El PRI, empantanado
¬ Augusto Corro viernes 15, Jul 2022Punto por punto
Augusto Corro
El Partido Revolucionario Institucional (PRI) se encuentra en la peor crisis desde su fundación.
Y lo peor, sus líderes no encuentran la salida al problema.
Al contrario, los pleitos de los jerarcas priistas no se ponen de acuerdo para rescatar lo que queda de esa organización política.
El PRI tuvo tres derrotas importantes que debilitaron sus estructuras. La primera se registró en 2000, cuando Vicente Fox, del PAN, ganó la Presidencia de la República.
La segunda, en 2006: con Felipe Calderón se repitió el triunfo panista.
Y la tercera, en 2018, Morena obtuvo una victoria apabullante. Esta última tiene al Revolucionario Institucional, en vías de desaparición.
A los conflictos políticos comunes, en el seno del PRI se libra una lucha por el poder, una de las más críticas en la vida del partido.
En el sexenio de Fox los priistas manejaron muy bien su condición de opositores. Lograron sobrevivir.
Los tricolores continuaron en su condición de opositores en el gobierno de Felipe Calderón. No les fue tan mal.
El priista Enrique Peña Nieto recuperó el poder y siguió la política sin cambios.
Varios gobernadores se enriquecieron con el saqueo de los recursos públicos. Los escándalos de corrupción mancharon la imagen priista.
En 2018, PRI, PAN, PRD y candidatos independientes quedaron noqueados. A partir de esa derrota, los partidos de oposición siguen representando una fuerza política fuerte, sólida, para enfrentar al gobierno morenista.
Esto se reflejó en las elecciones intermedias de 2021 y las registradas en junio pasado. En la mayoría de las entidades gobierna Morena.
Al partido tricolor le queda una oportunidad para levantarse de la lona: las elecciones en el Estado de México, el próximo año.
¿El PRI estará en condiciones de ganar el Edomex, ahora que libra una lucha interna, en la que dirigentes y exdirigentes priistas no se ponen de acuerdo? El principal obstáculo lo representa el presidente del partido y exgobernador de Campeche, Alejandro Moreno Cárdenas (a) “Alito”, quien es blanco de fuego amigo y amigo.
A raíz de su pésima política que lo llevó a perder las gubernaturas y de los ataques de la oposición, el exmandatario asumió una actitud de enfrentamientos con sus propios compañeros y con la oposición.
Crecieron los escándalos derivados de audios de “Alito” que lo presentan como un político sin escrúpulos.
Debido a esas grabaciones, la Fiscalía de Campeche lo investiga, entre otros delitos, por enriquecimiento inexplicable cuando fue gobernador.
Moreno Cárdenas decidió enfrentar al gobierno obradorista y fue a Europa a quejarse de que es un perseguido político. Se ignora si esa acción le resultará positiva.
“Alito” fue convocado por ex dirigentes y ex gobernadores de su partido a que renuncie a la dirigencia. De plano les dijo que no se irá y que continuará hasta el próximo mes de agosto.
Y es en estos meses cuando tiene que conocerse oficialmente quien será el aspirante priista que compita por la gubernatura.
Se trata de una decisión muy importante porque sería la última oportunidad del PRI para empezar a salir del pantano en que se encuentra.
El tema será analizado en la alianza Va por México para llegar a un acuerdo que fortalezca a la oposición. El PRI pugnará porque sea el candidato priista; lo mismo va a querer el PAN. El PRD no tiene problema; pues hará lo que le ordenen.
En orden de importancia, “Alito” tiene que resolver el conflicto interno, su pleito con el gobierno federal y tratar con mucho cuidado su participación en la alianza con el PAN y el PRD.
Los líderes de Va por México manifestaron su apoyo a Moreno Cárdenas, a pesar de lo negativo que es mantener una alianza con el campechano que está en medio de escándalos variados y de todos tamaños.
¿Usted qué opina amable lector?