Ingobernabilidad
Alberto Vieyra G. miércoles 6, Jul 2022De pe a pa
Alberto Vieyra G.
Campea en México la ingobernabilidad y el vacío de poder, a más no poder.
Los enconados pleitos, que día con día protagoniza el presidente Andrés Manuel López Obrador con todo el mundo, dan como resultado la pérdida del control del país y en las encuestas no pagadas por la Presidencia de la República aparece reprobado en cuando menos 4 rubros fundamentales como la inseguridad, la corrupción, la economía y de que el control del país está en manos de la delincuencia organizada.
Para el Gabinete de Comunicación Estratégica que dirigen Liébano Sáenz y Federico Berrueto, el 65% de los mexicanos cree que el país es inseguro; el 72% de los mexicanos no está de acuerdo con AMLO de que en México se acabó la corrupción; 69% de los mexicanos viven bajo el miedo; mientras que 64% de los compatriotas no dudan en que el país está controlado por las mafias criminales. Números duros.
A pesar de la mediatización con la que AMLO bombardea a los mexicanos en las mañaneras asegurando que todo es color de rosa en Pejelandia, la realidad es que las reyertas y la división que AMLO lleva a cabo en la nación azteca ha propiciado que el país se le salga entre las manos.
Y es que la mayoría de las reyertas le causan mella, como es el caso del pleito con la Iglesia católica por el asesinato de dos curas jesuitas en la Sierra Tarahumara y porque en vez de ofrecer perdón por sus fallas, lo único que hace es repartir culpas sobre su fallida estrategia en materia de seguridad de “abrazos, no balazos” y de que los criminales merecen protección del Estado porque también son seres humanos.
La semana pasada, la mitra se movilizó ganando las calles para exigirle a AMLO que garantice la paz social en México. El obispo de la Diócesis de Cuernavaca y secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Ramón Castro profundizó en la reyerta diciendo que “nunca será lícito ni legal que la autoridad claudique de su responsabilidad en materia de seguridad y paz social, para eso tienen el poder y uso de la fuerza, porque la estrategia de “abrazos, no balazos” es demagogia y hasta cierto punto complicidad”. ¡Qué rudo señalamiento!
Horas antes, AMLO les había picado la cresta a los curas de México tachándolos de “hipócritas”, con lo cual manifestó una muy mala relación al preguntar: “¿qué quieren entonces los sacerdotes, que resolvamos los problemas con violencia? ¿Vamos a desaparecer a todos? ¿Vamos a apostar a la guerra? Y “no puede, con todo respeto lo digo, un sacerdote, un obispo, un pastor, decir que se debe responder la violencia con la violencia, es la ley del talión del ojo por ojo, diente por diente”.
No hay duda, AMLO tergiversa todo, todo lo entiende mal porque es un Presidente que tiene muy desarrollado un defecto que se llama orgullo, que de acuerdo con los estudiosos del carácter hace que lo justifique todo, pero jamás acepta estar equivocado. Nadie le está pidiendo que ‘los mate en caliente’ lo que le están exigiendo es que cumpla con su función de estadista, es decir que aplique con inteligencia todo el poder del Estado para perseguir y meter a la cárcel a quienes están haciendo de la nación un México macabro enrareciendo la paz social y profundizando en la ingobernabilidad que lo único que refleja es el vacío de poder, por no poder. Eso es todo lo que tiene que hacer AMLO.
Inaudita capacidad la de AMLO para meterse en problemas. Ahora ya compro otra bronca con Estados Unidos exigiendo retirar la estatua de la libertad.