García Luna, el gran distractor
¬ Luis Ángel García viernes 1, Jul 2022Por la Derecha..!
Luis Ángel García
La detención de Genaro García Luna, otrora poderosísimo secretario de Seguridad Pública, le vino como anillo al dedo al gobierno de la 4T para justificar su promesa de campaña de acabar con la corrupción. Con un pequeño detalle, la captura del ingeniero naval no la hicieron ni los servicios de inteligencia del gobierno mexicano ni las estructuras policiales o de procuración de justicia nacionales, lo detuvieron autoridades norteamericanas en su territorio, acusado, entre otros delitos de corrupción, asociación delictuosa y ayudar a “El Chapo” Guzmán en sus actividades ilícitas.
Sin embargo, su juicio iniciará hasta octubre, por lo que habrá que respetar la presunción de inocencia, pero para efectos propagandísticos su arresto permitió a la 4T utilizar su caso como logro de esta administración, con énfasis en que formó parte del gabinete del presidente Felipe Calderón, el villano favorito. Tuvieron el pretexto perfecto para endosarle todos los males que nos aquejan. Con ello pretendieron justificar la fallida política de abrazos, no balazos, que los de antes eran super corruptos, que el michoacano y el creador de la AFI habían pactado con el crimen organizado e incluso se les responsabilizó del baño de sangre en que sumieron al país por la guerra al “narco”. Fue providencial la detención y el gobierno mexicano se colgó la medalla, de tal suerte que cuando se necesita distraer la atención de la opinión pública, recurren a García Luna y sus nexos con el narcotráfico o para estigmatizar al calderonismo.
Mientras tanto, los “gringos” -a los que diera tanta colaboración el hijo putativo del almirante Wilfrido Robledo y director de Inteligencia de la extinta Policía Federal Preventiva-, le echan más leña al fuego y filtran dudosas grabaciones donde García Luna supuestamente pretende desaparecer a testigos y amenazar o sobornar a periodistas. Esperemos a octubre para conocer la validez de esas supuestas conversaciones con un agente encubierto y si se aceptan como prueba.
No se pretende hacer una apología del creador de la Policía Federal -también ahora desaparecida-, pero hay que darle una justa dimensión a la acción de la justicia norteamericana, no de la policía o fiscales mexicanos. Tuvieron la oportunidad, pero no hicieron nada. García Luna labró su propio destino, desde que estuvo en Inteligencia se enemistó con el entonces secretario de Seguridad Pública, se volvió poderoso y prepotente en la PGR, a tal grado que cultivó un conflicto entre el procurador Rafael Macedo de la Concha y el titular de la SSP federal. Famoso por sus recreaciones mediáticas, tal vez quiso emular al creador del FBI, Edward Hoover, quien para resaltar sus éxitos gustaba de encabezar las detenciones de los gansters, amén de tener en vilo a los políticos de entonces, por el servicio de espionaje que ejercía sobre ellos, incluido el presidente. Nadie niega que fue un montaje la captura de secuestradores donde estaba Florence Cassez, pero ella recobró su libertad no porque se hubiera demostrado su inocencia, sino por violaciones al debido proceso.
Tal vez como Hoover, pensó que iba a trascender en los sexenios, que era inamovible e insustituible, pero la suerte no estuvo de su parte. Ahora es un excelente chivo expiatorio, a través de él se justifican todos los errores de la 4T en materia de seguridad pública y encuentran motivos para hablar de autoridad moral en materia de corrupción.
Pero qué pasaría si, como en el caso del general Salvador Cienfuegos, no encuentra la corte norteamericana elementos para juzgarlo o si se desdibujan los cargos en su contra. Se derrumbaría el castillo anticorrupción que tanto presume la 4T y tendrían que buscar otro distractor para ocultar los yerros de la actual administración en materia de seguridad, la falta de crecimiento, la inflación y los magros resultados en materia anticorrupción.