Cordero, precandidato incomprendido
Roberto Vizcaíno jueves 2, Jun 2011Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
- Que bueno que no se le ocurrió señalar que las reservas internacionales mexicanas superaron estos días los 128 mil millones de dólares, dato que indica que México tiene un gobierno muy, pero muy rico sobre la base de casi 55 millones de mexicanos muy, pero muy pobres
De las 326 páginas del libro “Los Suspirantes 2012”, Ernesto Cordero sólo ocupa 20. De los 9 personajes incluidos, es el del perfil más corto e inocuo. No sólo eso, luego de leer su breve e insustancial biografía, investigada y descrita por Luis Miguel González, director editorial de El Economista, entiende uno que el periodista hizo milagros para extenderse en esas 20 páginas.
Describir a Cordero es fácil: es simple y llanamente un tecnócrata sin más historia ni personal ni profesional, y sin proyecto de ninguna especie. A lo único que aspira es a ser nada más lo que es.
Con las cosas así no se requiere ser ningún experto en sociología o psiquiatría para entenderlo. Basta leer sus dos declaraciones magistrales más recientes para descubrir su esencia:
El lunes 21 de febrero pasado, al defender la presidencia de su jefe, dijo que México vivía hoy mismo una estabilidad económica que sí se refleja en las familias.
“Son 730 mil familias que no tenían un empleo al inicio del 2010 y ahora lo tienen, creo que eso también es muy relevante y son familias que están fortaleciendo sus ingresos…”
Indicó que eso se debe a que el Producto Interno del país creció de manera importante durante los últimos 20 años y que ajustado al poder de compra, da un “PIB per-cápita que indica (que México es) un país de renta media”.
Y vino la parte que nos hizo crisis a todos los habitantes de esta nación:
“Hay que fortalecerlo… nos da una idea de lo luchadoras que son muchas familias mexicanas, donde con ingresos, ya no digas de 13 mil pesos al mes, con ingresos de 6 mil pesos al mes hay familias mexicanas que tienen el crédito para una vivienda, que tienen el crédito para un coche, que se dan el tiempo de mandar a sus hijos a una escuela privada y están pagando las colegiaturas”.
Por supuesto que todos se le echaron encima y él, a regañadientes, medio reculó, pero nunca rectificó. Desde entonces hasta ahora había navegado sin grandes exposiciones.
Hace una semana desde sus oficinas de Palacio Nacional, en una aparición que duró apenas menos de 3 minutos, anunció que buscaría la candidatura del PAN para competir en la presidencial de 2012. No hubo el menor intento de responder ninguna pregunta de los reporteros citados.
Pero hace dos días, ante miembros de la Coparmex reunidos en San Luis Potosí volvió a hablar.
Seguramente para hacerlos pensar en que lo que requiere hoy el país es la continuidad de sus políticas económicas y por supuesto que él es quien lo garantiza, les dijo:
“… hace mucho que México dejó de ser un país pobre. México es un país de renta media con un problema de pobreza muy importante que tenemos que enfrentar, que estamos enfrentando, que estamos resolviendo, pero en este momento ya es un país de renta media que viene a consolidar clases medias como hace tiempo no lo lograba.
“… si logramos hacer lo que tenemos que hacer en los próximos años, México, sin ninguna duda, va a ser muy diferente dentro de cinco años de lo que es ahora; nos estaremos consolidando como un país que ha sido capaz de generar desarrollo económico y prosperidad social”.
Los huevos podridos, los tomates apachurrados y descompuestos, las cebollas más apestosas volaron de nuevo sobre su cabeza y él sólo acertó a remarcar que lo que él dijo lo señalan también la ONU y el Banco Mundial.
Nunca entendió que al afirmar lo que dijo dejó en claro la enorme incapacidad que han tenido él, su jefe y el resto de su equipo para aprovechar las enormes riquezas de México a fin de llevar bienestar a los mexicanos. Sobre todo al 47 por ciento que el mismo Ceneval –una institución del propio gobierno al que pertenece y que se encarga de medir la pobreza y la marginación-, señala como la franja de pobres en México. Casi el 50 por ciento de los 110 millones que dice el INEGI que somos en este país.
