tranquilidad de que la disputa no es entre nosotros”.
Pues las declaraciones de Delgado se interpretan como un aviso de que la lucha en el interior de Morena no será fácil.
Así la guerra de Morena será en el exterior y en el interior. Hacia fuera con las organizaciones políticas que competirán por la silla presidencial.
En el partido la lucha se desatará entre las llamadas “corcholatas” ya destapadas por el presidente López Obrador.
Nos referimos a los precandidatos y precandidata tempraneros: Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno capitalino; Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores; y Adán Augusto López, secretario de Gobernación.
Y aunque no es “corcholata” también se debe incluir en esa lista de aspirantes presidenciales, al senador Ricardo Monreal.
En las encuestas sobre las preferencias electorales, Claudia y Marcelo van empatados. Por ahora, ninguno de los dos precandidatos tiene la fórmula para separarse de su competidor.
Salvo que el líder moral de Morena, López Obrador, intervenga para decidir por dónde va la jugada; es decir, manifestar sin rodeos quién es su candidata o candidato.
En el escenario político, se ve que al mandatario tabasqueño le simpatiza más la aspirante Claudia. Quizás esa actitud de López Obrador llevó a los seguidores de Ebrard a demandar el piso parejo.
En el partido guinda, durante el proceso de selección del precandidato, a través de encuestas, surgirán las inconformidades; porque no todos los militantes morenistas están de acuerdo con ese método.
No olvidar que también están como aspirantes presidenciales el exgobernador de Tabasco y secretario de Gobernación, Adán Augusto López. No parece representar obstáculo alguno.
En cambio, el senador zacatecano, Ricardo Monreal, sí dará la pelea en la búsqueda de la silla presidencial. ¿Cuál será la actitud de los morenistas hacia el legislador?
Mientras se acerca la fecha de las definiciones, ya algún partido político de la oposición le ofreció el apoyo a su candidatura.
En fin, la actividad política en Morena será intensa., sin duda.
Del lado de los partidos opositores, la destapada tempranera de las “corcholatas” apenas si les interesó.
Por ejemplo, en la alianza Va por México (PAN, PRI y PRD) no encuentran a su representante,
En Acción Nacional se manejan los nombres de posibles aspirantes; se trata de figuras políticas del pasado que tratan de resucitar.
Ahí está Margarita Zavala, esposa del ex presidente Felipe Calderón que fracasó en la formación de un partido político y en su participación como candidata independiente a la silla presidencial.
El panista designado podría surgir entre los exgobernadores y los actuales mandatarios de los estados.
En Revolucionario Institucional, los tricolores no parecen contar con un representante.
En el presente están sumidos en una lucha que evite su desaparición de la escena política.
Los jerarcas tricolores pelean por lo que quedó de la organización. Su líder, Alejandro Moreno (a) “Alito”, enfrenta una serie de acusaciones que lo afectan su autoridad política.
En el PRD se empeñaron en continuar con los dirigentes de siempre: no se ven cambios para darle una nueva vida a esa organización política.
Esto es a grandes rasgos lo que ocurre en Morena y en la oposición.
¿Usted qué opina amable lector?