Los zacatecanos acusan a Ricardo Monreal de sus desgracias
¬ Francisco Reynoso jueves 21, Jul 2022Triple Erre
Francisco Reynoso
En Zacatecas, la inmensa mayoría de los zacatecanos culpan a Ricardo Monreal Ávila de todas sus angustias y de todos sus quebrantos.
Y aunque parezca canción del poeta José Antonio Zorrilla, también acusan al senador que aspira a ser el próximo Presidente de México, de llevar a sus vidas tantos y tan amargos desencantos.
Tantos reproches de los zacatecanos a Ricardo obedecen a que lo hacen directamente responsable de que su hermano preferido, David Monreal, haya llegado a la gubernatura del estado.
La gente dice abiertamente que Ricardo engañó al pueblo cuando un día llegó y les dijo que David sería el mejor gobernador que haya tenido Zacatecas.
Y desde que David tomó las riendas del estado se ubicó como el peor gobernador de los 32 en funciones. Ni siquiera pudo superar a Cuauhtémoc Blanco, de Morelos. Ni a Miguel Barbosa de Puebla, con todas sus barbaridades.
David se instaló en el lugar 32 del ranking de gobernadores y no ha habido poder humano que lo mueva de ahí. Y en la última medición ya tiene una cómoda diferencia de 15 puntos con el mandatario del cajón 31.
Desde que tomó posesión como gobernador de Zacatecas, en septiembre de 2021, David Monreal se ha peleado con todos los sectores. Primero, con los maestros a los que no les quiso pagar sus quincenas. Luego, con la burocracia estatal, a la que calificó de huevona.
Poco después David se peleó con los jubilados del Issstezac. A quienes perciben más de 50 mil pesos los tildó de delincuentes y ordenó congelar sus “pensiones doradas”.
Con los partidos políticos no ha tenido ninguna relación o acercamiento. Al rector de la Universidad, Rubén Ibarra, lo trata como a empleado de tercera categoría. Y hace poco tiempo, como López Obrador, agarró pleito con el clero de la Iglesia católica cuando fueron asesinados dos sacerdotes en la Sierra Tarahumara de Chihuahua, David también se peleó con el obispo Sigifredo Noriega.
Después el pleito fue con los diputados locales, a los que acusó de hambreadores y corruptos porque revivieron el instrumento de “herramientas legislativas”, que no es otra cosa que la bolsa de dinero que los legisladores usan para repartir y comprar el cariño de la gente.
David ejerció su derecho de veto para anular la reforma constitucional que aprobaron 29 de los 30 diputados -incluidos los de Morena- para revivir las “herramientas legislativas”. Y quiso dejar en claro que es él quien manda en Zacatecas.
Pero eso ni él se lo cree. En Zacatecas, todo mundo sabe que el chicharrón que truena es el de los cárteles del crimen organizado. Y han dado muestras de ello.
Poco después que asumió el poder político, David esperaba a los reyes magos en sus oficinas de Plaza de Armas. A las 5.30 de la mañana -según contó él mismo- le dejaron 10 cadáveres junto al árbol de Navidad gigante, instalado frente a Palacio de Gobierno.
Y hace días, que estuvo en Zacatecas la secretaria de Seguridad Pública, Rosa Icela Rodríguez, mientras ella repetía las frases de López Obrador de que vamos requetebién y se avanza en la disminución de delitos de alto impacto, en los tres principales municipios fueron asesinadas 10 personas.
Ese día, Rosa Icela no quiso pernoctar en el estado. Salió como tapón de sidra.
Y hace unas cuantas horas, el Inegi ubica a los dos municipios más grandes e importantes de Zacatecas: Zacatecas, capital y Fresnillo, tierra del gobernador y del senador, presidido por otro de los hermanos: Saúl Monreal, son los más peligrosos para vivir en todo el país y sus alrededores.
Así pues, David Monreal tiene hecho un desastre a Zacatecas y los zacatecanos culpan de sus desgracias, amarguras, desencantos y quebrantos a Ricardo Monreal
Como lo fue el torero Lorenzo Garza, Monreal es ave de las tempestades en su tierra. Muchos lo quieren, lo apoyan y juran que es el político que México necesita para correr las locuras y excentricidades de López Obrador.
Pero otros lo repudian y lo acusan de corrupto, porque aunque en su declaración patrimonial declara no tener casas, automóviles, ranchos, alhajas, obras de arte, acciones de empresas y nada de valor.
Como López Obrador, sólo guarda 200 pesos en el bolsillo.
A esa postura socarrona que nadie en Zacatecas se traga, ahora lo culpan del gobierno infame de su hermano preferido.
Hace días, en la plaza de toros del restaurante Arroyo, Ricardo Monreal convocó a una gran reconciliación nacional.
Dijo que Morena no puede estar peleado con los estudiantes de la UNAM, con las iglesias, la clase media, los empresarios, ecologistas y con los partidos políticos.
Y gritó que de llegar a Palacio Nacional, al trono que ocupa López Obrador, será el Presidente de la reconciliación.
En Zacatecas, quienes lo acompañaron en el “monrealazo” de 1998, entre ellos Elías Barajas y Javier Mendoza, advierten que Ricardo primero tendrá que ocuparse de la reconciliación en Zacatecas, con los zacatecanos.
Porque López Obrador dirá, y con mucha razón, si no pueden gobernar Zacatecas y sacar al estado del subdesarrollo y pobreza, menos podrán con el país.
La verdad es la verdad
y no admite otros datos