Migración: ¿más de lo mismo?
¬ Augusto Corro martes 12, Jul 2022Punto por punto
Augusto Corro
Los presidentes de México y Estados Unidos, Andrés Manuel López Obrador y Joe Biden, respectivamente, se reunirán hoy martes, en Washington. Entre los temas que estarán en la conversación se encuentra el de la migración, un problema que afecta a los países latinoamericanos y a la nación vecina del norte.
En los años recientes se agudizó el flujo migratorio del sur al norte y los gobiernos decidieron, unos con empeño y otros sin interés alguno, buscar fórmulas para evitar que miles de familias abandonaran sus lugares de origen; pero los intentos no funcionaron.
Lo que tenemos ahora es una ola de caravanas de migrantes que tienen como propósito final llegar a Estados Unidos. Este constante peregrinaje miles de personas se exponen a correr peligros que los colocan en las probabilidades de perder la vida, como ocurrió en los últimos meses.
En los países centroamericanos, la población deja sus pueblos, agobiada por la pobreza y la violencia. Por ejemplo, en Honduras, El Salvador y Guatemala, los gobiernos son incapaces de crear fuentes de empleo. No hay inversiones. En seguridad, la delincuencia organizada se encarga de anularla. O se es víctima del hambre o se corre el riesgo de sufrir una agresión.
Sin duda, la reunión entre López Obrador y Biden deberá llegar a soluciones en materia migratoria. Ya se sabe el origen de los males que la alimentan, sólo es necesario aplicar soluciones. Son constantes los discursos de los políticos sobre la ayuda a los países pobres; pero esta no llega. Lo mismo sucede con la aplicación de los derechos humanos de los migrantes.
Sin ninguna consideración, el trato a los indocumentados en Estados Unidos es reprobable, pues sometidos a toda clase de vejaciones y malos tratos, las razzias son constantes y los detenidos inmediatamente son echados de ese país a cualquier lugar. El problema no termina con las deportaciones. En fin, vamos a esperar a qué acuerdos llegan los presidentes López Obrador y Biden en el problema migratorio. Tenemos claro que soluciones simplistas para salir del paso, únicamente agravarán una situación que no permite discursos demagógicos.
Las masacres
Seis personas fueron asesinadas y ocho más resultaron heridas cuando fueron atacadas a balazos. La masacre se registró en León, Guanajuato, luego de que un grupo armado abriera fuego contra los asistentes a una fiesta. La espiral de violencia llegó a la mencionada entidad, como ocurrió en varias zonas del territorio nacional.
La delincuencia organizada, amparada en la impunidad, no se detiene y comete toda clase de delitos que van de las extorsiones, los secuestros y los asesinatos. Las autoridades de los tres gobiernos: municipal, estatal y federal no saben qué hacer para frenar las acciones criminales. En días recientes, la sociedad mexicana fue impactada por el asesinato de dos jesuitas en la Sierra Tarahumara. El hecho hizo que organizaciones religiosas y de defensoras de derechos humanos participaran en el arranque de la denominada jornada por la paz. Claro que se trata de una manifestación necesaria contra la violencia; aunque suponemos que es insuficiente.
La espiral de violencia que azota a México no parece tener fin. Además, no se ve una estrategia, por parte de las autoridades, que nos permita pensar que estamos en vías de que nos regresen la seguridad que se perdió desde hace varios sexenios. No se aplican las leyes para castigar a los criminales. No ha funcionado el proyecto de “abrazos, no balazos del gobierno morenista”. Esto se ve en las cifras de muertes violentas en lo que va del sexenio.
Los gobiernos tendrán que revisar, si es que la tienen, la estrategia para combatir la delincuencia que en algunas entidades está incontenible.
¿Usted qué opina amable lector?