El Metro, la “caldera del diablo”
Víctor Sánchez Baños martes 5, Jul 2022Poder y dinero
Víctor Sánchez Baños
- Aumenta el riesgo de viajar en el Metro
- Dinero para mantenimiento “desaparece”
- Políticos de la CDMX, indiferentes
- Millones de personas corren riesgo en el STC
- En otros metros del mundo, son prioridad
- ¡Por fin!, Serranía ante el MP
- Secuestran horas a soldados en Sonora
- No hay exageración en las muertes
- Grupo Herdez, bono para sustentabilidad
¡Confiamos demasiado en los sistemas, y muy poco en los hombres!
Benjamín Disraeli (1804-1881), estadista inglés
Hace varios años viajé a Minnesota, en Estados Unidos, y recorrí el parque Judge CR Magney. Ahí, en una cascada, sucede uno de los fenómenos naturales que mantiene confundida a la ciencia. Se le conoce como la “caldera del diablo”, una cascada cuya agua desaparece en el interior de una estrecha caldera.
El agua, luego de recorrer casi 70 kilómetros, a escasos 2 mil metros para la desembocadura el río se divide en dos saltos de agua. Uno, el más caudaloso, llega hasta el Lago Superior, mientras que el otro, la “caldera del diablo”, de una altura de 3 a 4 metros, desaparece sin dejar rastro.
Ni la ciencia ha podido desenredar ese enigma. Le han puesto tinte al agua, pelotas y drones sumergibles, pero nada. No encuentran a dónde se va ese líquido. Misteriosamente, desaparece.
Bueno, te platico todo ello, porque hay similitudes con el dinero que se usa en el Metro para su mantenimiento y para mantener las medidas de seguridad.
El desplome de la Línea 12 en mayo del año pasado, que enlutó a 25 familias, es el resultado de una cadena de irresponsabilidad, incompetencias y corrupción, desde su construcción hasta la actual administración.
La clave de todo es el mantenimiento y la operación por personal capacitado.
Ni una, ni otra es la premisa de los gobiernos de Morena. Bueno, no es la premisa de ningún gobierno en México.
Como se trata de obras que no se ven, prefieren desviar los recursos a otras actividades, especialmente las electorales.
Miles de millones de pesos, que se destinan para el mantenimiento se van a la “caldera del diablo”. Nadie sabe dónde está y, con la complicidad de auditores, que realizan complicadas operaciones para que se oculte el dinero, pareciera que simplemente desaparece en el éter.
En los últimos 5 días, ocurrieron 2 accidentes graves en las líneas del Metro de la Ciudad de México. Uno en la que supuestamente un paraguas cayó a las vías de la Línea 9 y provocó un estallido que dejó a varias personas lesionadas.
Otro de los percances fue ayer, en la Línea 2, por un corto circuito en una subestación de distribución. Provocó una explosión, un incendio y el pánico entre los usuarios.
La conductora del tren calmó a los usuarios al decirles que estuvieran tranquilos, “ya cortaron la corriente”.
Como siempre, como ocurrió ayer con el director del STC, Guillermo Calderón, la declaración de los políticos en puestos administrativos, dicen que “se indagan los hechos”, para definir las causas del corto circuito. El servicio se suspendió durante 2 horas.
Afortunadamente no hubo lesionados, ni muertos. Los daños fueron atendidos.
Pero, aquí está el asqueroso “pero”, esto nos habla de falta de mantenimiento. No ocurre en otros sistemas de transporte similares en el mundo, por que invierten dinero en la seguridad del usuario y no en el lucimiento personal de los políticos, que buscan ascender en el escalafón.
Esos miles de millones de pesos, que van directo a la “caldera del diablo”, como se le conoce a esa cascada que desaparece millones de litros de agua, deberían usarse en los más de 6 millones de mexicanos que viajan, por necesidad, en el Metro.
No son pocos los accidentes que ocurren a lo largo de las líneas. Son mecanismos de transporte viejos y sin la tecnología actualizada. También lo son los metros de Moscú, San Petersburgo, Copenhague, París, Buenos Aires y muchos más, pero son modernizados y en eso invierten los gobiernos de las ciudades en donde se asientan.
Ya murieron 26 personas en un accidente en la Línea 12; han ocurrido alcances en donde una docena de personas han fallecido y otros percances que convierten a ese sistema en un sitio donde la seguridad de millones de personas depende del capricho de un político que quiere el dinero para sus fines personales.
Por fin, la Fiscalía de la Ciudad de México citó a comparecer a Florencia Serranía ex directora del Metro para que dé explicaciones en relación a lo ocurrido en mayo del año pasado, cuando se “rompió” una trabe y cayeron al vacío más de 200 personas; 26 murieron.
Independientemente de las simpatías personales, lo que importa es llegar a la verdad y la justicia.
PODEROSOS CABALLEROS
EL PAÍS DEL NO PASA NADA… SEGÚN AMLO: Una familia fue acribillada y mueren 7 personas en Boca del Rio, Veracruz, una entidad gobernada por Morena. El sábado 8 soldados mexicanos soportaron durante horas un nutrido fuego de 40 criminales que negociaban, así, la liberación de El Duranguillo, quien había sido detenido por las fuerzas armadas horas antes. Murieron un soldado y un delincuente, en Altar, Sonora. No hay exageraciones. Son enfrentamientos con el gobierno de López Obrador, quien simplemente oculta la vista para no dar explicaciones serias sobre lo que ocurre en materia de seguridad en el país.
RESPONSABILIDAD SOCIAL CORPORATIVA
HERDEZ: Con el liderazgo de Héctor Hernández-Pons, Grupo Herdez emitió el primer bono vinculado a la sostenibilidad de la industria de alimentos, a través de su intermediario colocador BBVA. Fue una emisión de 3,000 millones de pesos en el mercado local. El compromiso adquirido con este bono vinculado a la sostenibilidad es reducir el 25% el consumo de agua por tonelada producida de la Compañía para el 2030. Esta emisión llega en el momento de mayor solidez financiera de la compañía de alimentos, sumándose al reducido grupo de 15 instituciones que han emitido bonos de este tipo en el mercado mexicano. En 2021, Herdez invirtió 3.5% de su utilidad neta en proyectos ambientales.