La verdad y la mentira
Alberto Vieyra G. martes 26, Jul 2022De pe a pa
Alberto Vieyra G.
El propagandista nazi de Adolfo Hitler, Joseph Goebbels, aconsejaba a los gobiernos populistas y simuladores que “una mentira pronunciada mil veces se convierte automáticamente en una verdad”. ¡Cuánta razón tenía Goebbels!
Hoy, la clase política en el poder nos vende mañana, tarde y noche la mentira como una verdad. En el caso de AMLO, nos vende como “no verdades” 90 en promedio cada día para totalizar 84 mil 77 mentiras, de acuerdo con el récord que registra el politólogo Luis Estrada, quien suele ser muy caballeroso usando el término “no verdades”, pero que en sencillo castellano se entiende como mentiras. Y habrá que recordar que la mentira es propia de satanás, el padre de la mentira. Prácticamente todos los politicastros en el mundo le rinden culto a Satanás, quien buscó entrampar con la mentira nada más y nada menos que a Jesucristo, pero éste lo mandaría a la rechintola. Para los estudiosos del carácter, las personas mentirosas tienen esa característica porque son deshonestas y poseen una alta enfermedad espiritual porque contravienen el octavo mandamiento que reza “no dirás falso testimonio ni mentiras”.
Por ejemplo, Donald Trump en los yunaites les vendió a los norteamericanos y al mundo más de 23 mil mentiras como verdades. Otro de sus antecesores George W. Bush, le echó a los norteamericanos más de 300 mentiras para justificar la invasión de Estados Unidos a Irak para apoderarse del petróleo, aduciendo que ese país árabe, cuyo dictador era Sadam Husein, poseía armas químicas y bacteriológicas para aniquilar al mundo. Todavía no aparecen esas armas. Adolfo Hitler les vendió a los alemanes y al mundo la tiránica mentira de que los judíos eran el enemigo común de los alemanes y que había que aniquilarlos. Exterminó a 7 y medio millones de judíos con esa asquerosa mentira.
Regresando con AMLO, nos ha vendido la tiránica mentira como verdad, señalando todos los días que los conservadores son el enemigo común de todos los mexicanos, con lo cual ha incurrido en el más grave error político con el que ha dividido y enfrentado a todos los mexicanos. Por ello, urge un gobernante menos mentiroso que sea capaz de llevar a México a una reconciliación nacional mediante el diálogo, menos simulación política, pero sobre todo con menos mentiras. Las últimas mentiras de AMLO han sido el que “México ya no es colonia de ninguna nación del mundo” y de que “yo no soy pelele de ningún gobierno del extranjero”.
Todo eso, más el “uy que miedo”, porque Estados Unidos y Canadá nuestros socios comerciales del norte con los cuales firmamos un Tratado de Libre Comercio, amenazaron con demandar a México por violaciones al T-MEC cometidas por el gobierno de AMLO, pero éste dice que no hay tos, que no ha violado ningún Tratado de Libre Comercio, cuando las demandas incluso laborales ya están puestas en la mesa y podrían costarnos a los mexicanos miles de millones de dólares, sólo que AMLO, por cuestiones electoreras rumbo a las presidenciales de 2024 se está envolviendo en la bandera antiyanquismo, a sabiendas de que esa posición le traerá votos a su partido porque muchos compatriotas odian al país de las barras y las estrellas, pero el hecho es que si el gobierno de AMLO firmó la ratificación del T-MEC es porque lo cumple o lo cumple. Pero el engaño está en el hecho de que “no pasa nada”, cuando todos sabemos que sí pasa y de que no es “pelele de nadie” y de que “México no es una colonia”. Hasta los niños saben que esa actitud respondona de AMLO no nos llevará a ningún puerto seguro, pero como todo es electoral, seguramente que para 2024, AMLO habrá contabilizado alrededor de 150 mil mentiras.
Ya veremos cuántas mentiras más nos recetará AMLO con su democracia del atolito con el dedo.