El final de Caro Quintero
¬ Arturo Ríos Ruiz martes 19, Jul 2022Centro..!
Arturo Ríos Ruiz
- “Doble play” del Presidente
- Con Biden y “Los Chapitos”
En 1985, Rafael Caro Quintero era poco conocido como capo sobresaliente, pero a partir del 5 de marzo de 1985, al encontrarse los cuerpos de Enrique “Kiki” Camarena, un agente de la DEA, y del piloto Alfredo Zavala Avelar, tras casi un mes del secuestro ambos en Guadalajara, el 7 de febrero, todo cambió.
El escándalo fue mayúsculo y se salpicó con la historieta de amor, pues se descubrieron varias cuestiones que implicaron a políticos prominentes de la época: Sara Cosío, hija de un hermano de Guillermo Cosío Vidaurri, secretario general del DDF, resultó novia del capo.
También se conoció que Caro Quintero se mudó con todo y cártel a Guadalajara, procedente de Sinaloa, y que regaló a funcionarios 70 automóviles Grand Marquís en ese año. Ya era costumbre que el narco “compraba’’ corruptos del gobierno.
Caro Quintero revivió 28 años después de purgar su condena, al ser liberado en 2013 en un escándalo judicial que indignó a la DEA. El tribunal de apelaciones revocó la sentencia a 40 años de prisión alegando que debía haber sido juzgado en un tribunal estatal. Se puso a trabajar en lo que sabía el narco.
Luego, la Suprema Corte de México anuló la orden que lo liberaba, confirmó que Quintero fue correctamente procesado por un tribunal federal.
Sorpresivamente, tres días después de la reunión AMLO-Biden, La Marina y la Fiscalía detallaron que la captura de Quintero “derivó de trabajos de campo y gabinete realizados desde su liberación en 2013″. Pero el imaginario razonable no escapa a la conjetura que fue cumplir una orden o compromiso producto del encuentro.
Por otro lado, la detención de Caro Quintero resultó doblemente útil para el gobierno mexicano, para nadie es extraña, la rivalidad entre el capo y “Los Chapitos” amigos del mandatario y con el hecho se los quita de en medio.
Una pregunta queda en el aire ¿Qué pasó con la orden de extradición estadounidense de Ovidio, aquella que echó abajo AMLO desde Oaxaca al suscitarse el “culiacanazo” el 17 de octubre de 2019? Parece estar olvidada tanto por México como por los Estados Unidos.
Los estadounidenses no olvidan, Caro Quintero era un cabo suelto en su justicia y lo quieren para siempre en sus celdas y tal vez, el caso Ovidio esté guardado para otra “doblada” que se ofrezca más tarde, para cuando nuestro mandatario se brinque las reglas como lo hace tan frecuentemente.
Proceso publica algo que debe inquietar a AMLO: Después de la detención de Caro Quintero en 1985, Manuel Bartlett Díaz no va a Estados Unidos, sería detenido para ser interrogado por el caso de Enrique “Kiki” Camarena, dicen funcionarios del Departamento de Justicia de ese país.