Para AMLO en EU, ni siquiera el “comes y te vas”, denunció la oposición
Miguel Ángel Rivera jueves 14, Jul 2022Clase Política
Miguel Ángel Rivera
Para los legisladores de la llamada Cuarta Transformación (Morena y corifeos) el presidente Andrés Manuel López Obrador es, nada menos, un estadista de dimensión mundial que no sólo supera los problemas nacionales, sino que es capaz de ofrecer remedios hasta para una potencia como los Estados Unidos.
En cambio, para la oposición, el primer mandatario tiene una larga lista de pendientes, para los cuales su única respuesta ha sido, y es, culpar a los gobiernos anteriores.
Todo eso ocurrió en la asamblea de ayer de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, en la cual se analizó el resultado de la reciente visita del presidente López Obrador para entrevistarse con su homólogo de los Estados Unidos, al cual le impuso, como si se tratara de una mañanera, un discurso de más de media hora.
La defensa del gobernante mexicano corrió principalmente a cargo del impresentable ex dirigente de los deudores de la banca, Gerardo Fernández Noroña, quien en numerosas intervenciones lo mismo se presentaba con la “cachucha” de Morena que de sus rémoras, el PT y el PVEM y, si le hacía falta tiempo, surgían de todos lados de la llamada Cuarta Transformación preguntas a modo para que tuviera tiempo para repetir sus repetidas etiquetas.
La réplica central estuvo a cargo, en esta ocasión, por parte del senador del PRI por Yucatán, Jorge Carlos Ramírez Marín, quien hizo un severo recuento de los éxitos que los legisladores de la llamada Cuarta Transformación le adjudican a su líder y guía.
—¿Pero qué se ganó?, preguntó el legislador priista, quien enseguida formuló un severo repaso:
—¿Cuál era el objetivo de la visita?
—Seguridad, ni siquiera se tocó.
—Es curioso, en los cinco puntos planteados por el Presidente de la República a los Estados Unidos, no aparece el tema de seguridad.
—No hay una sola mención a la crisis de violencia que vivimos.
—No hay una sola mención al tráfico de drogas que incrementa el consumo en ese país.
—No hay una sola mención al tráfico de armas que lacera y golpea con su violencia a la sociedad mexicana.
—¿Qué se ganó?
—¿Cuál era el objetivo de la reunión?
—Tenemos que saberlo para saber cuáles eran los alcances y con qué regresamos.
—Migración, la respuesta de Biden, es absolutamente crítica: paciencia.
—¿Un mensaje político para quién? Un mensaje político para los Estados Unidos o más bien un mensaje político para los medios mexicanos.
—¿Qué se pretende?
—Eso es lo que no queda claro.
—Y si hacemos a un lado todos los giros discursivos, nos preguntamos todos cuál sería el objeto de mencionar a China en una reunión con el Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica.
—¿Por qué?
—¿Cuál es el objeto?
—O, sin hacer énfasis en el discurso sobre la larga exposición de Roosevelt que buscaba congraciarse con los demócratas, hacer énfasis en la necesidad de una reforma, no profundicemos en eso.
—¿Cuáles eran realmente las expectativas de México en esta reunión?
—Obtener 300 mil visas de trabajo, le dimos la oportunidad a Biden de decirnos: “El año pasado les di 308 mil visas”.
—¿Cuál era el objetivo de esta reunión?
—En cambio, estimados amigos, quedó claro y expreso, para nuestra desgracia, concreto el compromiso real de México: cuidar la frontera sur para Estados Unidos, quedó claro en qué nos hemos convertido, los guardianes de la frontera sur, los policías de los Estados Unidos.
La oposición también recurrió a la artimaña de las preguntas a modo
La senadora del PAN, subcoordinadora de su fracción parlamentaria que se ha distinguido por su “contramañanera”, le pidió que hablara de la defensa de los derechos humanos.
—¿No le parece politiquería que el Presidente de México venga a decir que acordó respetar los derechos humanos cuando evidentemente tenemos más de 120 mil asesinatos en este país?, preguntó la legisladora panista:
“Tenemos más de 120 mil asesinados, pero lo que es peor, vamos a pedir visas de trabajo cuando nosotros damos cada vez menos”, respondió Ramírez Marín, quien enseguida remató:
“Vamos a pedir buen trato cuando en nuestras narices se ofende, se agrede, se ataca, se viola, de forzar la separación de los que cruzan la frontera a nuestro país.