Y qué bueno que no se le ocurrió señalar que las reservas internacionales mexicanas superaron estos días los 128 mil millones de dólares, dato que indica que México tiene un gobierno muy, pero muy rico sobre la base de casi 55 millones de mexicanos muy, pero muy pobres.
Cordero se ha de sentir ahora como las ovejas ante el matadero, absolutamente sólo e incomprendido. Seguro ha de pensar: “¿Y estos que no entienden nada de lo que digo son los mexicanos a los que voy a gobernar?”.
Con 43 años de edad, casado y sin hijos, Cordero es descrito por el periodista René Delgado –director editorial del diario Reforma-, como el delfín que no quiere nadar.
Esto en obvia referencia a su esencia antipolítica y absolutamente tecnócrata y porque al parecer ha sido lanzado a buscar contra su voluntad una candidatura que estaba destinada por su jefe, el presidente Felipe Calderón, para su amigo Juan Camilo Mouriño y que ante la muerte de este, ahora le toca ocupar esa aspiración que nunca deseó.
En fin, apenas van dos declaraciones y ya trae a todos en su contra. Y esto ni siquiera comienza.
¿SI O NO?: El lunes, en su conferencia semanal, el líder nacional priísta Humberto Moreira exigió que la PGR y el gobierno de Felipe Calderón dijeran si se investiga o no a algún ex gobernador o gobernador priísta.
Esto porque corre la versión de que la PGR podría actuar en los próximos días o semanas,- pero antes de las elecciones del 3 de julio en el Estado de México, Coahuila y Nayarit donde los candidatos tricolores van con 20 ó 30 puntos por encima de sus opositores del PRD y PAN-, en contra de un exmandatario tricolor de entre tres: Ismael Hernández Deras, de Durango; José Reyes Baeza, de Chihuahua y/o Eugenio Hernández Flores, de Tamaulipas.
A ese rumor Moreira lo calificó como “terrorismo político-electoral” de parte del gobierno. No pasaron ni 24 horas para que del otro lado le dieran respuesta.
Ricardo Nájera Herrera, vocero de la PGR fue enviado a decirle a Moreira y al resto de los mexicanos que esta dependencia “no ha citado a ningún ex gobernador ni mandatario local en funciones (y que) en caso de indagatoria, la institución actuará con apego a derecho (y que) de existir alguna acción jurídica se citará a quien corresponda”.
¿Le quedó a usted claro?… porque a mi no.
No me quedó claro y más bien creo que sí hay gato encerrado porque hubiera sido muy fácil decir: La PGR no investiga a ningún ex gobernador ni gobernador emanado del PRI, ¿no?
La versión que corre es que a quien le trae ganas este gobierno, es a Ismael, porque su detención mataría dos grandes pájaros de un solo tiro.
Mire, el primero de ellos es porque es priísta y Calderón necesita darle un gran golpe al Revolucionario Institucional para ver si lo baja de las preferencias electorales ciudadanas.
El segundo gran pájaro muerto lo necesita Calderón para bajarle a la muy elevada percepción ciudadana, internacional e institucional y mediática de que su gobierno protege a Joaquín “El Chapo” Guzmán.
Y como hasta el obispo de Durango dice que “El Chapo” vive en la sierra de ese estado, pues entonces la aprehensión de Ismael dejaría en claro que a Guzmán no lo protege Calderón, sino que lo amparaba el ex gobernador, ¿no? Y colorín-colorado.
Así las cosas, entre que son peras o son manzanas, todo es válido.
POR DIOSITO QUE NO: Ante los comentarios de que algo fuerte trae el presidente Calderón contra Carlos Slim, ayer salió el titular de la SCT, Dionisio Pérez-Jácome a asegurar que nada. Que la multa de 12 mil millones y otra que le acaban de recetar por casi cien más, y que junto con la negativa a que participe Telmex en la TV, nada tienen que ver con una predisposición presidencial en contra de él. Menos tiene que ver el hecho de que en estos días Televisa haya comenzado a operar la enorme red de fibra óptica de la CFE.
Todas estas son casualidades técnicas que nada tienen que ver con el mal ánimo que pudiera tener Calderón hacia Slim.
¿Cómo la ve? Y luego no quieren que uno crea los rumores.