El asesinato de Raquel
¬ Augusto Corro lunes 25, Jul 2022Punto por punto
Augusto Corro
Vivimos en una sociedad violenta en la que cada día se cometen acciones salvajes.
Luz Raquel Padilla, de 35 años, fue rociada de alcohol por cuatro personas, quienes le prendieron fuego. Murió en el hospital tras tres días de agonía. Tres días de agonía murió en el hospital.
El hecho se registró el sábado 16 de julio en Zapopan, Jalisco. Así terminó un pleito entre vecinos.
Las autoridades informaron que se encuentra detenido uno de los cuatro implicados.
El asunto, impactante, es el reflejo de la situación de violencia que vive la sociedad desde hace varios sexenios.
El problema de inseguridad azota a México y no se ve una posible erradicación de esa pesadilla.
Sin estar en guerra, nuestro país es uno de los más violentos.
Si bien es cierto que la ola de asesinatos viene de sexenios recientes, aún no se cuenta con una estrategia que nos prometa vivir en paz.
La idea del gobierno federal de combatir a la delincuencia con “abrazos, no balazos” sólo dio como resultado que se agudizará la ola de violencia.
Toda clase de crímenes
Son múltiples los factores que participan en la consumación de todo tipo de delitos.
Esos hechos criminales registran extorsiones, secuestros, feminicidios y asesinatos.
La delincuencia organizada tiene marcadas las zonas en las que participa activamente, pues no se cuenta con la presencia de los representantes de la ley.
A lo anterior se debe sumar la actitud corrupta, negligente e inepta de las autoridades para impartir justicia.
Así, la impunidad es la falla que favorece a los delincuentes.
El caso de Luz Raquel Padilla no es el único en el que la negligencia de las autoridades jugó un papel importante.
La víctima denunció que era hostigada por los vecinos, pero no le prestaron la atención debida.
En Monterrey, Nuevo León, los investigadores no han podido saber la verdad sobre la muerte de Debanhi Escobar, de 18 años de edad.
Van dos autopsias practicadas a la joven. Ambas son contradictorias. En una se dijo que murió por un golpe en la cabeza; en la otra que pereció por asfixia.
Todo parece indicar que se trata del crimen perfecto. La universitaria desapareció el 9 de abril y fue encontrada muerta en la cisterna de un motel, en Monterrey.
A la fecha ese asunto sigue sin solución.
Revisar la “estrategia”
Las acciones criminales arriba señaladas son dos ejemplos claros de la incapacidad de las autoridades locales, estatales y federales.
Según el gobierno federal, los encargados de atender los temas de inseguridad se reúnen cinco días a la semana para analizar la situación.
¿De qué sirve el hecho de madrugar de esos funcionarios, encabezados por el presidente López Obrador, si el problema sigue igual, o cada día peor?
En un sinnúmero de municipios la delincuencia organizada no tiene problema para cometer sus fechorías, por una simple razón: no hay policías.
Escasean los ciudadanos para ocupar esos cargos como representantes de la ley. En caso de que participen como guardianes, no pocos de ellos están en contubernio con la delincuencia.
El gobierno morenista, a nivel federal, sigue sin encontrar la fórmula para combatir la delincuencia organizada.
Se creo en este sexenio la Guardia Nacional (GN) para hacer más efectiva la lucha contra la criminalidad, pero cabe preguntar cuáles son resultados.
Por supuesto, entre otras causas de la inseguridad que golpea a México están la pobreza, la desigualdad, el desempleo y la falta de oportunidades de estudio.
¿Cuánto tiempo seguirá México hundido en el mundo de violencia?
¿Usted qué opina amable lector?