“Vamos a pedir consideraciones y solidaridad en los derechos humanos y aquí no se la ofrecemos ni a los hondureños ni a los salvadoreños ni a los haitianos, que son presa del crimen organizado.
“El trabajo de los polleros comienza aquí abajo, no allá arriba”, dijo.
No fue nuevo el señalamiento de Ramírez Marín. Al inicio del debate, el senador independiente Emilio Álvarez Icaza, ex presidente de la comisión de Derechos Humanos del entonces Distrito Federal y ex secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana (CIDH), denunció las faltas de México en el buen trato a los migrantes.
De inicio, destacó que el trato al Presidente de México ni siquiera llegó a un “comes y te vas”, pues ni siquiera hubo un almuerzo para la misión mexicana, salvo el desayuno privado con la vicepresidenta Kamala Harris, que no con su par, el presidente Joe Biden.
Álvarez Icaza hizo un recuento, en el cual concedió relevancia al tema de los migrantes.
“Me parece que la petición del presidente (López Obrador) de un programa de visas y de una migración legalizada, lo que yo celebro, obliga a que, en congruencia, el Estado mexicano haga lo mismo al sur.
“Lo que el presidente López Obrador fue a pedir a Estados Unidos creo que tendría que ponerlo como ejemplo acá. Por ejemplo, en un programa de visas temporales a los trabajadores guatemaltecos en la zona del Soconusco.
“Me parece que México, como país cruzado por la migración, podría dar una extraordinaria lección de autoridad moral implementando el mismo programa hacia Centroamérica que lo que se pide a Estados Unidos.
“¿Cuál es la fuerza por excelencia en la diplomacia? Se llama congruencia. Lo que México fue a pedir a Estados Unidos México tendría que ofrecerlo a nuestros hermanos y hermanas de Centroamérica”, propuso el senador independiente, quien destacó, además, que en ninguna de las tres ocasiones en que López Obrador ha viajado a la vecina nación se ha reunido con la comunidad mexicana, esto sin contar que fue recibido con porras y mariachis y en ninguna de esas tres se ha reunido con la comunidad mexicana.
“Me parece indispensable que más allá de reconocer a las y los migrantes como héroes, se tenga una reunión y se tenga la disposición de dedicarle tiempo a la comunidad mexicana.
“Qué bueno que haya habido simpatizantes del Presidente afuera de donde él haya estado, pero se requiere una agenda organizada, sistemática, que permita una articulación, para entender que México es un país más grande que sus fronteras, México es ya un país binacional, una cuarta parte de la población, una quinta parte de la población mexicana vive en Estados Unidos y por tercera vez el presidente López Obrador no se sienta con la comunidad mexicana en Estados Unidos y creo que esa es una debilidad de esta visita”, agregó el ex secretario de la CIDH.
Rebeldía de senadores y diputados frente al Tribunal Electoral
A la negativa de la Cámara de Diputados de modificar su representación en la Comisión Permanente para darle un sitio a Movimiento Ciudadano (MC), se ha sumado otro acto de rebeldía de parte del Senado en contra de sentencias del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación: el ex gobernador de Baja California, Jaime Bonilla Valdez, ocupa todavía un sitio en el edificio legislativo de Paseo de la Reforma casi esquina con Insurgentes.
Al respecto, cabe recordar que está vigente la sentencia del Sala Regional Guadalajara del Tribunal Electoral que declaró ilegal la reincorporación del ex mandatario a la Cámara alta.
Bonilla se apareció en la sede del Senado y cuando le preguntaron el motivo de su presencia, las respondió que es senador e incluso les reveló que todavía recibe su salario como legislador.
“Yo soy senador mientras que el Senado me lo permita, dijo el ¿legislador? bajacaliforniano, quien ya tuvo fuertes enfrentamientos con los tribunales, cuando la Suprema Corte de Justicia declaró inconstitucional una reforma a la Constitución de Baja California para ampliar el mandato de Bonilla de dos a cinco años.
Pero más allá de ese caso, lo que importa es que se mantiene el desacato del Legislativo frente al Tribunal Electoral, que está sentenciado a muerte como parte de la anunciada reforma política.